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Y entonces... {Sofia}
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Y entonces... {Sofia}
Y entonces...
Sofía Lannister | Lanza del Sol
El cielo aquella mañana parecía sonreírle a las cálidas tierras dornienses cosa que Rose no veía con exactamente buenos ojos al saber que aquello significaría calor de nuevo. Dejó que le peinasen el largo cabello rubio mientras comía un par de frutillas, se vistió con un atuendo de seda vaporosa verde que parecía flotar enmarcando su silueta cuyas mangas caían sobre sus hombros mostrando la nívea piel de la rosa del Dominio. Se colocó el prendedor de oro que simbolizaba a su casa en el centro del busto del vestido y le sonrió al espejo, apesar de que aquel día pintara especialmente acalorado, nada iba a detenerle. Luego de aquello mandó una nota a su mejor amiga, aquella mañana estaría sola por primera vez en mucho tiempo o al menos eso era lo que sus damas de compañía habían escuchado en las calles. Le citó en un jardín de la posada en la que se quedaría, el cual se le había antojado precioso, ahí podrían conversar tranquilamente pues todo había sido dispuesto para ellas, sería una mañana para retomar muchas cosas que les habían quedado pendientes de la última vez que se vieron.
El sol parecía no dar de lleno en aquel lugar, así que la rosa se dedicó a admirar las flores que rodeaban a aquel jardín, en el momento en que su amiga llegase se sentaría con ella así que no se apresuró por tomar su lugar. Acarició algunos de los pétalos y en ese momento alguien le habló, "Mi Lady" musitó una de sus damas, hecho por el que se giró para ver entrar a la Lannister más radiante que nunca ¿Qué tanto había pasado de lo cuál la rosa no se había enterado? ¿Estaría en cinta y por eso parecía sonreír tan plenamente? Mil y un cuestionamientos le cruzaron la mente pero su sonrisa innata no lo demostró, ya tendría tiempo para averiguar qué era lo que tenía a su mejor amiga tan contenta. -Tan puntual como siempre, Sof.- musitó en el momento en que se acercó a saludar, las espadas juramentadas que su padre había comandado para que le cuidasen se colocaron a cada lado de la puerta para darle el paso antes de salir, sus instrucciones habían sido claras, nadie podía estar presente mientras conversara, podían cuidarle pero no escuchar lo que tenía que decir, la rosa valoraba tanto la privacidad que a éstos no les quedó más remedio que obedecer aunque con mesura.
El sol parecía no dar de lleno en aquel lugar, así que la rosa se dedicó a admirar las flores que rodeaban a aquel jardín, en el momento en que su amiga llegase se sentaría con ella así que no se apresuró por tomar su lugar. Acarició algunos de los pétalos y en ese momento alguien le habló, "Mi Lady" musitó una de sus damas, hecho por el que se giró para ver entrar a la Lannister más radiante que nunca ¿Qué tanto había pasado de lo cuál la rosa no se había enterado? ¿Estaría en cinta y por eso parecía sonreír tan plenamente? Mil y un cuestionamientos le cruzaron la mente pero su sonrisa innata no lo demostró, ya tendría tiempo para averiguar qué era lo que tenía a su mejor amiga tan contenta. -Tan puntual como siempre, Sof.- musitó en el momento en que se acercó a saludar, las espadas juramentadas que su padre había comandado para que le cuidasen se colocaron a cada lado de la puerta para darle el paso antes de salir, sus instrucciones habían sido claras, nadie podía estar presente mientras conversara, podían cuidarle pero no escuchar lo que tenía que decir, la rosa valoraba tanto la privacidad que a éstos no les quedó más remedio que obedecer aunque con mesura.
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Última edición por Rose N. Tyrell el Sáb Sep 22, 2012 2:19 pm, editado 1 vez
Rose Tyrell- Nobleza
Re: Y entonces... {Sofia}
Eligió para aquel día un vestido de sedas de color dorado, suaves y vaporosas que, al caminar, la hacían sentir que apenas iba vestida. Volver a llevar cuando llegase el momento los pesados vestidos a los que estaba acostumbrada iba a ser un gran cambio. Peinó su cabello en una espesa trenza dorada que caía sobre su hombro, que parecía ser una prolongación de aquel vestido, sostenido por tirantes también trenzados que deaban visibles sus níveos hombros, y ceñido a la cintura por una tira similar. Se colocó un colgante con el emblema de su casa y salió del castillo donde se alojaba, acompañada por dos de los hombres de la guardia del príncipe, quien se había empeñado en que fuesen éstos y no los de ella quienes la acompañaran. Sofia no rechistó, pensando en que a su padre le sería más dificil ejercer control sobre ella de aquel modo.
Durante su camino, preguntó dos veces por la posada donde Rose la había citado, primero a unos críos que jugaban palos de madera, usándolos a modo de espadas, y después a una pareja joven que, afortunadamente, encontró tan solo una calle antes de llegar al punto de encuentro, por lo que no le fue difícil hallar el lugar. Cuando entró buscó con la mirada a alguna de las damas de compañía de su amiga- ¿Dónde puedo encontrar a Lady Rose? -le dijo a la primera que encontró, pues ya había visto su rostro en otras citas entre la rosa y ella.
Fue ella quien se encargó de llevarla personalmente hasta el lugar- Quedaos aquí -pidió a los hombres armados, abriendo la puerta después, que daba a un colorido jardín en el que había dispuesta una mesa con algunos alimentos y dos sillas.- Hay que conservar las buenas costumbres -dijo con una sonrisa después de escuchar las palabras de la de Altojardín. Estaban solas, no había que mantener las apariencias, así que la leona caminó hasta la rosa y se fundieron en el abrazo propio de dos amigas que llevaban largo tiempo sin verse y compartir un tiempo juntas.- ¿Cómo ha estado mi flor favorita? -preguntó sonriendo al separarse.
Durante su camino, preguntó dos veces por la posada donde Rose la había citado, primero a unos críos que jugaban palos de madera, usándolos a modo de espadas, y después a una pareja joven que, afortunadamente, encontró tan solo una calle antes de llegar al punto de encuentro, por lo que no le fue difícil hallar el lugar. Cuando entró buscó con la mirada a alguna de las damas de compañía de su amiga- ¿Dónde puedo encontrar a Lady Rose? -le dijo a la primera que encontró, pues ya había visto su rostro en otras citas entre la rosa y ella.
Fue ella quien se encargó de llevarla personalmente hasta el lugar- Quedaos aquí -pidió a los hombres armados, abriendo la puerta después, que daba a un colorido jardín en el que había dispuesta una mesa con algunos alimentos y dos sillas.- Hay que conservar las buenas costumbres -dijo con una sonrisa después de escuchar las palabras de la de Altojardín. Estaban solas, no había que mantener las apariencias, así que la leona caminó hasta la rosa y se fundieron en el abrazo propio de dos amigas que llevaban largo tiempo sin verse y compartir un tiempo juntas.- ¿Cómo ha estado mi flor favorita? -preguntó sonriendo al separarse.
Invitado- Invitado
Re: Y entonces... {Sofia}
Las formas y los modales típicos de las cortes quedaban atrás cada que se veían, una sonrisa parecía brillar en los labios de la rosa en el momento en que se reunía con sus amistades y aquella no era la excepción. Abrazó a la leona con verdadero cariño, uno que venía desde que eran niñas, cuando la dejó ir, le tomó de las manos como si quisiese apreciarla mejor. -El dorado te va bien, pero vamos, me vas a dejar ciega si salimos al sol directo.- soltó con una risa antes de dejarle ir por completo, así podrían ir y sentarse como tantas veces a platicar de los asuntos más mínimos e insignificantes de sus vidas hasta lo más importante que sus corazones tenían por guardar. -He estado bien, recuperandome desde la pérdida de una de mis mejores amigas, no sé si les llegó noticia luego de que se fueron... sin despedirse, por cierto, pero fue una catástrofe.- contó bajando la mirada, una sonrisa sombría se apropió de sus labios, hacía tan poco de eso que aún su corazón parecía dolerle.
Intentó calmar aquello que le había formado un nudo en la garganta con un sorbo de leche fría que parecía ser lo único en aquel lugar que no se calentaba al primer rayo de sol, sonriendo luego o al menos intentandolo como tantas veces le habían explicado. -¿Y tu? ¿Cómo has estado? No supe de ti hasta el día en que llegó el cuervo y no tenía precisamente pelos y señales de lo que había ocurrido, Sofia Lannister.- le recriminó sin afán de molestarle, una sola risa dio la verdad a quello que pensaba, lo había dicho como cualquier otra cosa y solamente por que de verdad le picaba la curiosidad por saber qué había sido de su amiga en aquellos meses en los que no habían tenido contacto alguno. Tomó una de las frutillas en la mesa y se la llevó a la boca, eran distintas a las del Dominio pero no por ello menguaba su sabor, era algo divertido conocer. -¿Y Maekar?.- preguntó también pues algo le decía que Sof sabría perfectamente dónde se encontraba el príncipe así como ella tenía algunos otros datos en mente.
Intentó calmar aquello que le había formado un nudo en la garganta con un sorbo de leche fría que parecía ser lo único en aquel lugar que no se calentaba al primer rayo de sol, sonriendo luego o al menos intentandolo como tantas veces le habían explicado. -¿Y tu? ¿Cómo has estado? No supe de ti hasta el día en que llegó el cuervo y no tenía precisamente pelos y señales de lo que había ocurrido, Sofia Lannister.- le recriminó sin afán de molestarle, una sola risa dio la verdad a quello que pensaba, lo había dicho como cualquier otra cosa y solamente por que de verdad le picaba la curiosidad por saber qué había sido de su amiga en aquellos meses en los que no habían tenido contacto alguno. Tomó una de las frutillas en la mesa y se la llevó a la boca, eran distintas a las del Dominio pero no por ello menguaba su sabor, era algo divertido conocer. -¿Y Maekar?.- preguntó también pues algo le decía que Sof sabría perfectamente dónde se encontraba el príncipe así como ella tenía algunos otros datos en mente.
Rose Tyrell- Nobleza
Re: Y entonces... {Sofia}
- Ese es precisamente el efecto que quiero causar -dijo la leona cuando Rose hizo referencia a su vestido. Le gustaban los colores alegres, y aunque aquel era un dorado apagado, seguía siendo igual de vistoso, algo que con el sol de Dorne llamaba incluso más la atención. Acompañó a Rose hasta la mesa que alguien se había encargado de preparar, cuyo contenido tenía un aspecto tan colorido como apetitoso.
El rostro de la leona se contrajo en una expresión de tristeza al escuchar lo que Rose le contaba. Le apretó la mano, para infuldirle fuerzas, pues imaginaba que en aquel momento era lo que más necesitaba- Lo siento muchísimo, Rose. Me hubiese gustado estar ahí contigo en un momento así -suspiró, sintiéndose mal consigo misma, aunque no había tenido demasiada opción. Después de la carrera empezaron los preparativos del viaje, y apenas había tenido tiempo para despedirse de ella- No me contaron nada sobre eso. ¿Qué sucedió? Tuvimos que marcharnos con prisas, supongo que hicimos bien, así evitábamos cosas cómo estas... -suspiró. Las suposiciones de Maekar sobre qué podía llegar a pasar si seguían en Antigua demostraban ahora no ser infundadas. Se le ponía la piel de gallina al pensar que lo que le pasó a la amiga de Rose pudiese haberle pasado a su príncipe o a ella.- De todos modos, celebro que tú te encuentres bien -dijo con una sonrisa para animar a su amiga. Después se giró hasta la mesa y paseó la vista por los alimentos que había sobre esta, considerando las opciones. Finalmente cogió una ramita con un par de cerezas, y se metió una en la boca, masticando para saborear su jugo.
Escuchó ahora a su amiga preguntarle por ella, y no pudo hacer otra cosa que sonreír. Aún pensaba por dónde empezar a contarle todo cuando Rose le preguntó por Maekar, lo cual hizo que su sonrisa de volviese más amplia- No se dónde estará ahora, tiene grandes dificultades para quedarse quieto -sonrió, sabiendo que la rosa sabía que aquello era cierto- ¿Recuerdas lo que te conté en Antigua, durante aquel desayuno el día de la carrera? -no la dejó hablar, suponiendo que sí lo hacia- No quedó solo en ese beso. Me llevó con él a Desembarco, que por cierto, nunca hagas ese viaje por mar, es un infierno. Fue largo, pero después de unos diez días pude reencontrarme con el Rey y su familia. Baelor me regaló un vestido precioso como bienvenida -no pudo callárselo, pues aún seguía pensando en aquella prenda- Y... nos vamos a casar. Aún no sabemos cuando, por la boda de Daenerys, pero lo haremos en cuanto podamos. Y vendrás, por supuesto. ¡Aunque tenga que llevarte a rastras! -bromeó- Sé que a él le haría muchísima ilusión también...
El rostro de la leona se contrajo en una expresión de tristeza al escuchar lo que Rose le contaba. Le apretó la mano, para infuldirle fuerzas, pues imaginaba que en aquel momento era lo que más necesitaba- Lo siento muchísimo, Rose. Me hubiese gustado estar ahí contigo en un momento así -suspiró, sintiéndose mal consigo misma, aunque no había tenido demasiada opción. Después de la carrera empezaron los preparativos del viaje, y apenas había tenido tiempo para despedirse de ella- No me contaron nada sobre eso. ¿Qué sucedió? Tuvimos que marcharnos con prisas, supongo que hicimos bien, así evitábamos cosas cómo estas... -suspiró. Las suposiciones de Maekar sobre qué podía llegar a pasar si seguían en Antigua demostraban ahora no ser infundadas. Se le ponía la piel de gallina al pensar que lo que le pasó a la amiga de Rose pudiese haberle pasado a su príncipe o a ella.- De todos modos, celebro que tú te encuentres bien -dijo con una sonrisa para animar a su amiga. Después se giró hasta la mesa y paseó la vista por los alimentos que había sobre esta, considerando las opciones. Finalmente cogió una ramita con un par de cerezas, y se metió una en la boca, masticando para saborear su jugo.
Escuchó ahora a su amiga preguntarle por ella, y no pudo hacer otra cosa que sonreír. Aún pensaba por dónde empezar a contarle todo cuando Rose le preguntó por Maekar, lo cual hizo que su sonrisa de volviese más amplia- No se dónde estará ahora, tiene grandes dificultades para quedarse quieto -sonrió, sabiendo que la rosa sabía que aquello era cierto- ¿Recuerdas lo que te conté en Antigua, durante aquel desayuno el día de la carrera? -no la dejó hablar, suponiendo que sí lo hacia- No quedó solo en ese beso. Me llevó con él a Desembarco, que por cierto, nunca hagas ese viaje por mar, es un infierno. Fue largo, pero después de unos diez días pude reencontrarme con el Rey y su familia. Baelor me regaló un vestido precioso como bienvenida -no pudo callárselo, pues aún seguía pensando en aquella prenda- Y... nos vamos a casar. Aún no sabemos cuando, por la boda de Daenerys, pero lo haremos en cuanto podamos. Y vendrás, por supuesto. ¡Aunque tenga que llevarte a rastras! -bromeó- Sé que a él le haría muchísima ilusión también...
Invitado- Invitado
Re: Y entonces... {Sofia}
Ante la respuesta de la Lannister, Rose no pudo hacer más que reír con suavidad, un sonido que parecía no ser tan común en aquellos últimos días, aún así era algo por lo cuál hasta sus damas parecían alegrarse. ¿Le llevarían esa noticia también a su padre? ¿Que con la Lannister era la única con quién se animaba a reír abiertamente? Sinceramente, lo dudaba. -Pues causalo en otros por que yo no quiero quedarme ciega por tu culpa, aún tengo todo un mundo por ver.- recriminó con esa ligereza que parecía adueñarse de ella en aquel lugar.
Tomó su mano de la misma forma e intentó sonreír a medias para demostrar su fuerza pero era cierto que ella no era precisamente una roca en cuanto a eso se refería. -Supongo que ya ha pasado, las atenciones no me faltaron pero fue algo difícil, Sof, no sabes lo angustiante que es.- comentó la rosa ante aquello, comprobando con su pregunta lo que ella creía, las noticias no se habían propagado, estaban solos en aquel problema. -De hecho, hicieron mal, pudo haberles pasado lo mismo... El barco que llevaba la primera cosecha del Rejo, y consigo la primavera, fue incendiado antes de llegar a la costa, dentro iba una de mis primas, una Redwyne... y yo habría tenido que estar ahí también.- contó con la mirada concentrada en la nada, relatando aquel hecho que tantas veces había repasado en su ment, el temor que aquello le infundía parecía haberse grabado a fuego, de tal manera que muchas veces desde aquel día había soñado con que ardía en un mar de lágrimas. -Supongo que es lo único que puedo agradecer, encontrarme bien.- aceptó fijando su mirada azulada en la de la leona al menos por un segundo, sonriendo de nuevo.
Supo que había acertado en el momento en el que la sonrisa de Sof pareció iluminarse a la par que su mirada, prestó atención a aquello y no se dejó decaer de nuevo, era una Tyrell no una damisela cualquiera que podría ponerse a llorar el día entero, no estaba en sus venas estar triste todo el día, así que se alegró de nuevo al escuchar las noticias. -Cierto, había olvidado que parece que le pican con agujas cada que se sienta.- comentó con una sonrisa sincera, conocía al príncipe casi tan bien como conocía a su hermano y se podía dar el lujo de afirmar aquello, el Targaryen no era alguien que disfrutase un libro a la sombra de un árbol más que salir y pelear. Suspiró ligeramente ante la mención de Baelor pero no dejó que aquello se notase pues fue en ese momento en el que tomó uno de los panecillos y le dio un pequeño mordisco escuchando aún lo que su mejor amiga tenía por contar. -¿Casarse? ¿Y me lo sueltas así de golpe?.- preguntó con una risa atorada entre sus labios, era algo que la rosa sabía que pasaría, por lo tanto estaba preparada para las noticias. -Haré todo lo posible por estar presente, aunque tenga que rogarle a los mismísimos Siete en persona, si yo no voy, ¿Quién impedirá que Maekar se aleje corriendo del altar?.- soltó divertida, sabía de antemano que aquello nunca pasaría, lo había visto en la mirada del dragón pero aún así era divertido infundir la duda en la mirada de la leona que pronto se lo recriminaría.
Tomó su mano de la misma forma e intentó sonreír a medias para demostrar su fuerza pero era cierto que ella no era precisamente una roca en cuanto a eso se refería. -Supongo que ya ha pasado, las atenciones no me faltaron pero fue algo difícil, Sof, no sabes lo angustiante que es.- comentó la rosa ante aquello, comprobando con su pregunta lo que ella creía, las noticias no se habían propagado, estaban solos en aquel problema. -De hecho, hicieron mal, pudo haberles pasado lo mismo... El barco que llevaba la primera cosecha del Rejo, y consigo la primavera, fue incendiado antes de llegar a la costa, dentro iba una de mis primas, una Redwyne... y yo habría tenido que estar ahí también.- contó con la mirada concentrada en la nada, relatando aquel hecho que tantas veces había repasado en su ment, el temor que aquello le infundía parecía haberse grabado a fuego, de tal manera que muchas veces desde aquel día había soñado con que ardía en un mar de lágrimas. -Supongo que es lo único que puedo agradecer, encontrarme bien.- aceptó fijando su mirada azulada en la de la leona al menos por un segundo, sonriendo de nuevo.
Supo que había acertado en el momento en el que la sonrisa de Sof pareció iluminarse a la par que su mirada, prestó atención a aquello y no se dejó decaer de nuevo, era una Tyrell no una damisela cualquiera que podría ponerse a llorar el día entero, no estaba en sus venas estar triste todo el día, así que se alegró de nuevo al escuchar las noticias. -Cierto, había olvidado que parece que le pican con agujas cada que se sienta.- comentó con una sonrisa sincera, conocía al príncipe casi tan bien como conocía a su hermano y se podía dar el lujo de afirmar aquello, el Targaryen no era alguien que disfrutase un libro a la sombra de un árbol más que salir y pelear. Suspiró ligeramente ante la mención de Baelor pero no dejó que aquello se notase pues fue en ese momento en el que tomó uno de los panecillos y le dio un pequeño mordisco escuchando aún lo que su mejor amiga tenía por contar. -¿Casarse? ¿Y me lo sueltas así de golpe?.- preguntó con una risa atorada entre sus labios, era algo que la rosa sabía que pasaría, por lo tanto estaba preparada para las noticias. -Haré todo lo posible por estar presente, aunque tenga que rogarle a los mismísimos Siete en persona, si yo no voy, ¿Quién impedirá que Maekar se aleje corriendo del altar?.- soltó divertida, sabía de antemano que aquello nunca pasaría, lo había visto en la mirada del dragón pero aún así era divertido infundir la duda en la mirada de la leona que pronto se lo recriminaría.
Rose Tyrell- Nobleza
Re: Y entonces... {Sofia}
Era dificilmente comparable, pero cuando escuchaba a Rose hablar de su amiga perdida, Jeyne acudía a su memoria sin poder evitarlo. Ella no había muerto, pero conociéndola, no le habría importado hacerlo solo para poder mandar ella en el devenir de su vida, no el señor de la Roca ni el de las Islas del Hierro. Su vida iba a convertirse en un infierno, y no paraba de repetirse a sí misma que tenían que hacer algo al respecto o su padre terminaría yendo en persona a buscarla. Escuchó atentamente cada palabra de su amiga, quien hablaba de los acontecimientos que habían tenido lugar en Antigua después de que ella, Maekar y todos los que los seguían, partiesen de camino a la capital. Su rostro mostraba contrariedad, y suspiró cuando escuchó lo del barco. Podría haberle pasado a ellos.
No dejaría de agradecer a los Siete cada día por haberles mantenido a salvo, a ellos y a Rose, quien pareció haberse librado tan solo por poco- Por los Siete, Rose. ¡Qué horror! -exclamó, frunciendo el ceño al percatarse de algo- Espera, has dicho que fue incendiado. ¿No fue fortuíto? ¿Lo provocaron? -preguntó horrorizada. Quizás el atentado de la carrera no iba destinado a dañar al príncipe, o quizás quien hubiese provocado la barbarie del barco en llamas pensase que el hijo menor del Rey iba a estar presente. Fuera como fuera, la sola idea aterraba a la leona, quien prefirió pensar en el otro tema que la rosa sacaba a relucir, recuperando la sonrisa de sus labios.
Percibió sin embargo el leve suspiro de Rose cuando nombró a su futuro cuñado, y frunció el ceño, aunque si su amiga no le decía nada al respecto tendría que esforzarse y morderse la lengua. Rió cuando escuchó las palabras de Rose, aún más cuando dijo aquello sobre salir corriendo del altar- ¿Piensas que le dejaré? Lo mataré si hace eso -rió- Como si tengo que llevarlo atado -negó con la cabeza- No no, él no lo haría. No sabía que fuese así, Rose. Te sorprendería verle de ese modo. No ha cambiado nada, sigue siendo como era cuando tan solo un amigo. Pero además es dulce, y romántico, y... -suspiró- Sueno tan boba cuando hablo de él... -dijo algo avergonzada.
No dejaría de agradecer a los Siete cada día por haberles mantenido a salvo, a ellos y a Rose, quien pareció haberse librado tan solo por poco- Por los Siete, Rose. ¡Qué horror! -exclamó, frunciendo el ceño al percatarse de algo- Espera, has dicho que fue incendiado. ¿No fue fortuíto? ¿Lo provocaron? -preguntó horrorizada. Quizás el atentado de la carrera no iba destinado a dañar al príncipe, o quizás quien hubiese provocado la barbarie del barco en llamas pensase que el hijo menor del Rey iba a estar presente. Fuera como fuera, la sola idea aterraba a la leona, quien prefirió pensar en el otro tema que la rosa sacaba a relucir, recuperando la sonrisa de sus labios.
Percibió sin embargo el leve suspiro de Rose cuando nombró a su futuro cuñado, y frunció el ceño, aunque si su amiga no le decía nada al respecto tendría que esforzarse y morderse la lengua. Rió cuando escuchó las palabras de Rose, aún más cuando dijo aquello sobre salir corriendo del altar- ¿Piensas que le dejaré? Lo mataré si hace eso -rió- Como si tengo que llevarlo atado -negó con la cabeza- No no, él no lo haría. No sabía que fuese así, Rose. Te sorprendería verle de ese modo. No ha cambiado nada, sigue siendo como era cuando tan solo un amigo. Pero además es dulce, y romántico, y... -suspiró- Sueno tan boba cuando hablo de él... -dijo algo avergonzada.
Invitado- Invitado
Re: Y entonces... {Sofia}
Intentó de todas maneras posibles evitar aquel tema, no quería recordar lo triste que le hacía el hecho de haber perdido una parte de su familia, era algo difícil que no sabía si Sofia entendería, por lo tanto, comenzó a tomar las cosas más a la ligera, quitandole aquel peso que parecían tener para poder sortearlo con mayor facilidad. -Es verdaderamente difícil pensar que me habría pasado a mi, vamos, yo si me quemaría, no soy como Maekar o Baelor.- expresó con una media sonrisa, los Targaryen si podían jugar con fuego, la rosa nunca tendría permitido aquello. -Personalmente creo que fue provocado, es decir, nadie vio una flecha y es imposible que un hombre lance algo hasta allá, creo que fue desde adentro.- comentó mordiendose los labios al expresar sus pensamientos más íntimos, aquello no se lo había comentado a nadie pero todos parecían tener la misma idea.
Supo que había cometido un error al ver como su amiga fruncía el ceño pero lo dejó pasar, eran tantas las cosas que se acumulaban en su mente que no sabía si sería lo adecuado contarle cuando ella parecía tan feliz y en su mundo hablando de Maekar y la boda que tendrían. -No tendrás que hacerlo por que yo estaré detrás de él, asegurandome que no huya aunque tenga que amenazarle con una daga de mentira.- prometió con una sonrisa, era algo sencillo bromear sobre aquello pues ambas sabían que ninguna de las dos se atrevería a hacer algo en contra del Targaryen. -Ninguna de las dos sabíamos que fuese así, pero ahora tengo excusa para molestarle...- dejó caer como si nada, intentando quitar esa actitud vergonzosa que la Lannister parecía odiar. -No suenas boba, solo enamorada, eso si... eres peor que mis damas de compañía, al menos ellas cuentan los detalles.- comentó, robando una de las cerezas que su amiga tenía en su poder, comiéndola antes de ponerse a jugar con el palillo de ésta entre sus dientes.
Supo que había cometido un error al ver como su amiga fruncía el ceño pero lo dejó pasar, eran tantas las cosas que se acumulaban en su mente que no sabía si sería lo adecuado contarle cuando ella parecía tan feliz y en su mundo hablando de Maekar y la boda que tendrían. -No tendrás que hacerlo por que yo estaré detrás de él, asegurandome que no huya aunque tenga que amenazarle con una daga de mentira.- prometió con una sonrisa, era algo sencillo bromear sobre aquello pues ambas sabían que ninguna de las dos se atrevería a hacer algo en contra del Targaryen. -Ninguna de las dos sabíamos que fuese así, pero ahora tengo excusa para molestarle...- dejó caer como si nada, intentando quitar esa actitud vergonzosa que la Lannister parecía odiar. -No suenas boba, solo enamorada, eso si... eres peor que mis damas de compañía, al menos ellas cuentan los detalles.- comentó, robando una de las cerezas que su amiga tenía en su poder, comiéndola antes de ponerse a jugar con el palillo de ésta entre sus dientes.
Rose Tyrell- Nobleza
Re: Y entonces... {Sofia}
Dibujó en sus labios una sonrisa ladina cuando escuchó a Rose hablar de la capacidad de los dos Targaryen de cara al fuego. Siempre le había llamado la atención, y desde que se conocían había gastado mil bromas a Maekar repecto a ese tema, pues le parecía cuanto menos curioso. Le hubiese gustado tener esa habilidad, aunque por lo que Rose le contaba, parecía que ella podría haberla necesitado más. No podía dejar de pensar en qué hubiese pasado si en vez de su amiga, hubiese sido la propia Rose quien hubiese estado expuesta a las llamas. No se había enterado de lo sucedido hasta que ella se lo había contado, y eso la hacía pensar en qué hubiese sucedido si hubiese sido ella la afectada. ¿Habría ido alguien a contarle lo que le había pasado a una de sus mejores amigas? Probablemente un cuervo, quizás ni tan siquiera eso. Asintió pensativa cuando le contó su suposición- ¿Están investigando lo que pasó? No lo habrán dejado como un simple accidente, ¿no? -preguntó, rescatando el tema que tan intrigada la traía, mientras la imaginativa mente de Sofia comenzaba a elaborar mil teorías sobre lo ocurrido.
Se echó a reír al oir a su amiga bromear sobre amenazar a su principe con dagas falsas- Evitaré llevarle atado a su propia boda, entonces -dijo encogiéndose de hombros. Sus meillas se tornaron de un color rosáceo cuando Rose la definió como una enamorada. Era consciente de que lo estaba, pero era la primera vez que había escuchado a alguien afirmarlo. Y le gustaba cómo sonaba.- ¿Detalles? Solo tienes que pedirlos, Rose. ¿Qué quieres saber? -preguntó poniendose recta en su asiento, dispuesta a responder cualquier pregunta de su amiga.
Se echó a reír al oir a su amiga bromear sobre amenazar a su principe con dagas falsas- Evitaré llevarle atado a su propia boda, entonces -dijo encogiéndose de hombros. Sus meillas se tornaron de un color rosáceo cuando Rose la definió como una enamorada. Era consciente de que lo estaba, pero era la primera vez que había escuchado a alguien afirmarlo. Y le gustaba cómo sonaba.- ¿Detalles? Solo tienes que pedirlos, Rose. ¿Qué quieres saber? -preguntó poniendose recta en su asiento, dispuesta a responder cualquier pregunta de su amiga.
Invitado- Invitado
Re: Y entonces... {Sofia}
Su mente comenzó a volar en cuanto mencionó a los Targaryen, había veces que ella misma se había imaginado siendo capaz de pasar por todo sin quemarse, había deseado mil y una vez salir ilesa de cualquier problema pero en realidad no le era posible, cierta parte de lo que decían era verdad, era frágil a su manera y muy propensa a accidentes por lo que había visto. En aquellos momentos recordó con viveza el sueño de la noche anterior, le había despertado a mitad de la noche con algo que no podía explicar a nadie, había necesitado del consuelo de alguien pero se sentía tan sola que volvió a dormir solamente para no pensar más, el sol parecía haber traído una sonrisa de nuevo a los labios de aquella dama que por las noches no era más que un manojo de nervios. En cuanto la Lannister volvió a requerir su atención, Rose no dudó en contestarle con la verdad. -No podía quedarme ahí a preguntar, Sof, así que no lo sé, supongo que su padre, Lord Redwyne, no descansará hasta saber la verdad.- expresó mordiendose los labios sin más, era lo único de lo que estaba segura en aquel momento.
Una risa brotó de sus labios al mismo tiempo que la de la leona, ambas sabían que a Maekar no habría que llevarlo a rastras, iría raudo al encuentro. -Eso espero, que luego todos notarán lo salvaje que eres con el pobre, ya mucho tendrá que sufrir casandose contigo.- soltó en modo de broma, viendo el color tomar parte de las mejillas de su amiga, rodando los ojos ante ello, ¿No sería la primera vez que se lo decían, o si?. -No sé qué quiero saber, solo sé que quiero saber.- aceptó con una sonrisa, era una curiosa de primera y la Lannister no era ajena a aquello, no podía serlo de ningún modo. -¿Sabes? Cuando te vi entrar pensé que estabas en cinta por lo feliz que te veías... por favor dime que estoy en un error, Sofia Lannister.- pidió con una ligera sonrisa aderezando su voz preocupada, le encantaría que su mejor amiga tuviese un pequeño bebé pero no lo que se diría de ella si nacía fuera de las leyes del matrimonio así que tendría que preguntar.
Una risa brotó de sus labios al mismo tiempo que la de la leona, ambas sabían que a Maekar no habría que llevarlo a rastras, iría raudo al encuentro. -Eso espero, que luego todos notarán lo salvaje que eres con el pobre, ya mucho tendrá que sufrir casandose contigo.- soltó en modo de broma, viendo el color tomar parte de las mejillas de su amiga, rodando los ojos ante ello, ¿No sería la primera vez que se lo decían, o si?. -No sé qué quiero saber, solo sé que quiero saber.- aceptó con una sonrisa, era una curiosa de primera y la Lannister no era ajena a aquello, no podía serlo de ningún modo. -¿Sabes? Cuando te vi entrar pensé que estabas en cinta por lo feliz que te veías... por favor dime que estoy en un error, Sofia Lannister.- pidió con una ligera sonrisa aderezando su voz preocupada, le encantaría que su mejor amiga tuviese un pequeño bebé pero no lo que se diría de ella si nacía fuera de las leyes del matrimonio así que tendría que preguntar.
Rose Tyrell- Nobleza
Re: Y entonces... {Sofia}
Sofia cabeceó cuando escuchó la eplicación de Rose.- Eso es cierto -era lógico que su amiga no se quedase allí a enterarse de los detalles, y agradecía que no hubiese sido así- Espero que llegue hasta el fondo de lo ocurrido -deseó, colocándose la mano en el pecho con toda sinceridad. No llegó a saber si Maekar había hecho algún descubrimiento tras su investigación después de la carrera, pero esperaba que hubiese sido la misma persona la que había llevado a cabo ambos atentados, pues así habría más facilidad de descubrir de quién se trataba.
Abrió la boca al escucharla decirle que Maekar sufriría casándose con ella, haciendo como si estuviese profundamente ofendida por lo que había dicho la rosa, aunque lo sustiruyó por una sonrisa traviesa cuando escuchó lo siguiente. Asintió ante su pregunta- Puede ser, si es que hay formas más... espontáneas de concebir -rió- Pero no ha ocurrido lo que es menester que ocurra para quedarme en cinta de forma tradicional. Y créeme, oportunidades no han faltado. -suspiró. No quería sonar vulgar, así que evitó decir lo que pasó por su cabeza en aquel momento- Desde que salimos de Antigua hemos estado juntos. Hemos compartido lecho todas las noches, pero nos hemos forzado por evitar hacer cualquier cosa que hubiésemos podido evitar más tarde. -otro suspiro- Seremos pacientes. -asintió- Mi futuro hijo estará bendecido por los Siete y disfrutará de toda la legitimidad que merece -añadió. Sofia no concebía la idea de dar a luz a quien podía ser considerado un bastardo, y no iba a dar pie a que ninguna mente retorcida llegase a acusar a su retoño de aquello.
Abrió la boca al escucharla decirle que Maekar sufriría casándose con ella, haciendo como si estuviese profundamente ofendida por lo que había dicho la rosa, aunque lo sustiruyó por una sonrisa traviesa cuando escuchó lo siguiente. Asintió ante su pregunta- Puede ser, si es que hay formas más... espontáneas de concebir -rió- Pero no ha ocurrido lo que es menester que ocurra para quedarme en cinta de forma tradicional. Y créeme, oportunidades no han faltado. -suspiró. No quería sonar vulgar, así que evitó decir lo que pasó por su cabeza en aquel momento- Desde que salimos de Antigua hemos estado juntos. Hemos compartido lecho todas las noches, pero nos hemos forzado por evitar hacer cualquier cosa que hubiésemos podido evitar más tarde. -otro suspiro- Seremos pacientes. -asintió- Mi futuro hijo estará bendecido por los Siete y disfrutará de toda la legitimidad que merece -añadió. Sofia no concebía la idea de dar a luz a quien podía ser considerado un bastardo, y no iba a dar pie a que ninguna mente retorcida llegase a acusar a su retoño de aquello.
Invitado- Invitado
Re: Y entonces... {Sofia}
Un solo asentimiento hizo que la rosa diera por zanjado aquel tema tan doloroso para ella, era la primera vez que lo contaba a otra dama y de alguna manera le daba un poco más de miedo, quizá estaba equivocada pero aquello no podía evitarlo. Se mordió los labios y tomó después algunos bocadillos para tranquilizar aquella agitación que se producía en su estómago cada que pensaba en cómo habría terminado su amiga. Pasó de aquello con facilidad pues era mucho mejor concentrarse en cotillear los detalles que la Lannister tenía por ofrecerle que remontarse en el pasado que era claro que no volvería. -No sé si debería escandalizarme como lo hará tu madre en cuanto tus damas vayan como pajaritos a contarles con quién duermes o simplemente admirar tu fuerza de voluntad.- soltó Rose con una media sonrisa, era algo difícil aquel tema pues a muchas les parecería un claro error pero ella no parecía entender qué era lo que exactamente significaba todo eso, y tampoco es que quisiese saberlo si a eso iban, por lo tanto era lo más simple del mundo.
-A como conozco a Maekar, la paciencia se le irá agotando, Sof, espero que tu reserva sea mucho más grande, estamos hablando del mismo niño que se escapaba para no esperar pacientemente los resultados.-musitó como si del clima se tratase, aquello no era un secreto y si ella planeaba tener un hijo como los Siete mandaban, tendría que echar en práctica todos esos consejos de Septas donde la primera palabra era "No" a todo lo que se les preguntase, por que algo era seguro, al rey no le haría nada de gracia tener que legitimar al bastardo que pudieran llegar a tener por un impulso de primavera. -¿Haz pensado en el futuro?.- preguntó con una ligera sonrisa. -Tus hijos serán la nueva generación, ¡Y nosotros no hemos hecho nada para dejar una huella en la historia! Algo tendré que hacer, no pienso ser la tía de adorno de esos niños, algo tendré que contarles... Y tu vas a tener que llevarlos a Altojardín alguna vez...- soltó de repente con una sonrisa en los labios, la joven leona lo último que necesitaba era alguien que le diese todas las precauciones, para eso estaría su madre, y encima ni ella misma se las sabía todas, por lo tanto era mucho mejor comenzar esas ensoñaciones que pensar en la realidad y la guerra que tocaba a sus puertas.
-A como conozco a Maekar, la paciencia se le irá agotando, Sof, espero que tu reserva sea mucho más grande, estamos hablando del mismo niño que se escapaba para no esperar pacientemente los resultados.-musitó como si del clima se tratase, aquello no era un secreto y si ella planeaba tener un hijo como los Siete mandaban, tendría que echar en práctica todos esos consejos de Septas donde la primera palabra era "No" a todo lo que se les preguntase, por que algo era seguro, al rey no le haría nada de gracia tener que legitimar al bastardo que pudieran llegar a tener por un impulso de primavera. -¿Haz pensado en el futuro?.- preguntó con una ligera sonrisa. -Tus hijos serán la nueva generación, ¡Y nosotros no hemos hecho nada para dejar una huella en la historia! Algo tendré que hacer, no pienso ser la tía de adorno de esos niños, algo tendré que contarles... Y tu vas a tener que llevarlos a Altojardín alguna vez...- soltó de repente con una sonrisa en los labios, la joven leona lo último que necesitaba era alguien que le diese todas las precauciones, para eso estaría su madre, y encima ni ella misma se las sabía todas, por lo tanto era mucho mejor comenzar esas ensoñaciones que pensar en la realidad y la guerra que tocaba a sus puertas.
Rose Tyrell- Nobleza
Re: Y entonces... {Sofia}
- ¿Mi madre? -preguntó, negando con la cabeza- ¡Mi madre debería estar orgullosa de mí! He tenido que sobrellevar tantas tentaciones como noches han pasado, y aún sigo esperando pacientemente a que llegue el momento adecuado. Aunque sí, no te equivocas, su paciencia se agota, pero la mía también. -suspiró, y dejó escapar una risilla traviesa. Sabía que Rose siempre había descrito el término "dama" con mayor exactitud, y no era habitual escucharla hablar de tentaciones y de temas considerados poco correctos para una joven noble, por lo que le resultaba curioso ver cómo ella misma sacaba a relucir el tema.
Pero aunque Rose no entendiese de eso, o al menos esa imagen era la que daba, no se equivocaba con sus palabras. Ambos no tenían más remedio que contenerse y esperar, por difícil que aquello pudiese resultarles en más de una ocasión, era eso lo que tendrían que hacer. Asintió cuando su amiga le pregunto si había pensado en el futuro, de hecho, no hacía otra cosa. Se obligaba a vivir el presente, pero en su situación tenía que tener muy en cuenta lo que pudiese acontecer en los días venideros, y eso incluía a críos que correteaban por los jardines de Refugio Estival. Se echó después a reír al oír a Rose hablar de la huella en la historia, pero en cierto modo no le faltaba razón- ¡Por supuesto! Visitarán Altojardín tanto como sea posible, y yo con ellos. ¿Desde cuando rechazo una oportunidad de verte? -negó con la cabeza- Pero su tía también tendrás que venir a visitarnos, no vayas a olvidarte de nosotros... -dijo la leona apuntando a la rosa con el dedo índice, en gesto recriminatorio. Sabía que se avecinaban tiempos difíciles, y no sabría y ambas podrían mantener una promesa así, pero a nadie le haría daño fantasear, aunque pensase cumplir su palabra si los Siete se lo permitían.
Pero aunque Rose no entendiese de eso, o al menos esa imagen era la que daba, no se equivocaba con sus palabras. Ambos no tenían más remedio que contenerse y esperar, por difícil que aquello pudiese resultarles en más de una ocasión, era eso lo que tendrían que hacer. Asintió cuando su amiga le pregunto si había pensado en el futuro, de hecho, no hacía otra cosa. Se obligaba a vivir el presente, pero en su situación tenía que tener muy en cuenta lo que pudiese acontecer en los días venideros, y eso incluía a críos que correteaban por los jardines de Refugio Estival. Se echó después a reír al oír a Rose hablar de la huella en la historia, pero en cierto modo no le faltaba razón- ¡Por supuesto! Visitarán Altojardín tanto como sea posible, y yo con ellos. ¿Desde cuando rechazo una oportunidad de verte? -negó con la cabeza- Pero su tía también tendrás que venir a visitarnos, no vayas a olvidarte de nosotros... -dijo la leona apuntando a la rosa con el dedo índice, en gesto recriminatorio. Sabía que se avecinaban tiempos difíciles, y no sabría y ambas podrían mantener una promesa así, pero a nadie le haría daño fantasear, aunque pensase cumplir su palabra si los Siete se lo permitían.
Invitado- Invitado
Re: Y entonces... {Sofia}
Ante aquello la rosa no pudo decir más, no entendía de aquellos menesteres en los que su amiga parecía irse adecuando con el paso del tiempo, en Antigua la había visto como su igual y ahora que lo pensaba, ella ya había dado otro paso del cual la rosa no se sentía segura. En aquello no podía opinar si lo primero lo había dicho por casualidad, no podría ir más allá, su curiosidad no era de aquel tipo y mucho menos con sus amigos, incluso le daba algo si intentaba pensarlo, sencillamente no estaba en su mente verles de otra forma que no fuese como la dama y el caballero que eran. -Usa eso como argumento y luego me dices si te funciona.- sugirió con una media sonrisa algo divertida, Rose sabía de antemano que aquello no se lo contaría a su madre, a menos claro que la obligasen a hablar pues dentro de todo, Sofia no era más que una dama a la cuál le habían enseñado a contestar adecuadamente a sus mayores.
El otro tema que trataban era mucho más sencillo aunque no precisamente divertido para la rosa, al menos el futuro, si antes había soñado con mil cosas, en aquel momento todo parecía caerse frente a sus ojos. Las noticias no eran buenas y sentía que aquello que le había dicho su padre no era más que para entristecerle el viaje, al menos así se sentía, en cierto modo sabía que sucedería pero eso no quitaba el profundo dolor y el sentimiento de traición que su propio padre le había dejado en el alma antes de venir, aquello era algo difícil de explicar por lo tanto no se lo comentó a la dama frente a ella, quizá luego, quizá nunca, no había manera de que se sintiese bien intentando explicar por lo que pasaba. -¡Desde que te largas a Desembarco para comprometerte sin avisarme!.- le recriminó con una media sonrisa, aquello sería algo que seguramente contaría en la sobremesa de alguna comida en Refugio Estival algún día. -Nunca, ¿Sino quién crees que entregará las mejores sorpresas? Debo ser yo por que tu hermano no es precisamente el mejor en el ámbito de los regalos.- argumentó con sencillez, encogiendose de hombros al pensar en aquello, ¿Alguna vez llegarían a eso? ¿O perderían la cabeza antes de cualquier cosa? Y si eso sucedía... ¿Quién perecería? Eran temas duros pero reales, más reales que nunca.
El otro tema que trataban era mucho más sencillo aunque no precisamente divertido para la rosa, al menos el futuro, si antes había soñado con mil cosas, en aquel momento todo parecía caerse frente a sus ojos. Las noticias no eran buenas y sentía que aquello que le había dicho su padre no era más que para entristecerle el viaje, al menos así se sentía, en cierto modo sabía que sucedería pero eso no quitaba el profundo dolor y el sentimiento de traición que su propio padre le había dejado en el alma antes de venir, aquello era algo difícil de explicar por lo tanto no se lo comentó a la dama frente a ella, quizá luego, quizá nunca, no había manera de que se sintiese bien intentando explicar por lo que pasaba. -¡Desde que te largas a Desembarco para comprometerte sin avisarme!.- le recriminó con una media sonrisa, aquello sería algo que seguramente contaría en la sobremesa de alguna comida en Refugio Estival algún día. -Nunca, ¿Sino quién crees que entregará las mejores sorpresas? Debo ser yo por que tu hermano no es precisamente el mejor en el ámbito de los regalos.- argumentó con sencillez, encogiendose de hombros al pensar en aquello, ¿Alguna vez llegarían a eso? ¿O perderían la cabeza antes de cualquier cosa? Y si eso sucedía... ¿Quién perecería? Eran temas duros pero reales, más reales que nunca.
Rose Tyrell- Nobleza
Re: Y entonces... {Sofia}
Sofia se echó a reír al escuchar lo dicho por su amiga, aunque no dejó de pararse a pensar en ello durante unos instantes. No tenía intención de hablar de aquellos temas con nadie, y menos aún con su madre. La quería, la veneraba más que a cualquier otra mujer por los sucesos a los que había tenido que enfrentarse, pero era una dama, al parecer más de lo que lo era la propia Sofia, y no creía que fuese a sentirse cómoda ni a aprobar aquellos comentarios de parte de la joven de apariencia más dulce de todo Poniente. Quizás su tía no rechazase tanto palabras así, pero en cualquiera de los dos casos, la joven leona no sacaría el tema a relucir de no ser necesario, y esperaba por los Siete que no fuese así.
- Mmm no, no ceo que vaya a hacerlo -sonrió, aunque bajó la mirada después, cuando Rose volvió a recordarle que la había mantenido al margen de todo aquel asunto.- No llegamos a hacerlo de forma oficial, al menos no ante las familias de ambos y siguiendo los protocolos. El tiempo es vital en estos días... -suspiró. Nadie era ajeno a la proximidad de la guerra. Vivían tiempos de calma, de aparente paz, de alianzas y negociaciones entre señores buscando beneficio mutuo, pero el ambiente era tenso, y una persona criada entre guerreros como Sofia podía detectar ese tipo de cosas. Solo quería llegar a Roca Casterly, unirse a Maekar y disfrutar de su esposo antes de que todo empezase, antes de que él tuviese que marcharse a la batalla y ella se obligase a mantenerse optimista día tras día.
No quería pensar en eso, aún no era el momento, así que volvió a centrarse en Rose, riendo por lo que le decía sobre Tybolt, pero se percató de que las sonrisa de su amiga no eran como la suya, ni siquiera como la de la propia Rose la última vez que pudo verla- Pero ya basta de hablar de mí -dijo con la esperanza de dejar de lado sus propias inseguridades- ¿Qué es lo que hace que la sonrisa de la rosa del Tridente no brille tanto como de costumbre?
- Mmm no, no ceo que vaya a hacerlo -sonrió, aunque bajó la mirada después, cuando Rose volvió a recordarle que la había mantenido al margen de todo aquel asunto.- No llegamos a hacerlo de forma oficial, al menos no ante las familias de ambos y siguiendo los protocolos. El tiempo es vital en estos días... -suspiró. Nadie era ajeno a la proximidad de la guerra. Vivían tiempos de calma, de aparente paz, de alianzas y negociaciones entre señores buscando beneficio mutuo, pero el ambiente era tenso, y una persona criada entre guerreros como Sofia podía detectar ese tipo de cosas. Solo quería llegar a Roca Casterly, unirse a Maekar y disfrutar de su esposo antes de que todo empezase, antes de que él tuviese que marcharse a la batalla y ella se obligase a mantenerse optimista día tras día.
No quería pensar en eso, aún no era el momento, así que volvió a centrarse en Rose, riendo por lo que le decía sobre Tybolt, pero se percató de que las sonrisa de su amiga no eran como la suya, ni siquiera como la de la propia Rose la última vez que pudo verla- Pero ya basta de hablar de mí -dijo con la esperanza de dejar de lado sus propias inseguridades- ¿Qué es lo que hace que la sonrisa de la rosa del Tridente no brille tanto como de costumbre?
Invitado- Invitado
Re: Y entonces... {Sofia}
Aquel recordatorio que la Tyrell había hecho no era por recriminarle que la mantuviese fuera de todo, incluso ella entendía lo que era eso y bueno, si su amiga había preferido no contarle, por algo sería, quizá había temido que las paredes escuchasen las noticias y las pasaran hacia oídos mucho menos cuidadosos que los de la rosa así que no hizo demasiado por encontrar los detalles de aquello. –¿Es decir que todo ha sido fuera del protocolo? Oh, Sof, tu Septa te va a querer ahorcar en cuanto te vea.- comentó con una ligera sonrisa, si bien aspiraba a encontrar la felicidad como su amiga, eso no estaba dentro de sus planes, para ella las buenas costumbres y las formas iban primero, nada mancharía su nombre de esa manera, aunque cada vez que se iba a dormir, no podía hacerlo a causa de esas mismas convenciones de las que todo el mundo hablaba. ¿Qué era lo correcto? La rosa no lo sabía y tampoco podía intentar encontrarlo, pues su madre le había dado la espalda en aquel tema y su mejor amiga tenía una boda por la cual preocuparse, estaba sola de nuevo.
Las risas fueron decayendo hasta que Rose pudo ver la decisión en los ojos de la leona, era claro que había encontrado un tema del cual no iba a desprenderse por mucho que la joven dama diera vueltas al asunto. –Pero si hablar de ti es perfecto, estás tan feliz, Sof, me alegro por ti…- intentó decir antes de cualquier cosa, sabía de la afición de ambas para hablar de si mismas pero en aquel caso, de ella era de lo último de lo que quería hablar. –Supongo que no es nada, cosas de familia, tu sabes como es todo esto, solo que tu tienes más motivos para sonreír.- contestó bajando la mirada un par de veces, volteando hacia distintos lados como si estuviera buscando algo ¿Qué? Ni ella misma lo sabía así que pronto volvió a concentrarse en la Lannister.
Las risas fueron decayendo hasta que Rose pudo ver la decisión en los ojos de la leona, era claro que había encontrado un tema del cual no iba a desprenderse por mucho que la joven dama diera vueltas al asunto. –Pero si hablar de ti es perfecto, estás tan feliz, Sof, me alegro por ti…- intentó decir antes de cualquier cosa, sabía de la afición de ambas para hablar de si mismas pero en aquel caso, de ella era de lo último de lo que quería hablar. –Supongo que no es nada, cosas de familia, tu sabes como es todo esto, solo que tu tienes más motivos para sonreír.- contestó bajando la mirada un par de veces, volteando hacia distintos lados como si estuviera buscando algo ¿Qué? Ni ella misma lo sabía así que pronto volvió a concentrarse en la Lannister.
Rose Tyrell- Nobleza
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