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Asalto entre las olas {Maekar}
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Asalto entre las olas {Maekar}
Sofia no tardó en recluírse en su camarote cuando subió al barco. Saludó educadamente a los presentes, y dio un paseo por cubierta con sus damas ante la insistencia de éstas, pero en cuanto pudo se escabuyó para ir hasta el lugar donde dormiría. Sabía que si el navío se hundía, lo mismo iba a dar que estuviese allí que en cubierta, pero aunque fuese absurdo, se sentía más segura en un sitio cerrado. Se sentó sobre la cama y cerró los ojos, mientras sus damas iban de un lugar a otro colocando sus cosas- Dejadme sola -dijo con un hilito de voz.
- Pero mi señora, queda aún por colocar... -respondió una de las mujeres, antes de que Sofia la interrumpiese- No me importa donde estén ahora mis pertenencias, como si queréis dejarlas en tierra. He dicho que me dejéis sola y espero que eso sea lo que hagáis -le espetó mirándola desafiante, negándose a admitir que la contrariasen. Las damas abandonaron el camarote después de aquellas palabras, sin importarle a la leona a dónde fueran. Se echó hacia atrás, quedando tumbada en la cama con los ojos cerrados, intentando evadirse y pensar que estaba en cualquier otra parte, sin importar cual mientras sus pies estuviesen en tierra firme. Le habían ofrecido brebajes para los mareos, pero no era eso lo que Sofia necesitaba. Lo suyo iba más allá de un simple mareo; era terror. Terror a alta mar, terror a la debilidad de un navío, terror a naufragar y no ser encontrada nunca. Por su mente pasaban una detrás de otra mil maneras de morir a bordo de un barco, cada una más retorcida que la anterior.
Se negaba a ponerse de pie, así que se las ingenió para desvestirse y reptó por el suelo hasta llegar al baúl donde guardaba sus camisones. Se puso uno que apenas parecía serlo, y se quedó sentada en el suelo, rezando porque no entrase nadie mínimamente importante, pues aquella visión de la leona debía ser ridícula. Fue prácticamente a gatas hasta la cama de nuevo y se metió entre las sábanas, tapándose hasta el cuello y haciéndose un ovillo. Luchó por quedarse dormida, y permaneció así durante horas, hasta que chascó la lengua y se incorporó, haciendo acopio de valor para ir hasta la puerta y abrirla- Podéis ordenar todo ahora -le dijo a dos doncellas que custodiaban el camarote. Sin apartar la mano de la pared caminó por el barco, buscando el compartimento donde su príncipe dormía. Fue fácilmente reconocible por los dos capas blancas que cuidaban la puerta. No supo qué decirles para que la dejasen pasar, así que sin más, giró el pomo con lentitud mientras miraba a los dos hombres, quienes permanecieron callados, por lo que Sofia terminó abriendo la puerta y entrando en la habitación en penumbras, caminando hasta la cama. Permaneció sentada un rato viendo con una sonrisa cómo Maekar dormía, y después, sin decir palabra, se metió bajo sus sábanas y se acurrucó junto a él, abrazádole.
- Pero mi señora, queda aún por colocar... -respondió una de las mujeres, antes de que Sofia la interrumpiese- No me importa donde estén ahora mis pertenencias, como si queréis dejarlas en tierra. He dicho que me dejéis sola y espero que eso sea lo que hagáis -le espetó mirándola desafiante, negándose a admitir que la contrariasen. Las damas abandonaron el camarote después de aquellas palabras, sin importarle a la leona a dónde fueran. Se echó hacia atrás, quedando tumbada en la cama con los ojos cerrados, intentando evadirse y pensar que estaba en cualquier otra parte, sin importar cual mientras sus pies estuviesen en tierra firme. Le habían ofrecido brebajes para los mareos, pero no era eso lo que Sofia necesitaba. Lo suyo iba más allá de un simple mareo; era terror. Terror a alta mar, terror a la debilidad de un navío, terror a naufragar y no ser encontrada nunca. Por su mente pasaban una detrás de otra mil maneras de morir a bordo de un barco, cada una más retorcida que la anterior.
Se negaba a ponerse de pie, así que se las ingenió para desvestirse y reptó por el suelo hasta llegar al baúl donde guardaba sus camisones. Se puso uno que apenas parecía serlo, y se quedó sentada en el suelo, rezando porque no entrase nadie mínimamente importante, pues aquella visión de la leona debía ser ridícula. Fue prácticamente a gatas hasta la cama de nuevo y se metió entre las sábanas, tapándose hasta el cuello y haciéndose un ovillo. Luchó por quedarse dormida, y permaneció así durante horas, hasta que chascó la lengua y se incorporó, haciendo acopio de valor para ir hasta la puerta y abrirla- Podéis ordenar todo ahora -le dijo a dos doncellas que custodiaban el camarote. Sin apartar la mano de la pared caminó por el barco, buscando el compartimento donde su príncipe dormía. Fue fácilmente reconocible por los dos capas blancas que cuidaban la puerta. No supo qué decirles para que la dejasen pasar, así que sin más, giró el pomo con lentitud mientras miraba a los dos hombres, quienes permanecieron callados, por lo que Sofia terminó abriendo la puerta y entrando en la habitación en penumbras, caminando hasta la cama. Permaneció sentada un rato viendo con una sonrisa cómo Maekar dormía, y después, sin decir palabra, se metió bajo sus sábanas y se acurrucó junto a él, abrazádole.
Invitado- Invitado
Re: Asalto entre las olas {Maekar}
Había estado charlando con su tío Mors un rato después de que partieran rumbo a Desembarco aun no había querido contarle sus temores sobre Olyvar no era el lugar ni el momento, ayudo en lo que pudo y aprendió un poco sobre velas y movimientos de timón, antes de que su cuerpo se acalambrase un poco por el esfuerzo de aquellos días, en los que apenas había dormido mas de cuatro horas en general, entre una cosa y otra.
Soltó un largo bostezo y se aseguro que si acompañante durmiese adecuadamente antes de ir a despedirse de su dama, pero vio a sus damas custodiando con mala expresión la puerta y pensó que lo mas sensato sin duda seria no hacer mas tonterías aquella noche y descansar un poco, al fin y al cabo las damas podían tomarse a mal su intento de penetración en la habitación de la, el suponía, durmiente dama, así que se encamino a su propio camarote cerrando tras el y despojándose rápidamente de las botas y la camisa, tomo un cojín y una manta para darle una mullida cama a Cuchilla, dejándole cerca algo de comida y bebida por si por la noche se despertaba con alguna de aquellas necesidades, tomando el mismo algo de comer y beber antes de tumbarse en la cama.
Una vez tumbado miro tranquilamente el techo de madera hasta que sintió como las olas del mar y el suave bamboleo del barco de un lado al otro lo sumían en un tranquilo y suave sueño, aun recordaba las veces que su madre y el habían tomado un barco junto a su familia para ir a ver a sus tíos dornienses, y con esos pensamientos de dejo llevar por el sueño hasta que sintió como un cuerpo cálido se colaba a su lado, lo que hizo que asomase una suave sonrisa en su rostro y se moviera para abrazar y besar la mejilla de aquella criatura que sin duda era su amada.
Mi amor….
Soltó un largo bostezo y se aseguro que si acompañante durmiese adecuadamente antes de ir a despedirse de su dama, pero vio a sus damas custodiando con mala expresión la puerta y pensó que lo mas sensato sin duda seria no hacer mas tonterías aquella noche y descansar un poco, al fin y al cabo las damas podían tomarse a mal su intento de penetración en la habitación de la, el suponía, durmiente dama, así que se encamino a su propio camarote cerrando tras el y despojándose rápidamente de las botas y la camisa, tomo un cojín y una manta para darle una mullida cama a Cuchilla, dejándole cerca algo de comida y bebida por si por la noche se despertaba con alguna de aquellas necesidades, tomando el mismo algo de comer y beber antes de tumbarse en la cama.
Una vez tumbado miro tranquilamente el techo de madera hasta que sintió como las olas del mar y el suave bamboleo del barco de un lado al otro lo sumían en un tranquilo y suave sueño, aun recordaba las veces que su madre y el habían tomado un barco junto a su familia para ir a ver a sus tíos dornienses, y con esos pensamientos de dejo llevar por el sueño hasta que sintió como un cuerpo cálido se colaba a su lado, lo que hizo que asomase una suave sonrisa en su rostro y se moviera para abrazar y besar la mejilla de aquella criatura que sin duda era su amada.
Mi amor….
Maekar Targaryen- Realeza
Re: Asalto entre las olas {Maekar}
Entre las sábanas de su principe, sintiendo el calor del dragón, Sofia se sentía más segura. No podía evitar pensar en catástrofes marinas y barcos hundidos, pero con él sentía que podía desafiar todo aquello, y si no, ahogarse con el seria menos desagradable. Se arropó junto a él, y sonrió al escucharle decir aquellas palabras, las cuales le daban a entender que sabía que era ella quien se había colado en su cama en plena madrugada.- Tengo miedo -dijo en un murmullo, avergonzada por sus fobias. No quería parecer una niña miedosa a ojos de Maekar.- Es el barco. Se mueve mucho, y la madera no deja de crujir -continuó diciendo, en el mismo tono.
No queria desvelar a su príncipe, así que no dijo una palabra más. Dejó que quedase en aquello, negándose a sacar todo lo demás. Había informado debidamente a su padre de su partida hacia Desembarco del Rey, no había tratado de ocultárselo ni por un segundo, pero temía que él no lo considerase así. Podría verlo como un insulto si se dejaba llevar por las palabras de quienes intentasen malmeter, pues era obvio que alguien intentaría hacerlo. Esperaba que la ambición de Damon Lannister no hiciese que sus deseos no se viesen cubiertos con aquella unión. Si quería un acercamiento mayor al trono, estaba convencida de que no sería por parte de ella, y esperaba que su padre la conociese lo suficiente para saber que no iba a dejar que manejase su destino.
Pero el miedo permanecía ahí, a no ser aceptada por el rey o su esposa, a no encajar, a que su padre moviese sus hilos para hacer que su príncipe lo reconsiderase... Podían pasar mil cosas, pero igual que antes había sucedido con el barco, en la mente de Sofia eran los sentimientos negativos los que predominaban.
No queria desvelar a su príncipe, así que no dijo una palabra más. Dejó que quedase en aquello, negándose a sacar todo lo demás. Había informado debidamente a su padre de su partida hacia Desembarco del Rey, no había tratado de ocultárselo ni por un segundo, pero temía que él no lo considerase así. Podría verlo como un insulto si se dejaba llevar por las palabras de quienes intentasen malmeter, pues era obvio que alguien intentaría hacerlo. Esperaba que la ambición de Damon Lannister no hiciese que sus deseos no se viesen cubiertos con aquella unión. Si quería un acercamiento mayor al trono, estaba convencida de que no sería por parte de ella, y esperaba que su padre la conociese lo suficiente para saber que no iba a dejar que manejase su destino.
Pero el miedo permanecía ahí, a no ser aceptada por el rey o su esposa, a no encajar, a que su padre moviese sus hilos para hacer que su príncipe lo reconsiderase... Podían pasar mil cosas, pero igual que antes había sucedido con el barco, en la mente de Sofia eran los sentimientos negativos los que predominaban.
Invitado- Invitado
Re: Asalto entre las olas {Maekar}
Sonrió suavemente al sentir como su dama se acurrucaba mejor entre sus brazos y si en algún momento había sentido cansancio o sueño se había pasado de un plumazo en aquel momento al sentir como su dama se estremecía en sus brazos al ver como el barco se movía al girar y tomar finalmente el camino adecuado para llevarlos a Desembarco, haciendo por aquello que la abrazara y sus labios fueran suavemente por todo su rostro besándolo suavemente y dejando o mas bien intentando que su amada dejara de temer por aquello.
Piensa mi amor que es el suave movimiento de una hamaca que nos balancea suavemente para que nos durmamos como las cunas hacían cuando éramos niños, y el crujir es ese mismo bamboleo de nuestro primogénito al moverse mientras duerme a nuestro lado, la suave cuna al moverse suavemente, o quizás el crujido de la cama por culpa de nuestros encuentros nocturnos al desatar nuestra pasión entre las sabanas….. – Sonrió besando suavemente los parpados de su dama, acariciando su espalda con sus manos intentando que se tranquilizaran, si hubiera sabido que temía tanto al mar hubieran ido a través de la tierra en un carromato, no dejaría que le ocurriese nada esperaba que ella lo supiera.
Mi amor……no dejare que nada te pase, ya lo sabes, mi tío Mors es un gran navegante y no pasara nada mientras estemos a su cuidado, además mi amor, estas con un dragón, si es necesario volare contigo para ponerte a salvo…no pasara nada mi amor…te abrazare todo lo que necesites para que no tengas miedo… - Sonrió apartándole suavemente el cabello de la cara depositando mas suaves besos por su rostro hasta darle un tierno beso en los labios para calmarla.
Confía en mi amor, que nada pasara mientras estés a mi lado, te lo juro por mi amor…. – Se acomodó de nuevo en la cama y la abrazo con fuerza para que se sintiera completamente arropada entre sus brazos, e intento que el bamboleo del barco no fuera tanto entre sus brazos.
Piensa mi amor que es el suave movimiento de una hamaca que nos balancea suavemente para que nos durmamos como las cunas hacían cuando éramos niños, y el crujir es ese mismo bamboleo de nuestro primogénito al moverse mientras duerme a nuestro lado, la suave cuna al moverse suavemente, o quizás el crujido de la cama por culpa de nuestros encuentros nocturnos al desatar nuestra pasión entre las sabanas….. – Sonrió besando suavemente los parpados de su dama, acariciando su espalda con sus manos intentando que se tranquilizaran, si hubiera sabido que temía tanto al mar hubieran ido a través de la tierra en un carromato, no dejaría que le ocurriese nada esperaba que ella lo supiera.
Mi amor……no dejare que nada te pase, ya lo sabes, mi tío Mors es un gran navegante y no pasara nada mientras estemos a su cuidado, además mi amor, estas con un dragón, si es necesario volare contigo para ponerte a salvo…no pasara nada mi amor…te abrazare todo lo que necesites para que no tengas miedo… - Sonrió apartándole suavemente el cabello de la cara depositando mas suaves besos por su rostro hasta darle un tierno beso en los labios para calmarla.
Confía en mi amor, que nada pasara mientras estés a mi lado, te lo juro por mi amor…. – Se acomodó de nuevo en la cama y la abrazo con fuerza para que se sintiera completamente arropada entre sus brazos, e intento que el bamboleo del barco no fuera tanto entre sus brazos.
Maekar Targaryen- Realeza
Re: Asalto entre las olas {Maekar}
Le abrazó con más fuerza, enterrando la cabeza en su pecho después de sentir todos esos besos, mientras escuchaba ya más tranquila las palabras de Maekar, cerrando los ojos para poder imaginar todo lo que decía, incluso aquello referente a los encuentros nocturnos o su primer hijo, sin poder reprimir una risita que escapó de sus labios cuando algunas imágenes pasaron por su cabeza.
Cuando había salido de su camarote para ir al de él, lo que esperaba era simplemente aquello, poder abrazarle, escucharle, reirse con él y sentir el calor del dragón. Todo aquello la hacía sentirse segura, tanto como si estuviese en tierra, en su confortable habitación de Roca Casterly. Su risa se apagó cuando aquel lugar volvió a su mente, preguntándose si podría volver algún día.
Su futuro en aquel instante se presentaba ante ella como una nube oscura que no mostraba nada, que lo tapaba todo. No había certezas, y aunque no quería preocuparse sin necesidad, no podía evitar sentir un halo de negatividad ante lo que ocurriría.- Espero que no dejes de protegerme una vez dejemos el barco -suspiró, sin ni siquiera pensar si Maekar entendería a qué venía ese comentario. Esperaba que lo hiciese, pues le aterraba imaginarse sola en la capital, lejos de casa y sin el apoyo de su príncipe.- No lo harás, ¿verdad? -repitió, mirándole con atención, buscando el color de violáceo de sus ojos en la oscuridad- Puede que intenten separarme de ti, y no me refiero solo a mi padre. La unión de dos grandes casas no es del agrado de todos... -añadió. Sofia no quería promesas vanas, quería seguridad. Por su amor hacia Maekar había preferido hacer un viaje de más de dos semanas en barco en vez de correr a refugiarse bajo la protección de Tybolt en Antigua, y a pesar de haber celebrado tan solo dieciocho días del nombre era consciente de a qué podían enfrentarse.
Cuando había salido de su camarote para ir al de él, lo que esperaba era simplemente aquello, poder abrazarle, escucharle, reirse con él y sentir el calor del dragón. Todo aquello la hacía sentirse segura, tanto como si estuviese en tierra, en su confortable habitación de Roca Casterly. Su risa se apagó cuando aquel lugar volvió a su mente, preguntándose si podría volver algún día.
Su futuro en aquel instante se presentaba ante ella como una nube oscura que no mostraba nada, que lo tapaba todo. No había certezas, y aunque no quería preocuparse sin necesidad, no podía evitar sentir un halo de negatividad ante lo que ocurriría.- Espero que no dejes de protegerme una vez dejemos el barco -suspiró, sin ni siquiera pensar si Maekar entendería a qué venía ese comentario. Esperaba que lo hiciese, pues le aterraba imaginarse sola en la capital, lejos de casa y sin el apoyo de su príncipe.- No lo harás, ¿verdad? -repitió, mirándole con atención, buscando el color de violáceo de sus ojos en la oscuridad- Puede que intenten separarme de ti, y no me refiero solo a mi padre. La unión de dos grandes casas no es del agrado de todos... -añadió. Sofia no quería promesas vanas, quería seguridad. Por su amor hacia Maekar había preferido hacer un viaje de más de dos semanas en barco en vez de correr a refugiarse bajo la protección de Tybolt en Antigua, y a pesar de haber celebrado tan solo dieciocho días del nombre era consciente de a qué podían enfrentarse.
Invitado- Invitado
Re: Asalto entre las olas {Maekar}
Su gesto se ensombrecio ligeramente y bajo los ojos con seriedad hacia su dama tomándola del mentón para que lo observara seriamente – Sofia…. Antes tendría que morir para dejarte sola, en mi corazón eres mi esposa y no voy a dejar que nadie nos separe, si tengo que luchar contra todo poniente para que eso ocurra lo hare, no me importan las habladurías, no me importa lo que piensen mis padres, mis hermanos, mis tíos o quien quiera, eres mi dama, mi doncella, eres la madre de mis hijos y la única de mi corazón….ten eso claro mi amor…jamas, jamas dejare que nada te pase, jamas te dejare sola, aunque este a miles de kilómetros luchando en alguna cruenta batalla, mi corazón estará a tu lado mi amor…..
Acaricio suavemente sus mejillas y la beso tiernamente intentando trasmitirle toda la seguridad que el sentía en aquel momento sobre lo que sentía por ella, sabia que no seria fácil y ella también debía saberlo, un matrimonio en la familia real nunca era fácil y el era un guerrero, se jugaría muchas veces la vida aunque nunca en vano pues sabia que ella estaría velando por el y por su vuelta todos los días.
Mi amor, no te prometo que sea fácil, apenas tenemos dieciocho días del nombre los dos, y aun así para mi al llegar a desembarco serán todo responsabilidades, soy el segundo hijo y han pasado muchas cosas en antigua que merecen mi atención, y mi mano….estare ocupado, pero todas las noches las pasare a tu lado, tomo mi tiempo libre será para ti Sofia, no será fácil….el camino al principio será duro, pero estaremos juntos…disfrutemos de estos días como unas vacaciones, no temas al mar, el mar no importa, el barco no importa mi amor, será el menor de tus preocupaciones en el futuro, seras la esposa de un príncipe, si los dioses así lo desean puedes ser la reina de un todo poniente….y tienes que estar preparada para todo eso… - Tomo aire mirándola de con intensidad, debía estar preparada para todo aquello- Se que te pido mas de lo que puedo dar…..se que la vida de una mujer es mas dicifil que la de un varon…estas dispuesta a ser mi princesa, mi reina, mi mujer, la madre de mis hijas e hijos….la que me cuide cuando tenga pesadillas…..- Sonrió quitándole hierro al asunto acariciando sus mejillas suavemente- La que me alegre las mañanas con besos …..la que me ayude a ser un hombre cabal….un buen hombre….. – Negó suavemente abrazándola contra su pecho cerrando con fuerza los ojos y suspirando.- Mi amor no sabes que tan importante eres para mi, y lo mucho que te amo…
Sintio el calor y el perfume de su dama, ella no sabia todo lo que temia el futuro que le esperaba en Desembarco, Antigua le habia hecho abrir los ojos a lo que le esperaba a todo Poniente y no era nada divertido lo que habia vsto, y temia, temia tanto no dar la talla, no poder salvar a su familia, no poder ser el principe que todos esperaban, y dioses no quisieran el rey..
Maekar Targaryen- Realeza
Re: Asalto entre las olas {Maekar}
Sofia escuchaba ensimismada las palabras de Maekar, feliz por poder escuchar todo aquello de sus labios. Y aunque a las palabras tiernas y románticas le gustaban, le agradó que su principe fuese franco. No quería que la tratase como si fuese a romperse de un momento a otro. Le alegraba al comprobar que Maekar también le hablaba de asuntos importantes que no solo se referían a los sentimientos que tenían el uno or el otro, sino a cosas no tan agradables y más difíciles de llevar. Habia visto a hombres importantes que solo usaban a sus esposas para tener descendencia y llevarla de paseo, y le gustaba que en su caso no fuese a ser de ese modo. No era un modo de vida que le atrajera en absoluto.
- Créeme, soy consciente de las dificultades que pueden surgirnos, tanto a uno como a otro -asintió, incorporándose hasta quedar de rodillas sobre la cama. Hacia frío, pero no le importó. Estaba más pendiente de mantener la compostura y no dejarse llevar por el miedo que le daba sentir aquel vaivén- Y también se que no podré estar contigo todo el tiempo, pero lo llevaré bien. La soledad se me da bien -rió melancólica. Se habia criado prácticamente con la compañía de su septa y, más tarde, también la de sus damas. No era buena haciendo amigos, pues no confiaba en nadie, y su familia estaba demasiado centrada en que las arcas de Roca Casterly se llenasen continuamente.- Aunque estare deseando verte, de eso puedes estar seguro -arrugó la nariz haciéndole una carantoña, y se acercó después para besarle.
Escuchar las opciones la hizo sentirse insegura por un instante. La opción de llegar a reina nunca la había considerado, pero preferia quedarse con lo referente a ser la perfecta compañera de Maekar, en todos los ámbitos- Estaré para ti siempre que lo necesites, mi amor. Me esforzaré para ser la perfecta esposa, amante, madre... reina si fuera necesario... Y disfrutaré desempeñando cada uno de esos papeles siempre que lo haga para ti -asintió para reforzar sus palabras, convencida de ello. Si se viese en la obligación de tener que pasar por eso con otro hombre, el mundo se le vendria encima, pero la idea de que fuese con él incluso la llenaba de ilusión.
- Créeme, soy consciente de las dificultades que pueden surgirnos, tanto a uno como a otro -asintió, incorporándose hasta quedar de rodillas sobre la cama. Hacia frío, pero no le importó. Estaba más pendiente de mantener la compostura y no dejarse llevar por el miedo que le daba sentir aquel vaivén- Y también se que no podré estar contigo todo el tiempo, pero lo llevaré bien. La soledad se me da bien -rió melancólica. Se habia criado prácticamente con la compañía de su septa y, más tarde, también la de sus damas. No era buena haciendo amigos, pues no confiaba en nadie, y su familia estaba demasiado centrada en que las arcas de Roca Casterly se llenasen continuamente.- Aunque estare deseando verte, de eso puedes estar seguro -arrugó la nariz haciéndole una carantoña, y se acercó después para besarle.
Escuchar las opciones la hizo sentirse insegura por un instante. La opción de llegar a reina nunca la había considerado, pero preferia quedarse con lo referente a ser la perfecta compañera de Maekar, en todos los ámbitos- Estaré para ti siempre que lo necesites, mi amor. Me esforzaré para ser la perfecta esposa, amante, madre... reina si fuera necesario... Y disfrutaré desempeñando cada uno de esos papeles siempre que lo haga para ti -asintió para reforzar sus palabras, convencida de ello. Si se viese en la obligación de tener que pasar por eso con otro hombre, el mundo se le vendria encima, pero la idea de que fuese con él incluso la llenaba de ilusión.
Invitado- Invitado
Re: Asalto entre las olas {Maekar}
Sonrió tiernamente escuchándola afirmar que estaría preparada para todo lo que se le echase encima y aun mas, todo por su persona, era una suerte, pues había temido que al exponer todas sus ideas y pensamientos ella finalmente pensase que era demasiado, pero era cierto, tenia que estar preparada para todo, al igual que el mismo, podría ocurrir que accediera algún día al trono, o no, eso nunca lo sabrían hasta que finalmente pasara, y esperaba que nunca ocurriera, por que supondría haber perdido a muchas personas queridas en el camino a este.
Observo a su dama y alzo la mano para acariciar sus mejillas besándola suavemente para separarse segundos después mirándola- Mi amor, ya nunca mas estarás sola, en mi casa son muy ruidosos…tendrás a Cuchilla, me tendrás a mi, y tendrás a nuestros hijos el día de mañana, no volverás a estar solas, pienso llenar el castillo estival de risas de niños y de correteos, tendremos que tener cuidado si salen la mitad de traviesos que yo…. – Sonrió para calmarla besándola de nuevo suavemente haciendo que se tumbara de nuevo con el, acomodándola entre sus brazos, alzándose un segundo después para encender una vela para que los iluminara pensando que quizás ello haría sentir mejor a la leona, había decidido en ese momento que le pediría a su tía un cachorro de león para su amada, el tenia a Ascuas bien guardado en su baúl de Desembarco, ella merecia también tener al animal que la representaba.
Mi amor, intenta descansar, mañana será un nuevo día y si el viento es tranquilo y el barco no se desplaza demasiado te enseñare a nadar en el mar, a subir por su poste y a mil cosas que se hacen en los barcos….será divertido, e incluso podremos molestar a mis tíos con alguna travesura, al fin y al cabo aquí no tenemos que escondernos pues todos son de confianza…..te presentare a Tío Brynden y a Tío Mors, son buenas personas, aunque ya sabes que el primero es un gruñón sin remedio, pero daría su vida por mi…y ahora por ti también mi amor… -Sonrió besándola suavemente y acariciándole la mejilla.- Descansa mi amor…
Observo a su dama y alzo la mano para acariciar sus mejillas besándola suavemente para separarse segundos después mirándola- Mi amor, ya nunca mas estarás sola, en mi casa son muy ruidosos…tendrás a Cuchilla, me tendrás a mi, y tendrás a nuestros hijos el día de mañana, no volverás a estar solas, pienso llenar el castillo estival de risas de niños y de correteos, tendremos que tener cuidado si salen la mitad de traviesos que yo…. – Sonrió para calmarla besándola de nuevo suavemente haciendo que se tumbara de nuevo con el, acomodándola entre sus brazos, alzándose un segundo después para encender una vela para que los iluminara pensando que quizás ello haría sentir mejor a la leona, había decidido en ese momento que le pediría a su tía un cachorro de león para su amada, el tenia a Ascuas bien guardado en su baúl de Desembarco, ella merecia también tener al animal que la representaba.
Mi amor, intenta descansar, mañana será un nuevo día y si el viento es tranquilo y el barco no se desplaza demasiado te enseñare a nadar en el mar, a subir por su poste y a mil cosas que se hacen en los barcos….será divertido, e incluso podremos molestar a mis tíos con alguna travesura, al fin y al cabo aquí no tenemos que escondernos pues todos son de confianza…..te presentare a Tío Brynden y a Tío Mors, son buenas personas, aunque ya sabes que el primero es un gruñón sin remedio, pero daría su vida por mi…y ahora por ti también mi amor… -Sonrió besándola suavemente y acariciándole la mejilla.- Descansa mi amor…
Maekar Targaryen- Realeza
Re: Asalto entre las olas {Maekar}
Escuchó con atención las palabras de Maekar, agradeciendo a los Siete por haberle dado aquello. Ya no tendría que estar sola, y la sola idea de estar rodeada de críos de cabellos y ojos claros hacía que se olvidase de que estaban surcando los mares en aquel momento, entre corrientes que los mecían de forma repetitiva. Estaba deseando hacer todas las cosas que su príncipe le describía, y pensaba en ellas a medida que se acurrucaba de nuevo en sus brazos, preguntándose si tendría la ropa necesaria para trepar. Si no era así, ya se la pediría prestada a alguien, aunque no fuese algo propio de una noble de su estatus.
Pero pese a que Maekar le pidió que durmiese, la mente de la leona seguía dando vueltas, haciéndose mil preguntas ahora que le había nombrado a su tío Brynden y a Mors. Estaba deseando entablar conversación con el primero, aunque sabía lo que se hablaba sobre su carácter fuerte. A Sofia siempre le habían gustado las personas así, sabía tratar con ellas, pues aunque no dejase que su mal carácter saliese a la superficie, su fuerte personalidad estaba ahí, bajo capas de buenos modos, y de vez en cuando salía a la luz. Pero no sabía qué esperar del dorniense.- ¿Y Cómo es Mors? Espero que te sea más fiel que su hermano. -comentó acariciando el pecho del dragón- Estuve hablando con Olyvar, y no eran precisamente piropos lo que te dedicaba. Me pidió que te hiciera razonar, que no esuvo bien tu forma de actuar, pero sigo sin verle nada que pudiese llevar a un familiar a retarte en duelo. Estuvo fuera de lugar... -comentó frunciendo el ceño. Le hubiese gustado no tener que esconder su relación con el príncipe en aquella ocasión, haber podido defenderle libremente, pero tenía que esforzarse por ocultar sus sentimientos para evitar riesgos, aunque no faltaba mucho para poder expresar aquello libremente, o eso esperaba.
Pero pese a que Maekar le pidió que durmiese, la mente de la leona seguía dando vueltas, haciéndose mil preguntas ahora que le había nombrado a su tío Brynden y a Mors. Estaba deseando entablar conversación con el primero, aunque sabía lo que se hablaba sobre su carácter fuerte. A Sofia siempre le habían gustado las personas así, sabía tratar con ellas, pues aunque no dejase que su mal carácter saliese a la superficie, su fuerte personalidad estaba ahí, bajo capas de buenos modos, y de vez en cuando salía a la luz. Pero no sabía qué esperar del dorniense.- ¿Y Cómo es Mors? Espero que te sea más fiel que su hermano. -comentó acariciando el pecho del dragón- Estuve hablando con Olyvar, y no eran precisamente piropos lo que te dedicaba. Me pidió que te hiciera razonar, que no esuvo bien tu forma de actuar, pero sigo sin verle nada que pudiese llevar a un familiar a retarte en duelo. Estuvo fuera de lugar... -comentó frunciendo el ceño. Le hubiese gustado no tener que esconder su relación con el príncipe en aquella ocasión, haber podido defenderle libremente, pero tenía que esforzarse por ocultar sus sentimientos para evitar riesgos, aunque no faltaba mucho para poder expresar aquello libremente, o eso esperaba.
Invitado- Invitado
Re: Asalto entre las olas {Maekar}
La miro preocupado no le gustaba que hablara con Olyvar, no le gustaba absolutamente nada, e incluso se lo hubiera ordenado que no volviera hacerlo, pero no lo haría por mucho coraje que le supusiera que su dama tuviera contacto con ese desgraciado, aunque por lo que escuchaba no le caía en gracia y le caía casi tan bien como a su persona.
Se acomodó mejor en la cama abrazándola con un brazo mientras el otro lo usaba para apoyarse y observarla desde algo de altura, le preocupaba Mors…así que era eso, quizás debiera contarlo lo acontecido en la tienda, seguramente terminaría enterándose y era su reina, y con ella no tenia secretos – No te preocupes por tío Mors, el no es como Olyvar, tiene buen corazón y ama mas el mar que a si mismo, es un buen hombre, ya lo conocerás amor mio, así que por eso no te preocupes.. – Sonrió suavemente inclinándose para tomar sus labios contra los suyos degustándolos durante unos segundos antes de separarse de nuevo- Debes contarme que charlaste con ese desgraciado….no te prohibiré hablar con el, pero no es ….buen hombre, ya lo has oído, y no dudo que ahora por su boca escuches nada mejor sobre mi, cuando fui a por Mance…tuvimos otro encontronazo ….
Paro unos segundos y negó suavemente con la cabeza como si negara de nuevo la situación una y otra vez por que realmente no la entendía. – Volvió a increparme que no era nadie para ordenarle nada, que el era un príncipe y que nunca se dejaría gobernar por los Targaryen, que si aquella era la forma que tendría para con ellos, tendría que usar métodos…mas …contundentes para negarse……no le entiendo mi amor….te juro que no comprendo a ese hombre, he salido a pescar con el, hemos cazado durante días luciérnagas y libélulas juntos cuando ambos éramos niños…y no se en que se a convertido en estos años que no nos hemos visto…pero temo que piense hacer una locura – Negó de nuevo abrazando a su dama y recostándose de nuevo en la cama con aire pensativo- Prométeme que cuando estemos casados y comprometidos oficialmente, te alejaras de el, no tomes nada de lo que te ofrezca, no te quedes a solas con el…no se de lo que seria capaz, pero parece que me odia tanto que podría hacerte daño a ti mi amor, y si eso ocurriese colgaría su cabeza de una pica sin pestañear..
Se acomodó mejor en la cama abrazándola con un brazo mientras el otro lo usaba para apoyarse y observarla desde algo de altura, le preocupaba Mors…así que era eso, quizás debiera contarlo lo acontecido en la tienda, seguramente terminaría enterándose y era su reina, y con ella no tenia secretos – No te preocupes por tío Mors, el no es como Olyvar, tiene buen corazón y ama mas el mar que a si mismo, es un buen hombre, ya lo conocerás amor mio, así que por eso no te preocupes.. – Sonrió suavemente inclinándose para tomar sus labios contra los suyos degustándolos durante unos segundos antes de separarse de nuevo- Debes contarme que charlaste con ese desgraciado….no te prohibiré hablar con el, pero no es ….buen hombre, ya lo has oído, y no dudo que ahora por su boca escuches nada mejor sobre mi, cuando fui a por Mance…tuvimos otro encontronazo ….
Paro unos segundos y negó suavemente con la cabeza como si negara de nuevo la situación una y otra vez por que realmente no la entendía. – Volvió a increparme que no era nadie para ordenarle nada, que el era un príncipe y que nunca se dejaría gobernar por los Targaryen, que si aquella era la forma que tendría para con ellos, tendría que usar métodos…mas …contundentes para negarse……no le entiendo mi amor….te juro que no comprendo a ese hombre, he salido a pescar con el, hemos cazado durante días luciérnagas y libélulas juntos cuando ambos éramos niños…y no se en que se a convertido en estos años que no nos hemos visto…pero temo que piense hacer una locura – Negó de nuevo abrazando a su dama y recostándose de nuevo en la cama con aire pensativo- Prométeme que cuando estemos casados y comprometidos oficialmente, te alejaras de el, no tomes nada de lo que te ofrezca, no te quedes a solas con el…no se de lo que seria capaz, pero parece que me odia tanto que podría hacerte daño a ti mi amor, y si eso ocurriese colgaría su cabeza de una pica sin pestañear..
Maekar Targaryen- Realeza
Re: Asalto entre las olas {Maekar}
Sofia asintió más segura cuando escuchó que Mors era de fiar. No tenía nada en su contra, pero siempre tendía a desconfiar de todo el mundo, más aún cuando la persona en cuestión tenía como hermano a alguien como Olyvar. Volvió a hacerlo cuando Maekar le dijo que no quería que hablase con el dorniense. En otra ocasión, al escuchar que le recomendaban no hacerlo, Sofia habría corrido a hacerlo de inmediato, pero no iba a ser así. Ella no se fiaba en absoluto de Olyvar, y no le costaría reducir sus ya escasos encuentros con él a cero. Frunció el ceño al oir hablar al Targaryen de otro encontronazo, y prestó atención escuchando qué era lo que había pasado.
Abrió los ojos sorprendida escuchando todo aquello- ¿Métodos contundentes? ¿Quién se cree que es? -repitió, preguntádose cómo podía ser tan inconsciente, cómo podía dedicar aquellas palabras a un príncipe en su propio territorio. Chasqeó la lengua al oir a su príncipe hablar de lo que había compartido con su tío. Le apenaba ver así a Maekar, que tuviese que pasar por eso cuando habian compartido tantos buenos momentos. Suspiró y acarició el rostro de su príncipe para reconfortarlo.- No me acercaré a él si crees que así será más seguro, mi amor. No quiero que lo pases mal por un acto de irresponsabilidad por mi parte.
Se acercó a él y le besó lentamente en los labios, acariciando su brazo.- No temas por mí. Se cuidar de mí misma, lo he hecho siempre. No compartiré ni el aire con él, no tengo interés por tratar con una persona así. -le besó de nuevo y le abrazó con fuerza- ¿Vas a hacer algo al respecto? No dejarás que te dirija semejantes palabras y se vaya de rositas, ¿no? -preguntó con el ceño fruncido. Sofia era vengativa, mucho, pero aquello iba más allá. Muchos habrían perdido la cabeza por aquello, y quería que Olyvar pagase de algún modo por lo que habría hecho.
Abrió los ojos sorprendida escuchando todo aquello- ¿Métodos contundentes? ¿Quién se cree que es? -repitió, preguntádose cómo podía ser tan inconsciente, cómo podía dedicar aquellas palabras a un príncipe en su propio territorio. Chasqeó la lengua al oir a su príncipe hablar de lo que había compartido con su tío. Le apenaba ver así a Maekar, que tuviese que pasar por eso cuando habian compartido tantos buenos momentos. Suspiró y acarició el rostro de su príncipe para reconfortarlo.- No me acercaré a él si crees que así será más seguro, mi amor. No quiero que lo pases mal por un acto de irresponsabilidad por mi parte.
Se acercó a él y le besó lentamente en los labios, acariciando su brazo.- No temas por mí. Se cuidar de mí misma, lo he hecho siempre. No compartiré ni el aire con él, no tengo interés por tratar con una persona así. -le besó de nuevo y le abrazó con fuerza- ¿Vas a hacer algo al respecto? No dejarás que te dirija semejantes palabras y se vaya de rositas, ¿no? -preguntó con el ceño fruncido. Sofia era vengativa, mucho, pero aquello iba más allá. Muchos habrían perdido la cabeza por aquello, y quería que Olyvar pagase de algún modo por lo que habría hecho.
Invitado- Invitado
Re: Asalto entre las olas {Maekar}
No te preocupes por eso amor mio, todo esta ya hablado, ese mismo día envie una carta a mi tía y padre para que se enterasen de lo ocurrido y Brynden también sabe que ocurre y tomara las medidas necesarias para asegurar la frágil paz que hay en el reino ahora mismo mi amada…. – Se inclino a besarla largamente mordiéndole el labio inferior y separándose lentamente luego para observarla y estudiarla- Mi amor…hay algo que tenemos que hacer y aclarar para cuidar de tu virtud y de tu buen nombre, y no creo que la mejor forma, aunque me duela mas de lo que te imaginas, sea el vernos a solas a altas horas de la noche, podemos seguir durmiendo juntos…pero alguna de tus damas debería acompañarte en tus visitas, no creo que diga nada por unos cuantos besos, pero tendremos que hacerlo así por el bien de tu reputación mi amor….
Buscaremos nuestros pequeños escondrijos en el barco para poder estar un tiempo a solas, pero no demasiado, esto tendrá que ser así hasta que nos casemos….mi amor… - Sonrió levemente sabia que tenia que ser así y que su dama lo sabia, pero aunque hombres de confianza podrían poner en entre dicho la bondad y virtud de su dama y el no quería que sufriera por aquellas palabras, era lo mejor y mas sensato, dejo su mano reposar suavemente en su cadera mirándola- Has sido muy valiente al venir a los aposentos de un príncipe en medio de la noche….creo que podríamos hacer que Mance se quede aquí y drogarlo para dormirlo luego….aunque realmente creo que lo mejor es que sean un par de damas…o podrían decir verdaderas barbaridades…
Ahora sonrió con aire mas travieso y bajo la mano suavemente por su muslo para acariciárselo y subir luego, sabia que apenas recordaba ya que estaba en el barco y los movimientos de este, siguió acariciándola subiendo lentamente hasta que se coloco encima de ella mirándola intensamente – Sabes…no se si debería comerte en este mismo instante Sofia o matarte a cosquillas….y creo que hare…lo segundo!! – Y dicho esto sonrió empezando a hacerle cosquillas a su dama.
Buscaremos nuestros pequeños escondrijos en el barco para poder estar un tiempo a solas, pero no demasiado, esto tendrá que ser así hasta que nos casemos….mi amor… - Sonrió levemente sabia que tenia que ser así y que su dama lo sabia, pero aunque hombres de confianza podrían poner en entre dicho la bondad y virtud de su dama y el no quería que sufriera por aquellas palabras, era lo mejor y mas sensato, dejo su mano reposar suavemente en su cadera mirándola- Has sido muy valiente al venir a los aposentos de un príncipe en medio de la noche….creo que podríamos hacer que Mance se quede aquí y drogarlo para dormirlo luego….aunque realmente creo que lo mejor es que sean un par de damas…o podrían decir verdaderas barbaridades…
Ahora sonrió con aire mas travieso y bajo la mano suavemente por su muslo para acariciárselo y subir luego, sabia que apenas recordaba ya que estaba en el barco y los movimientos de este, siguió acariciándola subiendo lentamente hasta que se coloco encima de ella mirándola intensamente – Sabes…no se si debería comerte en este mismo instante Sofia o matarte a cosquillas….y creo que hare…lo segundo!! – Y dicho esto sonrió empezando a hacerle cosquillas a su dama.
Maekar Targaryen- Realeza
Re: Asalto entre las olas {Maekar}
Sofia se quedó con os ojos cerrados y una sonrisa en los labios después del último beso de su príncipe, aunque los abrió muy lentamente mientras escuchaba sus palabras, las cuales no le hicieron demasiada gracia. Nunca le había gustado que le impidiesen hacer algo, más aún ccuando era algo que deseaba tanto como pasar tiempo con Maekar. Estaba convencida de que en su rostro se reflejó su disgusto, y no intentó diimularlo, aunque tampoco dejó que dominase la situación.
Abandonó la postura que había adoptado y se puso mirando a las vigas del techo de madera, alumbrada tan solo por la tenue luz de una vela. Era consciente de que lo que hacían era arriesgado, pero no veia que pasase nada si lo hacían con el cuidado y la discreción necesarios, y esa era la especialidad de la leona. No le importaba su reputación, lo que dijeran sobre su honor y su virtud, para ella todo eso estaba de más. Tan solo quería aprovechar con su príncipe los únicos días que tendría para hacerlo, pues al llegar a la capital aquello cambiaría. Su rostro se volvió serio, y se limitó a asentir a todo lo que él decía, sin apenas hacer caso. Dejó que se colocase sobre ella, y se retorció intentando impedir que le hiciese cosquillas.
Eso hizo que la leona riese, pero en cuanto consiguió atrapar las manos de Maekar entre las suyas las risas se apagaron- ¿Quieres que me vaya? -preguntó. No iba a protestar. Si él así lo quería, ella se levantaría y volvería a su cama a intentar dormir.- Podemos vernos por la mañana, cuando estén todos. Le daré los buenos días al príncipe Maekar y volveré a mis tareas. Tranquilo, seré discreta, no sospecharán. Aunque si tan arriesgado es que quiera disfrutar de mi futuro esposo antes de que lleguemos a Desembarco, no entiendo que antes dijeras que aquí no tenemos por qué escondernos -dijo molesta. Si debía ser así, sería de ese modo como actuaría.
Abandonó la postura que había adoptado y se puso mirando a las vigas del techo de madera, alumbrada tan solo por la tenue luz de una vela. Era consciente de que lo que hacían era arriesgado, pero no veia que pasase nada si lo hacían con el cuidado y la discreción necesarios, y esa era la especialidad de la leona. No le importaba su reputación, lo que dijeran sobre su honor y su virtud, para ella todo eso estaba de más. Tan solo quería aprovechar con su príncipe los únicos días que tendría para hacerlo, pues al llegar a la capital aquello cambiaría. Su rostro se volvió serio, y se limitó a asentir a todo lo que él decía, sin apenas hacer caso. Dejó que se colocase sobre ella, y se retorció intentando impedir que le hiciese cosquillas.
Eso hizo que la leona riese, pero en cuanto consiguió atrapar las manos de Maekar entre las suyas las risas se apagaron- ¿Quieres que me vaya? -preguntó. No iba a protestar. Si él así lo quería, ella se levantaría y volvería a su cama a intentar dormir.- Podemos vernos por la mañana, cuando estén todos. Le daré los buenos días al príncipe Maekar y volveré a mis tareas. Tranquilo, seré discreta, no sospecharán. Aunque si tan arriesgado es que quiera disfrutar de mi futuro esposo antes de que lleguemos a Desembarco, no entiendo que antes dijeras que aquí no tenemos por qué escondernos -dijo molesta. Si debía ser así, sería de ese modo como actuaría.
Invitado- Invitado
Re: Asalto entre las olas {Maekar}
Mi amor….no te pongas así y no te enfades….no estoy diciendo que tengamos que llevar nuestro amor a escondidas ni nada por el estilo, no digo que no podamos besarlos mientras el aire del mar mece nuestros cabellos mi amor…solo digo que tus doncellas pueden pensar mal si pasas las noches en mi camarote a solas conmigo….sabemos que no pasara nada de lo que debamos avergonzarnos pero ellas si lo pensaran……además, sabes perfectamente que no hay nada mas que yo desee que tenerte en mi cama completamente a mi merced Sofia…..estoy veinte días serán para mi una tortura y una bendición…. – Sonrió soltándose de su agarre solo para ser ahora el, el que lo tomara colocándole suavemente los brazos sobre la cabeza para inmovilizarla inclinándose para besarla largamente, suspirando sobre aquellos labios que le traían loco.
Se quedo sentado sobre las caderas de su dama observándola largamente gracias a la luz que desprendía la pequeña llama de la vena, encantándose con sus facciones y con las pecas que por el sol que recibiría en el viaje seguramente se hicieran mas vistosas y deliciosas, se inclino de nuevo para besar sus parpados y hacer lo mismo seguidamente de sus labios, soltándole finalmente las manos para que pudiera abrazarlo y rodando para no aplastarla con todo el peso de su cuerpo, no debería dejarla quedarse allí, y sabia lo difícil que se le presentarían aquellos veinte días para no tomarla y hacerla la mujer del dragón como su sangre llevaba pidiéndole desde aquel primer encuentro, pero era un caballero y esperaría como tal a los esponsales que haría que se celebrasen lo mas pronto posible.
Sofia....ains...Sofia, que voy a hacer contigo, metiendote de esta forma en mi cuarto y tentandome con esos ojitos de leoncita que me traen loco....es eso lo que quieres verdad...volverme loco y tenerme a tus pies.....lo sabia... - Sonrio divertido y le acaricio el rostor suavemente despejando este de cabello, colocandolo detras de la oreja de su dama- Sabes que eres lo que mas amo en este mundo Sof?..
Se quedo sentado sobre las caderas de su dama observándola largamente gracias a la luz que desprendía la pequeña llama de la vena, encantándose con sus facciones y con las pecas que por el sol que recibiría en el viaje seguramente se hicieran mas vistosas y deliciosas, se inclino de nuevo para besar sus parpados y hacer lo mismo seguidamente de sus labios, soltándole finalmente las manos para que pudiera abrazarlo y rodando para no aplastarla con todo el peso de su cuerpo, no debería dejarla quedarse allí, y sabia lo difícil que se le presentarían aquellos veinte días para no tomarla y hacerla la mujer del dragón como su sangre llevaba pidiéndole desde aquel primer encuentro, pero era un caballero y esperaría como tal a los esponsales que haría que se celebrasen lo mas pronto posible.
Sofia....ains...Sofia, que voy a hacer contigo, metiendote de esta forma en mi cuarto y tentandome con esos ojitos de leoncita que me traen loco....es eso lo que quieres verdad...volverme loco y tenerme a tus pies.....lo sabia... - Sonrio divertido y le acaricio el rostor suavemente despejando este de cabello, colocandolo detras de la oreja de su dama- Sabes que eres lo que mas amo en este mundo Sof?..
Maekar Targaryen- Realeza
Re: Asalto entre las olas {Maekar}
- No me enfado -dijo cuando Maekar le dijo que no lo hiciera. No tenía intención de interrumpir, solo de que quedase claro -aunque no fuese cierto- , así que le alegró ver que él seguía hablando. Evitaba mirarle a los ojos. Había pocas personas más orgullosas que Sofia Lannister, orgullosa hasta el punto de querer seguir enfadada tan solo por no dar su brazo a torcer, pero sabía que con el dragón no iba a conseguirlo, no si le miraba a los ojos, pues eso haría que sus capas de orgullo se desvaneciesen hasta dejarla vulnerable. Volvió a salir el tema de lo que pudiesen pensar los demás, pero Sofia se mordió la lengua. ¿Qué más le daba a ella lo que pensasen sus doncellas? La leona sabía cosas sobre ellas con las que podía humillarlas si quería, y cuando se tenía ese tipo de ventajas sobre alguien, no se le daba crédito a lo que pensasen o dejasen de pensar.
Cuando él se quitó de encima, ella conservó su postura, aunque terminó girándose en su dirección, aún sin mirarle. Jugueteaba con uno de los mechones dorados de su pelo, enrollándolo entre sus dedos mientras escuchaba al príncipe, hasta que una leve sonrisa se delineó en sus labios cuando escuchó cómo hablaba de sus ojos. Cuando se acercó después hasta su rostro y colocó su cabello detrás de su oreja, el mechón con el que jugaba se le escapó de los dedos, así que le miró a los ojos de forma involuntaria, comprobando así que no estaba equivocada. La sombra de su enfado se esfumó al verse reflejada en los ojos de su príncipe, y resopló fastidiada por ello. No le gustaba ser vulnerable ante nada.- Lo se, y tú también eres lo más importante que tengo. Por eso quiero pasar contigo todo el tiempo que pueda, porque sé que cuando lleguemos a Desembarco nuestra libertad se reducirá muchísimo. Apenas podremos estar juntos, y cuando eso sea así, no quiero pensar en el tiempo que perdí contigo. -dijo exaltada- No quiero pensar en lo que pensará cualquiera de las mujeres que me acompaña. No me importa. Solo quiero estar contigo -insistió con tal ahínco que se sintió hasta infantil, soltando un leve gruñido de frustración por ello.
Cuando él se quitó de encima, ella conservó su postura, aunque terminó girándose en su dirección, aún sin mirarle. Jugueteaba con uno de los mechones dorados de su pelo, enrollándolo entre sus dedos mientras escuchaba al príncipe, hasta que una leve sonrisa se delineó en sus labios cuando escuchó cómo hablaba de sus ojos. Cuando se acercó después hasta su rostro y colocó su cabello detrás de su oreja, el mechón con el que jugaba se le escapó de los dedos, así que le miró a los ojos de forma involuntaria, comprobando así que no estaba equivocada. La sombra de su enfado se esfumó al verse reflejada en los ojos de su príncipe, y resopló fastidiada por ello. No le gustaba ser vulnerable ante nada.- Lo se, y tú también eres lo más importante que tengo. Por eso quiero pasar contigo todo el tiempo que pueda, porque sé que cuando lleguemos a Desembarco nuestra libertad se reducirá muchísimo. Apenas podremos estar juntos, y cuando eso sea así, no quiero pensar en el tiempo que perdí contigo. -dijo exaltada- No quiero pensar en lo que pensará cualquiera de las mujeres que me acompaña. No me importa. Solo quiero estar contigo -insistió con tal ahínco que se sintió hasta infantil, soltando un leve gruñido de frustración por ello.
Invitado- Invitado
Re: Asalto entre las olas {Maekar}
Había percibido el cuerpo tenso de su dama, sabia que seguía un poco molesta, que no estaba del todo a gusto hasta que se relajo finalmente en sus labios y soltó aquello que tenia dentro, así que no quería pensar en lo que pensaban los demás, querían que fueran solo ellos dos, si ella confiaba en sus damas y su tío en los suyos entonces no había nada que temer, por que todos eran de plena confianza, y no había nada que temer, miro intensamente a su dama y se acerco para besarla suavemente abrazándola contra su cuerpo, casi meciéndola en este.
Escucho cada palabra y se separo lo suficiente como para verla largamente – Sofia…..si me dices esas cosas ….esta bien, al infierno los siete reinos y los siete dioses, dormirás conmigo cada día, comeremos juntos, y estaremos juntos todo el tiempo posible, y cuando salgamos de aquí, que sean lo que los siete quieran, no puedo negarte nada mi amor… - Soltó un largo suspiro y sonrió empezando a dejarle suaves besos por todo el rostro y luego en los labios de forma rápido, uno tras de otro colocando su cuerpo ligeramente sobre el suyo pero sin cubrirla por completo.
Pero mi señora si vamos a dormir juntos cada noche, te pediré que no traigas ropa que estorbe en mi presencia, dormiremos, pero piel contra piel…y tengo que cerrar esa puerta, solo yo puedo ver ese cuerpo…yo y nuestros futuros hijos… - Sonrió alzándose y caminando a la puerta para cerrarla de tal manera que nadie pudiera visitarles de forma intempestiva e imprevista pudiendo encontrarlos en alguna incomoda acción para el visitante.
La miro tumbada en su cama y con un rápido movimiento se quito la camisa que llevaba para acostarse de nuevo haciendo que se moviera a la zona pegada en al pared, estarían algo estrechos y apretados, pero sin duda era mucho mas cómodo que dormir a solas consigo mismo. – Se te ha pasado ya el enfado mi amor?...
Escucho cada palabra y se separo lo suficiente como para verla largamente – Sofia…..si me dices esas cosas ….esta bien, al infierno los siete reinos y los siete dioses, dormirás conmigo cada día, comeremos juntos, y estaremos juntos todo el tiempo posible, y cuando salgamos de aquí, que sean lo que los siete quieran, no puedo negarte nada mi amor… - Soltó un largo suspiro y sonrió empezando a dejarle suaves besos por todo el rostro y luego en los labios de forma rápido, uno tras de otro colocando su cuerpo ligeramente sobre el suyo pero sin cubrirla por completo.
Pero mi señora si vamos a dormir juntos cada noche, te pediré que no traigas ropa que estorbe en mi presencia, dormiremos, pero piel contra piel…y tengo que cerrar esa puerta, solo yo puedo ver ese cuerpo…yo y nuestros futuros hijos… - Sonrió alzándose y caminando a la puerta para cerrarla de tal manera que nadie pudiera visitarles de forma intempestiva e imprevista pudiendo encontrarlos en alguna incomoda acción para el visitante.
La miro tumbada en su cama y con un rápido movimiento se quito la camisa que llevaba para acostarse de nuevo haciendo que se moviera a la zona pegada en al pared, estarían algo estrechos y apretados, pero sin duda era mucho mas cómodo que dormir a solas consigo mismo. – Se te ha pasado ya el enfado mi amor?...
Maekar Targaryen- Realeza
Re: Asalto entre las olas {Maekar}
Una amplia sonrisa se dibujó en los labios de Sofia. Una sonrisa por poder aprovechar el tiempo que les quedase para estar juntos; una sonrisa por haber conseguido lo que quería. Le abrazó con fuerza mientras sentía todos aquellos besos, y asintió enérgicamente cuando su príncipe le contó las condiciones. Iba a ser más fácil para ambos contenerse si había capas de tela que les estorbasen, pero era mucho lo que le había dpedido ella, así que si a cambio él quería apreciar su desnudez cada noche, lo haría sin rechistar.
Le dejó marchar cuando se levantó de la cama para cerrar bien la puerta, siguiéndolo con la mirada mientras se mordía el labio inferior, dudosa de si lo que iba a hacer era lo que Maekar le habia dicho. Bajó sus manos por aquellos ropajes de sedas vaporosas, y deshizo las lazadas que sujetaban la prenda a la altura de su pecho, hasta que el camisón quedo abierto hasta la altura de su cintura, momento que aprovechó para bajarlo por sus hombros y quitárselo por los pies, adquiriendo posturaas poco elegantes o propias de una ditinguida dama de la nobleza, lo que la hizo soltar una risita.
Pero cuando Maekar le preguntó por su enfado, simplemente se encogió de hombros- Bueno, un poco... No cantes victoria todavia -dijo con una sonrisa, claramente menos enfadada. Se apretó contra la pared y recibió a su príncipe entre sus brazos, abrazándose a él. No le importaba dormir acorralada. Sui hubiese sido en otro lugar, en tierra firme, dormir apretada le hubiese molestado, pero en un barco le daba sensación de seguridad, como si las barreras formadas por la padred y por el Targaryen que la acompañaba fuesen inflanqueables.
Le dejó marchar cuando se levantó de la cama para cerrar bien la puerta, siguiéndolo con la mirada mientras se mordía el labio inferior, dudosa de si lo que iba a hacer era lo que Maekar le habia dicho. Bajó sus manos por aquellos ropajes de sedas vaporosas, y deshizo las lazadas que sujetaban la prenda a la altura de su pecho, hasta que el camisón quedo abierto hasta la altura de su cintura, momento que aprovechó para bajarlo por sus hombros y quitárselo por los pies, adquiriendo posturaas poco elegantes o propias de una ditinguida dama de la nobleza, lo que la hizo soltar una risita.
Pero cuando Maekar le preguntó por su enfado, simplemente se encogió de hombros- Bueno, un poco... No cantes victoria todavia -dijo con una sonrisa, claramente menos enfadada. Se apretó contra la pared y recibió a su príncipe entre sus brazos, abrazándose a él. No le importaba dormir acorralada. Sui hubiese sido en otro lugar, en tierra firme, dormir apretada le hubiese molestado, pero en un barco le daba sensación de seguridad, como si las barreras formadas por la padred y por el Targaryen que la acompañaba fuesen inflanqueables.
Invitado- Invitado
Re: Asalto entre las olas {Maekar}
No pudo evitar reír con cierto aire travieso a la desnudez de su dama, el permaneció con sus jubones, no quería cometer una insensatez todavía si su dama deseaba quitárselo era otro asunto completamente distinto, el por su parte se las habría quitado de todas formas pues quería disfrutar del calor y suavidad de su dama entre sus manos, enterró rápidamente el rostro en sus cabellos y cuello para dejar allí pequeños besos y mordiscos mientras sus manos intentaban hacerle cosquillas divertido y encantado por dejar atrás cualquier duda o desavenencia con su dama.
Te comería entera Sofia, toda para mi….. – Sonrió depositando un par de mordiscos mas antes de alzarse para atrapar sus labios contra los suyos besándolos de forma mas sosegada y tranquila, disfrutando de su suavidad mientras sus manos reposaban tranquilamente sobre la cintura de esta, acariciando suavemente la espalda y la que pierde el nombre de dicha parte, después de unos cuantos tranquilos besos se separo para mirarla largamente con una suave sonrisa- Cuando lleguemos a la fortaleza roja te enseñare todos los pasadizos que yo utilizaba para escaparme, serán bastante mas de los que tu tendrás en tus aposentos, pero intentare ser yo el que me escape para visitarte....tengo una gran biblioteca y podrás leer lo que quieras mientras yo no pueda estar contigo…aunque mi madre y mi tía dudo que te den un segundo de respiro cotilleando y contándote batallas sobre mi persona cuando era un infante.. te adoraran Sofia…eres perfecta, seguro que estarás muy a gusto con ellas…y cuando nos casemos te llevare a mi castillo, aun faltan unos cuantos detalle, pero cuando terminemos mi padre ha dicho que me lo cederá para que haga mi vida allí, en Refugio Estival…es un lugar hermoso mi amor….
Sonrió y le recoloco de nuevo aquellos suaves y rebeldes cabellos que parecían que querían tapar la bella imagen que era su princesa reposando tranquilamente en las mantas y mirándole fijamente- Los niños podrán correr sin peligro, hay hermosos jardines y fuentes…y podremos tener tantos animales como queramos, perros, gatos….hurones?... – Sonrió inclinándose para besarla suavemente de nuevo acariciando su mejilla con la suya propia luego abrazándola suavemente contra su pecho, no quería pensar demasiado en la guerra, solo en la felicidad que compartirían ellos dos, solo en eso.
Te comería entera Sofia, toda para mi….. – Sonrió depositando un par de mordiscos mas antes de alzarse para atrapar sus labios contra los suyos besándolos de forma mas sosegada y tranquila, disfrutando de su suavidad mientras sus manos reposaban tranquilamente sobre la cintura de esta, acariciando suavemente la espalda y la que pierde el nombre de dicha parte, después de unos cuantos tranquilos besos se separo para mirarla largamente con una suave sonrisa- Cuando lleguemos a la fortaleza roja te enseñare todos los pasadizos que yo utilizaba para escaparme, serán bastante mas de los que tu tendrás en tus aposentos, pero intentare ser yo el que me escape para visitarte....tengo una gran biblioteca y podrás leer lo que quieras mientras yo no pueda estar contigo…aunque mi madre y mi tía dudo que te den un segundo de respiro cotilleando y contándote batallas sobre mi persona cuando era un infante.. te adoraran Sofia…eres perfecta, seguro que estarás muy a gusto con ellas…y cuando nos casemos te llevare a mi castillo, aun faltan unos cuantos detalle, pero cuando terminemos mi padre ha dicho que me lo cederá para que haga mi vida allí, en Refugio Estival…es un lugar hermoso mi amor….
Sonrió y le recoloco de nuevo aquellos suaves y rebeldes cabellos que parecían que querían tapar la bella imagen que era su princesa reposando tranquilamente en las mantas y mirándole fijamente- Los niños podrán correr sin peligro, hay hermosos jardines y fuentes…y podremos tener tantos animales como queramos, perros, gatos….hurones?... – Sonrió inclinándose para besarla suavemente de nuevo acariciando su mejilla con la suya propia luego abrazándola suavemente contra su pecho, no quería pensar demasiado en la guerra, solo en la felicidad que compartirían ellos dos, solo en eso.
Maekar Targaryen- Realeza
Re: Asalto entre las olas {Maekar}
Sofia se mordió el labio inferior cuando escuchó a Maekar, teniendo que morderse la lengua para no decirle que lo hiciera. Tendrían que esperar, y lo sabía, aunque fuese a costarle más de lo que habría esperado. Pero podía esperar, por supuesto. La simple compañía de su príncipe era más que suficiente para hacer que la leona fuese feliz, más aún sabiendo que en tan solo unos días el contacto con él tendría que reducirse bastante por las obligaciones que el dragón tenía en la capital.
Después de un tranquilo y lento beso, Sofia apoyó la mejilla sobre el pecho de Maekar, trazando círculos con su dedo índice en una caricia, mientras escuchaba todas las palabras del Targaryen. No sabía cual sería la opinión de su padre, pero ésta no era la única que le importaba. Tanto o más contaba la de Daeron, al igual que la de su esposa Myriah y el resto de la familia. Sabía que Shiera les apoyaba, o al menos no se oponía, pero temía que el rey no aprobara aquella unión, que quisiese otra dama para su hijo, otra de una casa de bando opuesto para afianzar el apoyo de su familia, o quizá tuviese unos planes diferentes para Maekar, otros que no incluyesen una esposa e hijos. Creía a su príncipe cuando le decía que dejaría todo por ella, pero siempre quedaba algo de temor al respecto, aunque fuese en el fondo.
Alzó la cabeza buscando sus ojos con la mirada cuando le habló de Refugio Estival, con una sonrisa en los labios- Seguro que es precioso -dijo encantada. Sofia nunca había visitado aquel lugar, ni siquiera de paso, pero había leído descripciones, y no era mal lugar para pasar el resto de sus días, aunque siempre fuese a echar de menos Roca Casterly. Se echó a reir cuando mencionó a los hurones, viniéndole a la cabeza de inmediato la imagen de Cuchilla, quien debía estar dormido por algún rincón de la habitación.- No descansaré hasta hacerme con un león -afirmó.
Después de un tranquilo y lento beso, Sofia apoyó la mejilla sobre el pecho de Maekar, trazando círculos con su dedo índice en una caricia, mientras escuchaba todas las palabras del Targaryen. No sabía cual sería la opinión de su padre, pero ésta no era la única que le importaba. Tanto o más contaba la de Daeron, al igual que la de su esposa Myriah y el resto de la familia. Sabía que Shiera les apoyaba, o al menos no se oponía, pero temía que el rey no aprobara aquella unión, que quisiese otra dama para su hijo, otra de una casa de bando opuesto para afianzar el apoyo de su familia, o quizá tuviese unos planes diferentes para Maekar, otros que no incluyesen una esposa e hijos. Creía a su príncipe cuando le decía que dejaría todo por ella, pero siempre quedaba algo de temor al respecto, aunque fuese en el fondo.
Alzó la cabeza buscando sus ojos con la mirada cuando le habló de Refugio Estival, con una sonrisa en los labios- Seguro que es precioso -dijo encantada. Sofia nunca había visitado aquel lugar, ni siquiera de paso, pero había leído descripciones, y no era mal lugar para pasar el resto de sus días, aunque siempre fuese a echar de menos Roca Casterly. Se echó a reir cuando mencionó a los hurones, viniéndole a la cabeza de inmediato la imagen de Cuchilla, quien debía estar dormido por algún rincón de la habitación.- No descansaré hasta hacerme con un león -afirmó.
Invitado- Invitado
Re: Asalto entre las olas {Maekar}
No pudo evitar soltar una pequeña carcajada al escuchar aquello, su leona le había destrozado su primer regalo, bueno esperaría y dejaría que pensara que conseguiría uno por si misma, el tenia que pensar la forma de hacerse con uno blanco para su dama, y si no era posible una noble leona que la protegiera de todo peligro posible, como hacia con el su pequeño Cuchilla.
Se alzo ligeramente para mirar a su dama besándole la punta de la nariz con aire divertido- Así que un Leon…y que será de mi entonces? Me cambiaras por un cachorrito de león o leona? Cual de los dos te gusta mas…por cierto Sofia, sabes que tengo un huevo de dragón cierto? Te lo enseñare cuando lleguemos a Desembarco te lo enseñare, es rojo Targaryen…ojala se abriera me gustaría poder tener un dragón como tu un león….pero ya veremos si podemos hacer algo.. – Sonrió suavemente besándole suavemente de nuevo y acomodándola mejor contra su cuerpo.
Estas mas tranquila mi princesa?..... – Sonrió suavemente mirándola, esperando que estuviera ahora mucho mas tranquila por el movimiento del barco, las noches eran tranquilas y por tanto el movimiento se sentía mas al no haber movimiento en el barco- Si sientes que te mareas o algo así cuando estemos durmiendo solo pon tu rostro sobre mi pecho y concéntrate en mis latidos, es lo que yo hice la primera vez que monte en barco con mi madre, fue así como me calme antes de tomar confianza y corretear por todo el barco…. – Sonrió acariciándole el rostro y acomodándola para que quedara seudo tumbada sobre el para que escuchara a la perfección sus latidos fuertes y concisos.
Se alzo ligeramente para mirar a su dama besándole la punta de la nariz con aire divertido- Así que un Leon…y que será de mi entonces? Me cambiaras por un cachorrito de león o leona? Cual de los dos te gusta mas…por cierto Sofia, sabes que tengo un huevo de dragón cierto? Te lo enseñare cuando lleguemos a Desembarco te lo enseñare, es rojo Targaryen…ojala se abriera me gustaría poder tener un dragón como tu un león….pero ya veremos si podemos hacer algo.. – Sonrió suavemente besándole suavemente de nuevo y acomodándola mejor contra su cuerpo.
Estas mas tranquila mi princesa?..... – Sonrió suavemente mirándola, esperando que estuviera ahora mucho mas tranquila por el movimiento del barco, las noches eran tranquilas y por tanto el movimiento se sentía mas al no haber movimiento en el barco- Si sientes que te mareas o algo así cuando estemos durmiendo solo pon tu rostro sobre mi pecho y concéntrate en mis latidos, es lo que yo hice la primera vez que monte en barco con mi madre, fue así como me calme antes de tomar confianza y corretear por todo el barco…. – Sonrió acariciándole el rostro y acomodándola para que quedara seudo tumbada sobre el para que escuchara a la perfección sus latidos fuertes y concisos.
Maekar Targaryen- Realeza
Re: Asalto entre las olas {Maekar}
Sofia arrugó la nariz al sentir el besito que le daba Maekar, el cual provocó que una risita suave saliese de sus labios.- Leona -respondió en cuanto el príncipe preguntó por el género del animal que tanto deseaba- Si quiero protección, no hay duda de cual es mejor. Las leonas somos... son independientes, fuertes y luchan contra cualquiera por proteger a los suyos -dijo con una sonrisa, pensando en cuánto podía asemejarse al animal que se veía representado en el blasón de su casa.- Pero tú siempre serás el primero, mi amor. Por muchos cahorros que haya -añadió acariciándole la mejilla, alcanzando finalmente sus labios con los de ella.
- ¿En serio? -preguntó mirando al Targaryen- Había escuchado rumores, pero creía que no eran más que eso. ¿Por qué no me lo habías contado? -preguntó impresionada por la noticia- Tienes que dejarme verlo -dijo con tono insistente. Si ver un león le haría ilusión, estar en presencia de un dragón debía ser maravilloso. Maravilloso o terrorífico, dependiendo de en qué bando se encontrara. Se acomodó en el pecho de su príncipe, a quien no dudó en hacer caso. Era cierto que con él se encontraba mucho más segura, pero aún así no dejaba de pensar en las opciones que aún había de quedarse en medio del mar buscando algún tablón de madera al que aferrarse para no morir ahogada.
Suspiró, cerró los ojos con fuerza y los volvió a abrir, queriendo quitarse esa imagen de la cabeza. Los latidos del dragón eran rítmicos y constantes, no como los hasta ahora desvocados de ella, pero escucharlos hizo que aquel ritmo se contagiase, sintiéndose más relajada con el paso de los segundos. Rió al imaginarse a un pequeño Maekar correteando por un barco. La leona siempre había tenido una memoria prodigiosa, aún más cuando se trataba de escenas del pasado, por lo que recordaba perfectamente el rostro de su príncipe cuando aún era niño. Era así como imaginaba a sus hijos.- Sí -respondió- Parece mentira que alguien consiga que olvide lo que hay al otro lado de estas paredes y debajo de estos suelos -suspiró.
- ¿En serio? -preguntó mirando al Targaryen- Había escuchado rumores, pero creía que no eran más que eso. ¿Por qué no me lo habías contado? -preguntó impresionada por la noticia- Tienes que dejarme verlo -dijo con tono insistente. Si ver un león le haría ilusión, estar en presencia de un dragón debía ser maravilloso. Maravilloso o terrorífico, dependiendo de en qué bando se encontrara. Se acomodó en el pecho de su príncipe, a quien no dudó en hacer caso. Era cierto que con él se encontraba mucho más segura, pero aún así no dejaba de pensar en las opciones que aún había de quedarse en medio del mar buscando algún tablón de madera al que aferrarse para no morir ahogada.
Suspiró, cerró los ojos con fuerza y los volvió a abrir, queriendo quitarse esa imagen de la cabeza. Los latidos del dragón eran rítmicos y constantes, no como los hasta ahora desvocados de ella, pero escucharlos hizo que aquel ritmo se contagiase, sintiéndose más relajada con el paso de los segundos. Rió al imaginarse a un pequeño Maekar correteando por un barco. La leona siempre había tenido una memoria prodigiosa, aún más cuando se trataba de escenas del pasado, por lo que recordaba perfectamente el rostro de su príncipe cuando aún era niño. Era así como imaginaba a sus hijos.- Sí -respondió- Parece mentira que alguien consiga que olvide lo que hay al otro lado de estas paredes y debajo de estos suelos -suspiró.
Invitado- Invitado
Re: Asalto entre las olas {Maekar}
Sonrió divertido acariciando suavemente los brazos de sus dama, mientras su boca se abría suavemente para albergar un bostezo en ella y sonreír cansadamente, era cierto que llevaba mucho tiempo sin dormir decentemente y aquella noche ciertamente podía ser la primera que disfrutara con tranquilidad de su dama, sin preocuparse de despertar temprano para escapar, solo dormir con ella en sus brazos sin temor alguno, hubiera querido seguir mimando a su dama, seguir tranquilizándola durante un par de horas mas, pero sentía como sus parpados pesados le pedían cerrarse de una vez, al menos durante unos minutos y así lo hizo.
Cerro los ojos acomodándose en la cama con su dama suavemente apoyada en su pecho, al principio solo iban a ser unos segundos para descansar la mirada, pero pronto su respiración de se volvió pesada y profunda, haciendo que su pecho se moviera al ritmo del sueño y su cuerpo se relajara completamente sintiendo el calor de su dama contra su cuerpo, dejándose llevar por su olor y calidad, así como el suave bamboleo que le proporcionaba el mar en aquella cabina, mañana se levantaría temprano seguramente, y disfrutaría de su viaje, aunque tenia temas que tratar con bastantes miembros de aquella particular tripulación, pero por ahora sus pensamientos o mas bien sueños lo llevaban a un futuro lejano plagado de niños rubios, lleno de leones y dragones a partes iguales.
Cerro los ojos acomodándose en la cama con su dama suavemente apoyada en su pecho, al principio solo iban a ser unos segundos para descansar la mirada, pero pronto su respiración de se volvió pesada y profunda, haciendo que su pecho se moviera al ritmo del sueño y su cuerpo se relajara completamente sintiendo el calor de su dama contra su cuerpo, dejándose llevar por su olor y calidad, así como el suave bamboleo que le proporcionaba el mar en aquella cabina, mañana se levantaría temprano seguramente, y disfrutaría de su viaje, aunque tenia temas que tratar con bastantes miembros de aquella particular tripulación, pero por ahora sus pensamientos o mas bien sueños lo llevaban a un futuro lejano plagado de niños rubios, lleno de leones y dragones a partes iguales.
Maekar Targaryen- Realeza
Re: Asalto entre las olas {Maekar}
Alzó la vista al escuchar a su príncipe bostezar, y acto seguido lo hizo ella, contagiada por aquel gesto, tapándose la boca con la mano. Se acomodó después entre sus brazos, abrazándole con fuerza. Sentir sus brazos a su alferedor hacía que pareciese que aunque el barco terminase estrellado contra una roca o en el fondo del océano, ella estaría a salvo.
Aquel había sido un día atareado para Sofia, y su cuerpo lo notaba, unido a la sensación de estar a bordo de un navío, que no era agradable. Pero pese a ello, parecía que su príncipe llevaba ventaja. La leona sentía cómo la respiración del león era más acompasada y cómo su cuerpo se relajaba.
- Descansa, mi amor -murmuró para no despertarle al tiempo que se alzaba un poco para besar sus labios con delicadeza. Si para ella había sido un día agotador, para él debía haberlo sido mucho más, así que después de aquello tan solo acarició su rostro suavemente, y permaneció observándole durante algunos segundos, haciendo que una sonrisa boba se dibujase en su rostro. Los párpados le pesaban, y el vaivén del buque había pasado de ser horrible a relajante. Se acurrucó una vez más en el pecho de su futuro esposo sintiendo cómo las olas los mecían, hacíendola volver a aquellas noches en que su madre la acunaba en su mecedora para que conciliase el sueño. Y así lo hizo también aquella noche, esperando que pudiese compartir muchas más con su príncipe, sin miedos a ser descubiertos.
Aquel había sido un día atareado para Sofia, y su cuerpo lo notaba, unido a la sensación de estar a bordo de un navío, que no era agradable. Pero pese a ello, parecía que su príncipe llevaba ventaja. La leona sentía cómo la respiración del león era más acompasada y cómo su cuerpo se relajaba.
- Descansa, mi amor -murmuró para no despertarle al tiempo que se alzaba un poco para besar sus labios con delicadeza. Si para ella había sido un día agotador, para él debía haberlo sido mucho más, así que después de aquello tan solo acarició su rostro suavemente, y permaneció observándole durante algunos segundos, haciendo que una sonrisa boba se dibujase en su rostro. Los párpados le pesaban, y el vaivén del buque había pasado de ser horrible a relajante. Se acurrucó una vez más en el pecho de su futuro esposo sintiendo cómo las olas los mecían, hacíendola volver a aquellas noches en que su madre la acunaba en su mecedora para que conciliase el sueño. Y así lo hizo también aquella noche, esperando que pudiese compartir muchas más con su príncipe, sin miedos a ser descubiertos.
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