Trama II: Alzando el vuelo.

por **Valar Morghulis** Dom Sep 09, 2012 10:51 am

Día 3, Semana II, Mes III. Lanza del Sol.

La Ciudad se engalanaba para la llegada de los Targaryen mientras que se sucedían los rumores en las calles acerca de las Marcas. Al parecer los Blackmont parecían querer divertirse a costa de los maqueños, y era por eso que ahora partía uno de los Martell hasta ellos, para que diesen explicaciones, aunque se empecinaban en hacer saber que ellos no eran pero...Un Rey Buitre, en las Marcas...¿Quién se lo iba a creer?

Además, ahora, con la boda, existían algunos hombres de las Marcas que querían y deseaban que Dorne mantuviese la Independencia. Quizás ese Rey era uno de ellos y se afanaba en plantar cara al Príncipe de Dorne. La cuestión era saber si este Príncipe tan joven sería capaz de controlar la amenaza y hacerla menguar (Especificar que tropas van junto a Olyvar).

Día 7, Semana I, Mes III. Altojardín.

El aviso llegó claro a Altojardín y en poco tiempo. Las Marcas estaban siendo atacadas, saqueadas, por un blasón que nadie reconocía. Era el de un buitre, parecido al de los propios Blackmont de Dorne, pero de diferente color su campo, rojo y no amarillo. Al parecer poca información había sobre aquellos ataques a aldeas y pueblos cercanos a las tierras de los Vyswell y los Tarly pero si habían conseguido algunos supervivientes llegar a tales lugares para pedir socorro.

Todos hablaban de los hombres del Buitre que, pertrechados con armaduras y corceles llegaban por la noche y atacaban las aldeas y los pueblos matando a todos los hombres, llevándose consigo a los más jóvenes y a las mujeres y dejando solo a los niños, desamparados junto a los mayores. Y ya se habían dado al parecer dos ataques, por lo que fueron enviadas las noticias al señorío de los Tyrell.

Allí el heredero de la familia había decidido partir hacia las Marcas junto a una fuerza de hombres (Especificar que tropas van junto a Luthor).

Día 1, Semana II, Mes III. Bastión de Tormentas.

- Atacaron a todos, a todos...- El hombre temblaba mientras bebía del tazón de leche caliente. Había llegado a caballo a Bastión de Tormentas, en la noche, y había hecho levantar al heredero del lugar que, somnoliento, se encaminó a escuchar su historia. El hombre apenas había bebido y se había alojado bajo la manta antes de comenzar a hablar.- Algunos hablaban de Él, pero no nos lo creímos. El Rey Buitre lo llaman. Atacó Bullsport y Gamoburgo, donde los Tyrell, y también se dice que se internó en las Marcas de los dornienses mi señor.- Asintió y dio un pequeño buche de la leche.- ¿Los Baratheon nos ayudarán, verdad? Las Marcas son de ellos, no de los otros...- Si acaso dejaban de lado la protección de esos hombres los Baratheon estarían renegando de aquellas posesiones, y eso nunca se lo permitirían. (Especificar que tropas van junto a Orson).

por Orson Baratheon. Lun Sep 10, 2012 5:44 pm

La mañana comenzó con casi todos en alza. La llegada de aquel hombre le había hecho permanecer despierto apenas las tres horas que se dieron hasta el amanecer. Había estado observando los mapas de las Marcas y de donde provenía tal hombre. Al parecer las fronteras por las que se movía el Rey Buitre eran muy difusas. Aquel territorio estaba dirigido por los Baratheon, pero eran los Martell los que lo reclamaban.

- Tenemos que dirigirnos a las Marcas con rapidez, Arstan.- Su escudero había aguantado toda la noche junto a él, y le había dejado sentar en vez de estar de pie después solo de pasadas las dos horas. Orson hablaba mientras escribía en un papelito pequeño. Dejó la pluma en el tintero y dejó caer un poco de arena de su puño para que secase. Luego sopló y alejó la arena del papel. Lo enrollo y lo tendió a Arstan.- Llévaselo al Maestre y dile que lo mande a Altojardín para mi hermano, Lord Nathan Baratheon.- Esperó a que el joven saliese para alzarse.

Desayunó de pie. Bebió la leche y unas rodajas de pan con queso. Le gustaba mucho el queso. Había marcado el camino hacia las Marcas. Primero visitarían Gran Vista y luego se encargarían de llegar a Refugio Negro. Allí podrían comenzar a hacer especulaciones sobre ese Rey Buitre y ver si sería necesario entablar combate. Esperaba que no hiciese falta y que así Nathan pudiese llegar más tarde y decidir que hacer, si enviar más tropas o no con las noticias que le enviaría desde allí.

Por eso decidió tomar dos turmas de caballeros (60), además de él y su escudero. Si fuese necesario siempre podría pedir ayudar a Lord Dondarrion o al resto de vasallos de las Marcas. Apenas habían pasado un par de horas de la salida del sol antes de tener que despedirse de su hermana y de Stefan. Su deber era partir hacia el sur y tratar de proteger a aquellas gentes, sus gentes.

Cuando el rastrillo se alzó aún había pocas gentes despiertas en el Bastión, por lo que la salida del castellano y heredero pasó casi inadvertida cuando, junto a los sesenta jinetes, se dispuso a dirigir su camino hacia las Marcas de los Baratheon. Los jubones amarillos con el venado negro se dirigían al Sur.

por **Olyvar Martell** Mar Sep 11, 2012 5:59 am

La noticia que más temía había llegado, se había organizado una rebelión en Dorne, concretamente en las Marcas, un tal Rey Buitre se había proclamado independiente. Puede que tuviera relación con los Blackmont, usaba sus símbolos pero no sus colores, de todas maneras…ya se enteraría y castigaría a los culpables.

Por un momento se preguntó si esta rebelión estaría influenciada por los rumores de la actitud de Maekar. Lo que tanto había tratado de evitar, por lo que se había arriesgado tanto en Antigua su sobrino lo había provocado. Pero lo hecho, hecho estaba.
Buscó a un guardia para que transmitiera las ordenes Buscad al maestre y decidle a Ser Desmond Arena que acuda a Palacio.

Mientras que esperaba se encontró con Mery, su tata, Olyvar la consideraba como una segunda madre, al fin y al cabo había sido su ama de cría. Tata, quiero pedirte un favor, durante la boda de mi hermano, ya que tú te encargas de la limpieza, de supervisar la limpieza, me preguntaba si podrías dejar ciertas notas en la cama de ciertas damas….. Mery lo miró con sus pequeños ojillos oscuros ¿damas?, ¿no sería mejor que fuera sólo una?, ya va siendo hora de que sientes la cabeza Olyvar, tienes ya diecinueve años y… En ese momento uno de los guardias irrumpió en el pasillo Ser Desmond ha llegado y el maestre aguarda vuestras instrucciones . Olyvar asintió para volver la cabeza hacía Mery Está bien, lo haré, pero más vale que merezcan la pena o si no…..

Os haré un resumen de la situación, se ha proclamado una revuelta en las Marcas, un tal Rey Buitre se ha proclamado independiente, tanto aquí como en las zonas ocupadas por Baratheon y Tyrell. Maestre, necesitaré que se manden cartas a los vasallos recamándoles tropas y bastimentos para la campaña, luego las firmaré, se mandarán por duplicado, tanto en forma de cuervo como de mensajero y necesito que lo preparéis todo para llevarme tantos cuervos como sea posible para comunicarme con Lanza, así como una persona a su cargo. Espero que a campaña sea corta, pero aun así. También os encargareis de reponer esos cuervos. El maestre asintió dispuesto a poner en marcha todo lo ordenado, había traido papel por lo que se sentó en una mesa cercana a empezar a redactar los documentos.

Ser Desmond, por la boda no podré llevarme tantos hombres como hubiera deseado, pero aun así me llevaré una buena parte de la guardia, tendréis que reclutar a más hombres para substituirlos, hablad con el maestre para que os proporcione los fondos necesarios. Por la mañana partiré con ciento cincuenta caballeros, otro tanto de arqueros y setecientos hombres de armas, en total mil hombres comprenderán la expedición. Es posible que me adelante con los caballeros. ¿Tienes alguna duda o consejo? Dijera lo que dijera lo aceptaría de buen grado. Bueno, que empiece la movilización de tropas

Ser Desmond se despidió con un saludo marcial, mientras tanto Olyvar volvió junto al maestre. Quiero que los cuervos que primero salgan sean de los castillos de la ruta, para que preparen suministros para la expedición, y dadme un papel que le escribiré personalmente a Maron para comunicarle lo sucedido y lo que voy a hacer. Quiero que se haga una copia por si ya ha partido de Desembarco.

por Arstan Selmy Mar Sep 11, 2012 8:56 am

Las noticias habían llegado de forma rápida, inquietando a todos y obligándolos a tomar rápidamente las posiciones, había observado como su Ser se ponía rápidamente manos a las obras para informarse de la situaciones de ese Rey Buitre, observando en el mapa los terrenos colindantes de donde se suponía que se hallaba ese hombre con sus tropas, muchas horas habían pasado ambos delante de aquel mapa, aunque ella claro estaba sin decir palabra y observando atentamente, así como escuchando, aprendiendo de su Ser, cuando le ofreció asiento se negó, pues si su caballero no se sentaba ella no lo haría, no era un crio como para no aguantar estar en pie unas cuantas horas.

Había tomado la carta recibida de manos de su caballero antes de marcharse presuroso hacia las estancias del maestre, al que tuvo suerte de encontrar con facilidad, después de eso sabia que tendrían que marcharse, así pues tomo todo lo necesario para la partida bajando personalmente para preparar el caballo de su Ser y el suyo propio esperando a que se despidiera de sus familiares antes de montar el corcel, montando el mismo el suyo propio y observando como todos aquellos caballeros, guardias y soldados les seguirían con ellos a la cabeza.

No negaría que se sentía nerviosa, sus primeros días de vasallaje directo y ya iban directo a lo que parecía ser una refriega de rebeldes, esperaba no tener que entrar directamente en batalla y poder quedarse al resguardo de los demás, pero si conocía un poco a su Ser, sabia que seguramente participarían de forma bastante activa en toda aquella refriega.

por **Valar Morghulis** Vie Sep 14, 2012 9:43 am

Día IV, Semana II, Mes III.

Los hombres de los Baratheon llegaron al lugar pocos días después, aún tomando descanso en castillos de sus vasallos debido a que iban todos a caballo. Por ello llegaron a Frosburgo, la aldea más al sur que era control de los Baratheon y que se alzaba a ambos lados del Sendahueso. Apenas a dos millas más al sur llegaba el río que separaba las Tierras de las Tormentas con Dorne, y al este quedaría Wyl.

Allí se había levantado una especie de colinita que rodeaba toda la aldea, y se habían montado barricadas en la entrada y salida, todo debido a las continuas informaciones que venían de otros lugares más cercanos como Bullsport o Gamoburgo. El pueblo se había visto mermado debido a que muchos habían preferido dirigirse a Refugio Negro de los Dondarrion, donde encontrar seguridad. Pero muchos hombres habían decidido seguir con las cosechas y sus trabajos en las minas para poder tener algo de dinero. Cuando observaron las turmas de caballería se alegraron y el que parecía el alcalde de la ciudad se apareció para informar.

- Atacaron al este, sobretodo en el este. La verdad es que es imposible controlarlo mi señor. Los puentes y los vados no peuden ser vigilados. En cuanto los hombres de Lord Dondarrion se acercaron los sureños les increparon creyendo que sería una invasión y lo mismo ocurre cuando los soldados del sur tratan de ir tras ese Rey Buitre.- Comentó el buen hombre que solo sabía retorcer sus manos ante el heredero de las Tierras de las Tormentas.

- ¡Como debe de ser! Los sureños aprovecharían para tratar de conquistar las aldeas de nuestra gente si les dejásemos pasar.- Johan se llamaba el hombre que había dado la voz de alarma e iba con los caballeros para guiarles. Pero no tuvo más tiempo de hablar antes de que uno de los hombres de los Baratheon apareciese montado en su caballo, entrando por la zona sur, al galope.

- ¡Mi señor! ¡Hombres de los Martell! ¡Es un ejército de al menos mil unidades, y suben el río por la zona sur, hacia el puente!- Jadeante lo hizo saber a todos.

- ¿Lo veis? ¡Ese Rey Buitre tiene el mismo emblema que los Blackmont! ¡Son los sureños!

... ... ... ... ...

Los ejércitos de Dorne habían tardado más al ser hombres a pie, lo que evitaba llegar con mayor rapidez. Habían tomado el Sendahueso hasta llegar a Wyll y allí habían tomado provisiones. También allí se había sabido de ataques, pero en la zona de las Tierras de las Tormentas. Era en el Paso del Príncipe donde Dorne tenía noticias de cualquier ataque, y hacia allí se dirigían, hacia el oeste. Seguían la senda junto al Río Frontera, llamado así por delimitar las distintas Marcas con los Baratheon.

El ejército se movía lento por el agotamiento y el calor que comenzaba a implantarse por la primavera. Fue entonces cuando los jinetes exploradores observaron a los caballeros acercarse hacia el puente que unía las orillas del río, apenas a dos minutos más al oeste. Se lo hicieron saber a su general, que allí había fuerzas de los venados.

El Rey Buitre, de momento, no había vuelto a aparecer por ningún lado.

por **Olyvar Martell** Vie Sep 14, 2012 12:41 pm

Había sido una larga jornada, pero ya se estaba acercando a la frontera. Dentro de poco pararían para descansar y tendría que hacer un campamento, puede que solo para esa noche, puede que por más tiempo, pasara lo que pasara lo mejor sería fortificarlo de alguna manera, centinelas, empalizadas y letrinas. No quería correr riesgos.

Mi señor, a poca distancia, en la frontera hay venados, señor, quiero decir tropas Baratheon El mensajero había llegado a su lado a la carrera, el caballo visiblemente cansado ¿En nuestro lado? ¿Nos han invadido? ¿Cuántos son? Olyvar estaba sobresaltado por la noticia No señor, están en su lado del río, y serán varias decenas de caballeros Bueno, aquello tenía más sentido, puede que también fueran tras el rey Buitre, puede. Ser Mors, alzad el estandarte y que me sigan una treintena de caballeros, vamos a enterarnos de que quieren.

Se acercó al puente con el casco calado, un casco muy sencillo del que salía, verticalmente de la nariz un alzado en forma de lanza de plata que atravesaba un sol broncífero. A su espalda estaba el escudo circular con el sol pintado y la lanza, a sus costados sus dos espadas, y la cota de mallas echa con monedas de bronce, monedas antiguas, monedas de Dorne.

¿Quién anda ahí?, soy Olyvar Martell, príncipe de estas tierras. En ese momento le pareció distinguir a Orson. Ser Orson, parece que los dos hemos venido a lo mismo, a cazar aves carroñeras molestas, ¿no? Se adelantó un poco más, los cascos de su caballo tocando el puente.

por Orson Baratheon. Dom Sep 16, 2012 2:37 pm

- Vos...y todo un ejército.- El Baratheon dirigió su mirada hacia el este, donde se observaba el ejército en la lejanía, y más que observarse a los soldados era el polvo lo que podía divisarse perfectamente desde allí. Había dirigido su camino hasta el puente de madera junto a quince caballeros más. Había preferido dejar al hombre que había aparecido noches anteriores en la aldea, para así no se diesen ofensas innecesarias.

. Evitando cualquier tipo de discusión sobre las tierras...- Ya había tratado eso montones de veces con Maron y Mors, los hermanos mayores del Príncipe que se presentaba ante él, y nunca habían llegado a un acuerdo, pero tampoco a una discusión acalorada.- ...Observar a tal ejército al otro lado de un simple puente no es nada bueno para un vecino, Ser Martell- Negó con su rostro. Él no llevaba casco, iba al descubierto. A su espalda se podía observar una lanza cruzada en ella, herencia de su tiempo en Dorne.

- ¿Me permitís preguntaros a donde os dirigís con vuestros hombres?Nos han llegado informes de que en las tierras de los Baratheon se están produciendo ataques continuados, al norte de aquí. Quizás tengáis noticias sobre ello y podáis ayudarnos.- Fue él y solo él quien se adelantó con su caballo sobre el puente, para estrechar cercanía y no tener que hablar en voz.

por **Olyvar Martell** Dom Sep 16, 2012 4:09 pm

Olyvar sonrió, esa era la idea, un despliegue de fuerza. Solo son un pequeño grupo y no tenéis que preocuparos por él, no hay intención de cruzar la frontera, solo actuarán en Dorne

Se quitó el casco y lo colocó en su silla, mientras ejercía una leve presión sobre los flancos de Nymeria para adentrarse en el puente. Hizo una pequeña seña a sus hombres para que no le siguieran. Orson había acertado con eso, lo mejor sería mantener una con versación más privada.

Ser Orson, ha habido problemas en este lado de la frontera, un tal Rey Buitre ha proclamado la independencia de las Marcas y ha estado causando problemas, mi intención es acabar con ellos de manera radical y para mí será un placer el ayudaros. Parece ser que ese cabecilla se ha estado beneficiando de la frontera para escapar. De todas maneras este no es buen lugar para discutir esto. Voy a acampar mis tropas, tal vez podríamos discutir esto en una tienda, ante un mapa y ver donde ha estado actuando y ver como podemos colaborar para acabar con este peligro ¿habéis traído a muchos hombres?

por **Mance Blackwood** Dom Sep 16, 2012 4:33 pm

Mance partió a la mañana siguiente de que le dieran la orden. Partieron a pie, todavia no iba ataviado con la armadura, no era necesario. Y aunque en su jubon se veía el Árbol blanco con los cuervos a su lado uno de los 25 caballeros cabalgaba ondeando con orgullo el dragon de los Targaryen a la cabeza de la comitiva. Partieron de Desembarco a buen paso, ya que tenían cierta urgencia.

El viaje ahsta Refugio Estival había sido agotador, pero tampoco estaría allí demasiado tiempo. Nada mas alcanzarlo se dió cuenta de que estaban preparados para su llegada, tiendas y alimentos para alojar a los 50 arqueros y los 125 espadas a pie, ademas de unas caballerizas para los 25 caballeros. Pasarían la noche allí para darles descanso.

Nada mas llegar un maestre se acercó a él como comandante de aquellas tropas.

Mi señor, tengo órdenes de indicaros el camino hacia las Marcas que poseen los Baratheon. Venid os lo mostraré en un mapa.

Tras recibir las indicaciones y pasar una noche en la que apenas pudo pegar ojo, partió con 25 caballeros y 25 hombres de armas en dirección a su encuentro con Ser Orson quién seguramente ya estaría al corriente de su llegada. A un paso totalmente devastador ya que el Blackwood tenía prisa se condujo a Wyl.

Acercándose al poblado notó que algo marchaba mal, los Baratheon ya estaban apostados allí, pero regresó el explorador que había mandado anunciando su llegada diciendo que Ser Orson no se encontraba ya allí, que había partido en dirección a la frontera con Dorne. Cogió a los 25 cablleros y dejó asentados allí a los hombres, quizás había llegado tarde y Orson había actuado sin él.

Cuando llegó vió al Ser parlamentando con quién debía ser Olyvar que parece ser que también había acudido al lugar. Los propios hombres del Baratheon no le dejaron pasar.

Dejadme pasar he de hablar con Ser Orson, decidle que Ser Mance Blackwood en nombre de los Targaryen se presenta bajos su órdenes.

por Orson Baratheon. Lun Sep 17, 2012 2:53 pm

- Eso espero, que actúen solo en Dorne.- Ser amigo de la Casa Martell no suponía ser el defensor de las tierras de Baratheon, ni mucho menos. Y aquel pequeño grupo no le era demasiado atractivo tan cerca de sus fronteras. Observó el polvo del este y dirigió nuevamente su vista al Martell.

- Que así sea pues. A dos millas de aquí se encuentra una aldea. Mis tropas quedan allí, no son muchos, solo un pequeño grupo.- Tomó prestada las palabras del más jóvenes de los Príncipes, aquel al que apenas había conocido.- Hay edificios que han sido tomados para llevar a cabo todo lo necesario para buscar a ese Rey Buitre que nosotros también buscamos.- Se encogió de hombros.- Podéis decidir si queréis dirigiros allí o veis más a vuestro gusto vuestras tiendas.- Asintió. Sinceramente le daba un tanto igual a donde dirigirse. Contaba con la amistad de Dorne desde allí hasta la misma Lanza del Sol.

En ese momento se alzó una mano desde su grupo de soldados señalando a aquellos que llegaban por donde él antes había venido. Se observaba el blasón de los Blackwood, famoso por Brynden Ríos, y el de los Targaryen. El Baratheon frunció el ceño y volvió la vista al sureño.

- Hacedme llegar vuestra decisión, Ser Martell. Vuestros mensajeros pueden traspasar la frontera cuando lo vean necesario con mi venia. Una vez me digáis, esta noche nos veremos, tanto en Dorne como en las Tormentas. Ahora debéis disculparme.- Y con un asentimiento -no una inclinación.- de cabeza dio media vuelta a Artémis para dirigirse hasta sus hombres, donde esperaban los soldados recién llegados.

- ¿Quiénes sois?- Artémis se movía, un tanto inquieto, por lo que Orson tuvo que apostar su mano en su cuello, forzándole a calmar.

por Arstan Selmy Mar Sep 18, 2012 4:16 am

Había permanecido al lado de su Ser en todo momento y cuando cuando fue hasta el puente también lo había seguido para hablar con aquel jovencito desgarbado que le parecía solamente un poco mayor que su persona, no le gustaron sus aires, y mucho menos el numero de soldados que había traído, eran sin duda un numero mas que considerable, y cualquiera podría pensarse algo muy muy malo, ella en aquel momento había pensado que habían venido a invadir Tierras de la Tormenta aprovechándose de los problemas que inundaban ahora sus tierras, así que le creo cierto resquemor el verlo tan animado y desentendiéndose de lo que suponía aquel numero de hombres, pero claro, era un escudero y mejor era no decir nada, escucho atentamente todo lo que Ser Orson hablaba y cuando dio la señal de volverse para ir a sus tierras lo hizo también, solo para observar lo que parecían ser hombres de la corona acercarse, aunque en mucho menos cantidad que el Principe de Dorne.

Se acercaron a aquellos hombres y vio como el caballo de su señor se movía nervioso y este mismo tenia que palmearlo para que se calmara, así que decidió bajar de su caballo y tomar las riendas tanto del suyo como el de su Ser mirándolos a ambos largamente, de aquella forma evitaría que el caballo de su Ser se encabritara de nerviosismo y seguramente con aquel gesto obligaría al otro Ser a descabalgar para hablar desde el suelo, que era una posición sin duda mucho menos amenazante que hablar todos desde los caballos, que podían ponerse mas nerviosos y hacer que todo fuera un caos, según su percepción.

por **Olyvar Martell** Mar Sep 18, 2012 12:37 pm

Solo es un pequeño grupo para proteger a los campesinos, en Dorne nos tomamos muy en serio el bienestar de nuestros súbditos, al igual que vos por lo que veo. Aunque parece que no somos los únicos, entiendo lo de los Targaryen pero ¿Blackmont?, en fin, tal vez lo podamos discutir esta noche… Se volvió dispuesto a volverse cuando se acordó de algo vuestros mensajeros pueden atravesar tranquilamente la frontera

Ya estaban colocadas algunas de las estacas defensivas y cavadas las letrinas así como alguno de los fosos, Los hombres estaban trabajando eficientemente, eso era bueno. Se bajó del caballo y comenzó a pasear, pensando en que respuesta darle a Orson, y finalmente tras unos momentos lo decidió.

Ser Jaime, id con un par de caballeros más al campamento de Ser Orson, en las Tierras de la Tormenta, está a un par de millas una vez cruzado el puente, en una villa, decidle que iré a su campamento esta noche

Sería una muestra de confianza y le ayudaría a que aceptaran lo que iba a proponer. Además eso le permitiría estudiar su campamento. Ante la eventualidad de que n la reunión no se permitiera armas, se colocó en el brazo su daga, con el mecanismo que la pondría lista en la palma de su mano ante un preciso movimiento de la misma. Confiaba en que no hubiera problemas, pero era mejor prevenir.

Que parta este cuervo a Lanza inmediatamente, Jon Tenía intención de mantener permanentemente informado a Maron y de todos modos la presencia de los venados merecía el cuervo.

La escolta la componían cuatro caballeros que entraron a paso lento, todos con enseñas Martell, todos mostrando orgullosos el sol y la lanza en la punta de sus lanzas.

Caballeros, es un placer el estar aquí, aunque no lo sea por las circunstancias. El llamado Rey Buitre ha estado causando problemas a ambos lados de la frontera y eso es algo que no pienso consentir, que simplemente atravesando un línea pueda escapar de nuestras tropas. ¿Qué opináis Ser Orson de la posibilidad de patrullas conjuntas?
En ese momento sonrió y se llevó la copa a la boca, no era un mal vino, aunque tal vez un poco fuerte para su gusto

por **Mance Blackwood** Mar Sep 18, 2012 6:05 pm

Se bajó del caballo e hizo una marcada reverencia presentandose.

Soy ser Mance Blackwood de Árbol de Cuervos en El Tridente, vengo en representación del príncipe Maekar Targaryen con la única orden de ponerme bajo su mando y ayudarle en lo que necesite para defender estas tierras del Rey Buitre.

En teoria Orson debía haber sido informado cuando le enviaron hacía allí, pero calro nunca había visto a Mance es normal que desconfiase.

El resto de las fuerzas estan apostadas en Refugio Estival, castillo que pertenece a Ser Maekar. En total somos 50 arqueros 25 caballeros y 125 hombres de armas a su servicio.

Observo mientras hablaba al resto de presentes, junto al caballo de Ser Orson estaba quién debía ser su escudero. Al otro lado Ser Olyvar que no parecía haber advertido su presencia se marchaba. Y unos cuantos hombres del Venado, una fuerza simbólica. Mance tampoco sabía a que se enfrentaban si una turba enfadada o un ejército considerable. Por lo que no evaluó si los hombres del Baratheon eran suficientes o nó. Tampoco estaba allí para juzgar si no para actuar bajo el mando del Ser.

por Orson Baratheon. Jue Sep 20, 2012 6:51 pm

- Los Targaryen...- Dejó escapar aquello apenas en un susurro.- Esta bien, Blackwood. Volvamos al lugar de donde venís, deseo convertir aquella aldea en el lugar central desde donde llevar a cabo la búsqueda de ese Rey Buitre.- De esa forma, y sin decir nada más, mandó alzar a Arstan y se encaminaron hacia el lugar donde sus soldados habían comenzado a alzar una barricada que actuase como barrera ante cualquier enemigo. Las dos entradas a la aldea fueron especialmente fortificadas y se dispusieron barreras para que ningún caballo entrase en el lugar con facilidad.

De esta manera, cuando los mensajeros llegaron se encontraron a los hombres trabajando cuando dieron su mensaje. Orson se encaminó hacia el mayor de los edificios y entró en él, disponiéndose a preparar el lugar adecuado donde desplegar sus mapas. El Blackwood le siguió, al igual que su escudero.

- Arstan, busca vino en la ciudad y tráelo aquí para este hombre y para mi.- Esperó a que el joven desapareciese para observar al hombre largamente.- Llevaréis el control de esas tropas, pues no quiero que se confundan con nuestras órdenes. Pero debe quedar claro que siempre actuará tal como yo le digo. Si no piensa hacerlo estaría mejor que se fuese de aquí, Blackwood. Y ahora...os diré como es esta zona para que la conozcáis un poco.- Comenzó a hablarle de los caminos en las montañas y de todo aquello que él mismo reconocía de sus viajes, además de ayudarse de los mapas. De esa forma cuando llegó el Príncipe les pilló casi la noche ya aún, reconociendo mapas que quedaron guardados por otros distintos, mucho menos detallados, frente a Olyvar.

- Bienvenido a las Tierras de los Baratheon, Príncipe Olyvar.- Le invitó a tomar asiento en la misma mesa en la que se encontraba con Blackwood.- Siento tener que rechazar esa propuesta. Sin embargos e la haré saber a mi hermano, Lord Baratheon, y el responderá y os comunicaré su opinión al respecto. Sin embargo si estaría dispuesto a cubrir toda unión entre nuestras fronteras. Al fin y al cabo es un río lo que nos separa y simplemente deberíamos tomar los vados y puentes. ¿Os parece apropiado?- Apoyó su peso sobre la parte derecha de su silla, esperando una respuesta del Martell.

por Arstan Selmy Vie Sep 21, 2012 3:40 am

Se monto en el caballo y siguió a su caballero que iba acompañado ahora por el Ser que mandaba las tropas de los Targaryen, aunque ese escudo de armas si no se equivocaba era de la tierra de los ríos, aunque no sabia como iban aquellas cosas, así que puede que fuera normal dejar que otras casas mandaran la tuya propia, cuando finalmente estuvieron dentro de la tienda tuvo que ir por vino por mandato de su caballero, y se aseguro de tener suficiente para toda la tarde, pues sabia que había mucho que explicar a alguien que no conocía aquellas tierras.

Sirvio a los caballeros y estuvo atenta a todo lo que allí se hablaba intentando aprender todo lo posible, aunque le interesaba con sinceridad, pues eran facetas de la caballería de las que nunca había oído hablar y supuso que era un asunto de hombres completamente, no hizo preguntas en ningún momento solo escucho en silencio y se aseguro que las copas de los presentes nunca estuvieran vacías. Pronto se hizo de noche y salió un segundo fuera para conseguir mas vino y algo de cenar para los caballeros sin que nadie le dijera nada, también se aseguro de quitar de la vista los mapas que Ser Orson había quitado de la mesa, y llevarla a su propio pabellón, para que el Principe de Dorne no pudiera suponer nada extraño, pues no sabia cuanto tiempo estarían allí reunidos, y su deber como escudero era que a su caballero no le faltara nunca de nada, así pues trajo una nueva copa para el Principe de Dorne y la sirvió servicialmente para que también calmara la sed que pudiera tener, volviendo a su posición silenciosa tras su caballero, con curiosidad por saber que diría ahora el Principe, para saber si el sabia algo que ellos ya no supieran.

por Invitado Vie Sep 21, 2012 8:55 am

Empujó con el píe el cadáver, tras oponer una leve resistencia el cuerpo giró mostrando a todos la cara de pánico que había precedido a la muerte. “Era solo un niño” pensó Arthur, pues cierto era que ese cuerpo pertenecía a un imberbe granjero, con la mandíbula desencajada y el miedo marcado en sus oscuros ojos. Era la tercera granja que visitaba en dos días y esta vez ese maldito Rey Buitre se había excedido de sus límites. Esa casucha pobre y desvencijada, que quedaba a tan solo doce millas de Refugionegro, estaba mucho más lejos de la zona donde “normalmente” había actuado ese salvaje. Un crujido a su espalda y el vetusto Lord desenvainó Estallido dándose la vuelta y encarando la punta de esta en una garganta protegida por un gorjal negro.

-Lo siento, mi señor... -se disculpó rápidamente aquel soldado, con la cara compungida y una gota de sudor cayéndole por la nariz.- … jinetes, se aproximan veloces, vienen desde nord-este, el capitán Harsh cree que son Baratheon. En varias horas estarán aquí.

El gemir del acero contra la vaina indicó que Lord Arthur Dondarrion, Señor de Refugionegro y protector de las marcas, había envainado. La voz de aquel hombre sonó serena, potente y muy grave, como si la mismísima roca hablara en tiempos de paz. -Dile al capitán Harsh que se mantenga alerta, ahora mismo no podemos confiar ni en visiones ni en creencias... -”Ni en nadie, ni mucho menos un Baratheon”- y al pasar por Refugionegro dile al maestre que convoque al consejo de guerra y que avise a mi hija... -El soldado se mantuvo en su sitio, al parecer esperando más instrucciones. Arthur desvió la mirada hacia el cuerpo, tres puntas negras de flecha sobresalían de su pecho. Habían sido cogidos por sorpresa, acribillados desde atrás. Con un gesto de la mano indicó al soldado que reanudara su marcha.

Hastiado, volvió junto a sus hombres, que preparaban una gran pira. Quince muertos, y según lo que indicaban las huellas, media docena secuestrados. Las mujeres habían sido violadas, los infantes... Montó a Argilac , su caballo, regalo de su cuñado, el desprestigiado Lord Connington, en honor al último rey de la Tormenta, el último señor no Baratheon. -Quemadlos, que los siete cuiden de ellos. Pero volved rápido, Tegg y Dustin, id hacia este y norte. Que se preparen los hombres. La sangre pronto regará las Marcas, tenemos que estar prevenidos.- con un movimiento de tobillo hizo girar a su caballo y contempló el camino que iba hasta Refugionegro, decenas de carretas, bueyes y caballos iban hacía allí, pero lo más preocupante eran los cientos de personas que buscaban la protección de Lord Dondarrion. Apretó los talones y Argilac corrió. Hacía dos años que ningún Baratheon pisaba Refugionegro.

. . . . .

Cinco días habían pasado desde esa granja hasta la partida desde Refugionegro, cinco días en los que habían pasado muchas cosas. La actividad de ese auto-proclamado Rey marquista había desaparecido. Arthur se había reunido con Ser Orson Baratheon, el menor de los venados, había pedido, muy educadamente, protección para los refugiados. Obviamente no se había podido negar a algo así, pero había enviado varios cuervos, sus reservas eran las que eran, pero con cientos de nuevas bocas que alimentar, creciendo día a día, pronto se acabarían.

Quinientos hombres de armas y cien caballeros se dirigían -a unas estrictas marchas forzadas- hacia la frontera entre Tierras de la Tormenta y Dorne. Otras dos mil espadas, ochocientos arcos y cuatrocientos jinetes saldrían desde Refugionegro en pocos días, dirigidos por Claudia Dondarrion, hija de Arthur y heredera de Refugionegro. La ancestral fortaleza Dondarrion se quedaba apenas con quinientos hombres y doscientos arqueros dirigidos por el maestro de armas, Ser Jaremy Caron, un viejo primo lejano de Lord Dondarrion.

La enorme humareda que desprendían sus hombres era visible a leguas, y aún así nadie de los hombres apostados en aquel linde del río se acercó a ellos. Arthur supuso que habían reconocido el estandarte oscuro del rayo. Lord Dondarrion ordenó montar un campamento, muy cerca de donde los hombres Baratheon, e incluso Targaryen y Blackwood. Se acercó al campamento con su joven escudero y un avezado capitán. La negra armadura, con un rallo violeta cruzandole el pecho relucía con el poco sol de aquella tarde, enganchado de las alforjas del caballo, un yelmo negro con un largo penacho violáceo. Frenó en seco a su caballo cuando se acercó al centro del campamento Baratheon. Unos hombres se acercaron. -Llamad a Ser Baratheon y decidle que Lord Dondarrion ha venido. -Esperó con una mano en el pomo de Estallido y la otra asiendo fuerte un fardo donde habían los mejores mapas de sus tierras, algunos hechos por él mismo.

por **Olyvar Martell** Vie Sep 21, 2012 9:35 am

No se sorprendió con la respuesta del venado, en parte se lo esperaba, pero había confiado en que dadas las circunstancias actuales se superaran las desconfianzas mutuas, no había sido así. Dorne aportará veinte soldados de armas cinco arqueros y dos caballeros a la protección de los pasos, de esa manera nos aseguraremos de que no crucen, así como dedicará algunos hombres a la protección de las aldeas. Nuestra máxima prioridad es la protección de los ciudadanos de Dorne De paso, si se divulgaba serviría para mejorar la estima de los dornienses en todas las marcas.

Se acercó al mapa para ver donde se deberían colocar las tropas, no se sorprendió de la escasa calidad, él hubiera hecho lo mismo, no mostrar los mejores mapas. ¿Vosotros tenéis pensado proteger también las aldeas?, Las tropas Targaryen son bienvenidas a Dorne, no me importaría contar con ellas. De todas maneras puede que al final hagamos esas patrullas conjunts y no tengamos que preocuparnos en que lado de la frontera están las tropas ni los bandidos. Esperaré ansioso la respuesta de vuestro hermano. Acabaremos pronto con ese Rey Buitre. Tengo una boda a la que asistir.

por Orson Baratheon. Sáb Sep 22, 2012 5:14 pm

- Creo que ya contáis con suficientes hombres, Martell. Nosotros vigilaremos el puente también con algunos de nuestros caballeros, y también iremos en busca de los vados por los que se pueda cruzar el río, pero no nos internaremos en las escarpadas laderas. Allí seriamos un blanco fácil. Espero que en vuestro viaje al Oeste no os encontréis de mala forma con ese Rey y que podáis terminar con él.- Tomó el aire por su nariz y lo dejó ir de igual forma, pesado. En ese instante un hombre entró en la tienda, disculpándose, y dirigiéndose hacia Orson, hablándole en bajo.

- Deberéis disculparme ahora. Si así hemos quedado, entonces tomaré contacto con aquel a quien dejéis encargado la protección del río, Ser Olyvar. Estoy seguro de que nos llevaremos bien siempre y cuando tengamos un objetivo en común.- Y tras eso se marchó. Dondarrion se encontraba allí y él le recibiría. Mientras se encaminaba al lugar se preguntó como sería su encuentro. La última vez que se vieron coincidió con la muerte de sus dos hermanos, en la batalla que el Baratheon libró contra los ejércitos marqueños y ganó, provocando la muerte de muchos hombres.

Por supuesto se había dejado pasar al hombre. Le habían informado de cuantos caballeros habían venido con Lord Dondarrion. Orson quedó frente al hombre entrado ya en muchos años.

- Os esperaba. Tarde o temprano, pero os esperaba Lord.- Al fin y al cabo eran sus tierras.- Aquí no hay lugar para todos vuestros hombres...bastantes, por cierto, pero si para vos y algunos de ellos si lo deseáis.-Bufó. Seiscientos hombres nada menos...- Es de noche y entiendo que quieran descansar.- Asintió.- Pero debemos controlar el número de efectivos aquí, mi señor, en la frontera con Dorne.- No eran necesarias las explicaciones, aquello podría ser considerado como una declaración velada para cualquier dorniense...igual que lo eran los mil hombres del Príncipe en la otra orilla del río.- Podéis venir conmigo si queréis, descansar y charlar sobre la forma de tomar a ese Rey Buitre...- Cuando la misma sala donde antes se había encontrado estuvo sola llevó hasta allí a Arthur, encontrando que Arstan aún trataba de arreglarlo todo después de la reunión.- Trae vino a Lord Dondarrion, chico. Para mi agua. Luego avisa al blackwood de que tiene la habitación preparada para su descanso.- Acto seguido se dejó caer en una de las sillas, cansado.- Hoy es un día muy largo Lord Arthur...

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Trama II: Alzando el vuelo.

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