Conectarse
Últimos temas
Este foro está basado en la saga de George R.R. Martin titulada "Canción de Hielo y Fuego", además sacamos contenido de diversas webs relacionadas como Asshai.com o de Hielo y Fuego Wikia. También traducimos expresamente artículos relacionados de Westeros.org para utilizarlos en Valar Morghulis. Los gráficos, plantillas, reglas y personajes cannon fueron creados por los miembros del Staff por lo que poseemos derechos reservados. No intentes plagiar o tomar algo sin habernos notificado o nos veremos forzados a tomar las medidas necesarias y a efectuar las denuncias correspondientes a Foroactivo.
Un pez que no nada [Libre]
2 participantes
Página 1 de 1.
Un pez que no nada [Libre]
Estaba cansada de estar allí. Había buscado a Lysa, siempre le gustaba conversar con su hermana en sus ratos muertos, pero no la había localizado. La gente la agobiaba, había demasiada y solían pasar muy cerca de ella cuando paseaban. Eso la repugnaba.
Sin embargo, decidió dar un paseo. Había puestos en las calles y podía ir a observar cuáles eran los gustos de la gente. Le interesaba saberlo, le gustaba captar información de los demás para ver si compartían gustos o si, por el contrario, eran tan distintos como el agua y el fuego.
Se lavó al completo y se peinó. Alia no quería tocarla ya que llevaba varios días muy irascible, alejarse de Medgard causaba en ella una mella profunda. Y si Alia no la tocaba, siendo la única a la que se lo permitía, cualquier otro u otra que osase ponerle una mano encima podía llevarse desde un grito a una bofetada o un puñetazo. Y si era temeroso, se cuidaría de hacerlo al ver la espada pequeña que siempre llevaba Silvia colgada, que no por ser pequeña era menos mortal.
Se puso un vestido de telas suaves y vaporosas. La primavera traía calor consigo y se empezaba a notar. Los colores verdes, turquesas y aguamarinas le sentaban bien y realzaban el color de su pelo, así que eligió un vestido que tenía las tres tonalidades mezcladas en un extraño dibujo en la tela. Era de una cara seda traída de más allá del Mar Angosto y uno de sus vestidos preferidos.
Salió y se encaminó a las calles, con Alia a su lado y un par de guardias detrás. No quería estar acompañada de mucha gente pues entorpecerían su camino y su misión. Paseó de un lado a otro, observando a nobles y más nobles mientras hacían compras. No era una gran diversión, pero la mantendrían entretenida.
Sin embargo, decidió dar un paseo. Había puestos en las calles y podía ir a observar cuáles eran los gustos de la gente. Le interesaba saberlo, le gustaba captar información de los demás para ver si compartían gustos o si, por el contrario, eran tan distintos como el agua y el fuego.
Se lavó al completo y se peinó. Alia no quería tocarla ya que llevaba varios días muy irascible, alejarse de Medgard causaba en ella una mella profunda. Y si Alia no la tocaba, siendo la única a la que se lo permitía, cualquier otro u otra que osase ponerle una mano encima podía llevarse desde un grito a una bofetada o un puñetazo. Y si era temeroso, se cuidaría de hacerlo al ver la espada pequeña que siempre llevaba Silvia colgada, que no por ser pequeña era menos mortal.
Se puso un vestido de telas suaves y vaporosas. La primavera traía calor consigo y se empezaba a notar. Los colores verdes, turquesas y aguamarinas le sentaban bien y realzaban el color de su pelo, así que eligió un vestido que tenía las tres tonalidades mezcladas en un extraño dibujo en la tela. Era de una cara seda traída de más allá del Mar Angosto y uno de sus vestidos preferidos.
Salió y se encaminó a las calles, con Alia a su lado y un par de guardias detrás. No quería estar acompañada de mucha gente pues entorpecerían su camino y su misión. Paseó de un lado a otro, observando a nobles y más nobles mientras hacían compras. No era una gran diversión, pero la mantendrían entretenida.
Silvia Tully- Nobleza
Re: Un pez que no nada [Libre]
Un par de días más para la siguiente justa. No había salido nada mal la primera! Aunque no había conseguido gran cosa en la justa a caballo, había ganado tanto el premio de la lucha a espada como el de tiro con arco así que había aumentado el saldo de mi bolsa de dinero lo suficiente como para dejarme una buena parte en una taberna.
Había conseguido liar a algunos otros caballeros y aunque estos habían sugerido una de las posadas de más alto postín... yo prefería algo más bien intermedio. En las posadas de alto postín las fiesta a mediodía no eran del todo bien vistas a menos que los asistentes tuvieran un palo metido por el culo de rectos que andaban... y yo lo que tenía ganas era de o bien acabar doblado por el vino... o por las atenciones de alguna hermosa mujer. Así que con la promesa de correr con las expensas los cuatro que nos habíamos reunido, vestidos de manera sencilla, que no había que agobiar a la gente con un jubón repujado cuando buenamente puedes llevar uno sencillo... nos acercamos hasta una posada que daba al mercado en el que se mezclaban habitantes de Antigua de todas las clases y Señores y Señoras de Poniente que habían llegado, como nosotros, para la fiesta del equinocio.
A la hora de llegar el dueño ya nos adoraba por la cantidad de dinero que estabamos dejándonos a base de vino de Dorne... y vino de Lys, que era mi favorito y bastante caro. Se nos había unido más gente a la fiesta y el ruido y la algarabía de la misma se filtraba hacia el mercado a través de las puertas abiertas, la gente entraba, echaba un vistazo y se quedaba, o echaba un vistazo y salía corriendo. Uno de mis compañeros se había apropiado de los labios y las posaderas de una de las camareras y parecía ser que a uno de los parroquianos habituales no le hizo gracia, cosa que derivó en la primera pelea... y que acabó conmigo y con el parroquiano saliendo despedidos por el umbral de la posada, enfrascados en una pelea, que después de un revolcón y un buen gancho de derecha a la mandibula del susodicho... acabó con él despatarrado en el suelo, inconsciente, y conmigo sacudiendome el polvo y aceptando la copa de vino que me tendía otro de mis compañeros.
Me la llevaba a los labios cuando un hombre del tamaño de una montaña me pegó una palmada en la espalda riendo con voz atronadora, trastabillé hacia adelante, la copa salió volando por los aires, aterrizando a los pies de una dama, aparentemente escoltada, y desparramandose en el suelo ante ella. No sabía si el vino blanco había manchado su vestido o no.
“Excusadme Milady” aunque casi no podía contener la risa que amenazaba con escapar de mis labios, espoleada por el vino, la adrenalina de una buena pelea, y las caras de la gente que nos rodeaba.
Había conseguido liar a algunos otros caballeros y aunque estos habían sugerido una de las posadas de más alto postín... yo prefería algo más bien intermedio. En las posadas de alto postín las fiesta a mediodía no eran del todo bien vistas a menos que los asistentes tuvieran un palo metido por el culo de rectos que andaban... y yo lo que tenía ganas era de o bien acabar doblado por el vino... o por las atenciones de alguna hermosa mujer. Así que con la promesa de correr con las expensas los cuatro que nos habíamos reunido, vestidos de manera sencilla, que no había que agobiar a la gente con un jubón repujado cuando buenamente puedes llevar uno sencillo... nos acercamos hasta una posada que daba al mercado en el que se mezclaban habitantes de Antigua de todas las clases y Señores y Señoras de Poniente que habían llegado, como nosotros, para la fiesta del equinocio.
A la hora de llegar el dueño ya nos adoraba por la cantidad de dinero que estabamos dejándonos a base de vino de Dorne... y vino de Lys, que era mi favorito y bastante caro. Se nos había unido más gente a la fiesta y el ruido y la algarabía de la misma se filtraba hacia el mercado a través de las puertas abiertas, la gente entraba, echaba un vistazo y se quedaba, o echaba un vistazo y salía corriendo. Uno de mis compañeros se había apropiado de los labios y las posaderas de una de las camareras y parecía ser que a uno de los parroquianos habituales no le hizo gracia, cosa que derivó en la primera pelea... y que acabó conmigo y con el parroquiano saliendo despedidos por el umbral de la posada, enfrascados en una pelea, que después de un revolcón y un buen gancho de derecha a la mandibula del susodicho... acabó con él despatarrado en el suelo, inconsciente, y conmigo sacudiendome el polvo y aceptando la copa de vino que me tendía otro de mis compañeros.
Me la llevaba a los labios cuando un hombre del tamaño de una montaña me pegó una palmada en la espalda riendo con voz atronadora, trastabillé hacia adelante, la copa salió volando por los aires, aterrizando a los pies de una dama, aparentemente escoltada, y desparramandose en el suelo ante ella. No sabía si el vino blanco había manchado su vestido o no.
“Excusadme Milady” aunque casi no podía contener la risa que amenazaba con escapar de mis labios, espoleada por el vino, la adrenalina de una buena pelea, y las caras de la gente que nos rodeaba.
Invitado- Invitado
Re: Un pez que no nada [Libre]
- ¡¿Pero qué habéis hecho?! - fue lo primero que salió por sus finos labios nada más ver como el líquido de la copa impregnaba sus zapatos de cuero y la parte baja de su vestido, manchándolo. Se sintió tan sucia en ese momento que comenzó a tener arcadas, no sabía cómo limpiar sus pies, ni qué debía hacer para sentirse mejor. Se dobló sobre su propio cuerpo, con ambos brazos rodeando su vientre que convulsionaba intentando hacer salir todo su contenido.
Lágrimas caían por su rostro. Eran a la vez por el esfuerzo que hacía su cuerpo por expulsar toda la comida de su interior, de rabia por verse ensuciada cuando había cuidado cada detalle de su vestimenta y peinado, había reforzado su propia seguridad para seguir estando impoluta cuando regresase al castillo, y de pena por no haber podido remediar aquello.
Mientras más se miraba los pies, más arcadas sentía y, sin saber cómo, consiguió levantar la vista y enderezar su cuerpo. Había escapado a una situación realmente desagradable y algunas de las miradas que se habían dirigido a ella ya había decidido que no merecía la pena seguir allí, de público de una situación aparentemente controlada. No sabían lo que se iban a perder.
- ¿Quién os habéis creído que sois? ¿No veis por donde vais? Por el olor que desprendéis probablemente habéis estado en un burdel, en una taberna de mala muerte o en algún tugurio similar. No deberíais ir andando como si tal cosa por las calles, cualquiera podía haber sufrido por vuestra estupidez. - Su piel era tan roja como su cabello, ardía de rabia - Sujetadlo - dijo mirando por encima de su hombro hacia atrás -. Alguien debería haceros pagar por vuestra gran hazaña.
Lágrimas caían por su rostro. Eran a la vez por el esfuerzo que hacía su cuerpo por expulsar toda la comida de su interior, de rabia por verse ensuciada cuando había cuidado cada detalle de su vestimenta y peinado, había reforzado su propia seguridad para seguir estando impoluta cuando regresase al castillo, y de pena por no haber podido remediar aquello.
Mientras más se miraba los pies, más arcadas sentía y, sin saber cómo, consiguió levantar la vista y enderezar su cuerpo. Había escapado a una situación realmente desagradable y algunas de las miradas que se habían dirigido a ella ya había decidido que no merecía la pena seguir allí, de público de una situación aparentemente controlada. No sabían lo que se iban a perder.
- ¿Quién os habéis creído que sois? ¿No veis por donde vais? Por el olor que desprendéis probablemente habéis estado en un burdel, en una taberna de mala muerte o en algún tugurio similar. No deberíais ir andando como si tal cosa por las calles, cualquiera podía haber sufrido por vuestra estupidez. - Su piel era tan roja como su cabello, ardía de rabia - Sujetadlo - dijo mirando por encima de su hombro hacia atrás -. Alguien debería haceros pagar por vuestra gran hazaña.
Silvia Tully- Nobleza
Re: Un pez que no nada [Libre]
Había salido a pasear, aprovechar para comprar un regalo a su mujer, la había tenido descuidada por muchos días y eso era algo que había que recompensar. Algunas veces, cuando no tenía tiempo mandaba a algún chico a que le trejesen algo, algo bonito y digno de una dama pero esta vez había preferido salir él mismo con la excusa de dirigirse a escuchar a un bardo qeu resultaba bastante prometedor.
Las calles de Antigua estaban realmente exquisitas, señores paseaban y su pueblo se mezclaba con ellos, era un acto que le resultaba de lo más gratificante. Garlan no era de los tipos que se escondían en su castillo, era un hombre de honor que no tenía nada que esconder y compartía lo suyo con su pueblo... y por ello era tan querido.
Lo acompañaba su guardia por supuesto, que fuese querido no significaba que no tuviese enemigos y dos Espadas Juramentadas lo acompañaban. Cuando observaba un puesto de un hombre que al parecer venía de las Islas del Verano y que vendía ropajes muy curioso compuestos con telas y plumas uno de sus chicos le avisó sobre un altercado. Al parecer había una dama en problemas y como buen galán Garlano no tuvo más remedio que acudir en su ayuda.
Con paso firme observó como la gente se apartaba de delante y muchos cuchicheaban - Buenas tardes. ¿Tiene algún problema milady? - Observó al hombre, parecía que lo había visto antes en las justas... un caballero borracho de victorias. Y la dama por otro lado era de linaje, sin duda por la vestimenta y pelirroja... le sonaba, su rostro... ¿lo había visto antes? seguramente en Aguasdulces, tenía que ser una familiar del difunto Lord Tully.
Sus hombres se habían movido, pero pareció que se paraban cuando reconocieron al hombre qeu se escondía tras los ropajes verdes acompañados por la rosa de los Tyrell.
Las calles de Antigua estaban realmente exquisitas, señores paseaban y su pueblo se mezclaba con ellos, era un acto que le resultaba de lo más gratificante. Garlan no era de los tipos que se escondían en su castillo, era un hombre de honor que no tenía nada que esconder y compartía lo suyo con su pueblo... y por ello era tan querido.
Lo acompañaba su guardia por supuesto, que fuese querido no significaba que no tuviese enemigos y dos Espadas Juramentadas lo acompañaban. Cuando observaba un puesto de un hombre que al parecer venía de las Islas del Verano y que vendía ropajes muy curioso compuestos con telas y plumas uno de sus chicos le avisó sobre un altercado. Al parecer había una dama en problemas y como buen galán Garlano no tuvo más remedio que acudir en su ayuda.
Con paso firme observó como la gente se apartaba de delante y muchos cuchicheaban - Buenas tardes. ¿Tiene algún problema milady? - Observó al hombre, parecía que lo había visto antes en las justas... un caballero borracho de victorias. Y la dama por otro lado era de linaje, sin duda por la vestimenta y pelirroja... le sonaba, su rostro... ¿lo había visto antes? seguramente en Aguasdulces, tenía que ser una familiar del difunto Lord Tully.
Sus hombres se habían movido, pero pareció que se paraban cuando reconocieron al hombre qeu se escondía tras los ropajes verdes acompañados por la rosa de los Tyrell.
Garlan Tyrell- Nobleza
Temas similares
» Un desconocido de mal caracter. (Libre)
» En busca de Ser Cornudo ( libre)
» Uno de tantos bailes de nobles. (libre)
» Sin motivo aparente {Libre}
» Vasallos... Simples herramientas...(libre)
» En busca de Ser Cornudo ( libre)
» Uno de tantos bailes de nobles. (libre)
» Sin motivo aparente {Libre}
» Vasallos... Simples herramientas...(libre)
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Vie Mar 20, 2015 10:13 pm por Invitado
» SONS OF ANARCHY | NORMAL
Lun Oct 13, 2014 8:57 am por Invitado
» University of Cambridgre +18 # Nuevo
Mar Abr 08, 2014 11:45 pm por Invitado
» Spelling a Spell - Nuevo! {Afiliación Elite}
Vie Ene 24, 2014 4:39 pm por Invitado
» Life in NEW YORK +18 - Tumblr Promocional
Sáb Ene 04, 2014 11:07 pm por Invitado
» Naruto New World (A.Élite)
Lun Dic 09, 2013 2:37 pm por Invitado
» Looking For You
Dom Dic 08, 2013 12:26 pm por Invitado
» Anime Rol [Élite]
Miér Nov 13, 2013 10:10 pm por Invitado
» O.W. {Foro rol Naruto/Inuyasha-Yaoi/Yuri/Hetero} normal
Vie Oct 25, 2013 3:16 pm por Invitado