Asuntos {Garlan}

por **Rose Tyrell** Miér Jul 25, 2012 12:37 pm

Todo en la vida se trataba de asuntos sin terminar o aquellos que estaban por comenzar, eso era algo que la rosa tenía lo suficientemente claro como para entenderlos sin más, había cosas que incluso podían escaparse de su escrutinio pero no tenía más remedio que darse cuenta tarde o temprano. Siempre había sido extremadamente cuidadosa, incluso más cuando se dio cuenta de como la veían los demás, había guardado tanto tiempo las apariencias que ya era parte de su realidad el hecho de ser así, eran una dama tan perfecta que podría estar con quién le diese la gana, claro, si no fuera noble y su apellido valiera mucho más que ella misma como tal. Había estado pensando en eso mientras caminaba hacia su habitación, donde antes de entrar le alcanzó un mensajero de su padre, era tarde para una audiencia pero aún así, no dijo nada, se limitó a seguir las instrucciones que venían perfectamente escritas en aquel pequeño pedazo de papel.

El camino estaba iluminado pero aún así, había algo que la hacía voltear hacia atrás algunas veces. Iba sola asi que se cuidaba mucho más en las noches, cruzaba cada estancia que les había sido dispuesta con un paso rápido sin caer en impaciente, el resonar de su vestido contra el suelo le traía la tranquilidad de siempre, sus pasos resonaban cada vez que caminaba. Se detuvo solo un par de veces para arreglar algunas cosas pero fuera de eso, en unos minutos estuvo en la sala de su padre. Tocó la puerta pues no había nadie que le anunciara y entró, asomandose simplemente. -¿Puedo pasar, padre?.- preguntó con esa voz dulce sin caer en estresante que siempre tenía. Entró cerrando la puerta tras ella, mordiendose el labio al estar detrás de una de las sillas frente a él, colocando las manos en su respaldo, sonriendo sencillamente. -¿Hay algo de lo que querías hablarme?.- volvió a preguntar sin mostrar lo nerviosa que estaba internamente.

Muchos rumores podían haber llegado a los oídos de su padre y la rosa no estaba precisamente interesada en desmentirlos o negarlos tal fuera el caso, su sonrisa era sincera, sencilla como siempre se mostraba ante cualquier Lord superior, aún así no estaba segura de que fuera tan sumisa como cualquiera desearía que fuese, ¿Qué estaba mal en ella? Ni siquiera lo sabía, pero no le quedaba más remedio, se podía jugar muchas cosas en caso de que dijera algo mal, y si quería ser parte de la nueva generación, tenía que hacer cualquier cosa para sobrevivir a aquel mundo extremadamente loco.

por **Garlan Tyrell** Jue Jul 26, 2012 6:23 pm

Garlan aguardaba en su estancia, aún no había podido hablar con Rose en esos día y era necesario, quizá debió hacerlo antes de partir hacia Antigua pero lso deberes del Dominio se lo impidieron y hacía ya varios días que se lamentaba el no haber podido mantener esta pequeña reunión familiar.

Desde que estaba en Antigua había hablado con unos y con otros, yendo y viniendo a distintos eventos, dejándose ver y querer... había una guerra por delante y era necesario saber con quién se podía contar. Pero ¿dejar de lado a la familia?¿a su adorada hija? no tenía perdón de los Siete.

Estaba en unos aposentos aledaños a los suyos donde su mujer podía descansar tranquila y dedicarse a sus actividades mientras Garlan se metía de lleno en su trabajo, la sala no era demasiado ostentosa aunque si estaba decorada con algunos cuadros y un mobiliario adecuado a la grandeza de los Hightower.

Vestía una túnica verde con unas sandalías, hacía calor y aquel atuendo era muy adecuado. En uno de los hombros acompañaba como broche una flor blanca. Estaba sentado al frente de una mesa donde había alguna bebida y comida y aprovechaba la espera para tomar un buen vino del Rejo.

Cuando su hija entró por la puerta Garlan se estiró un poco más de lo que ya estaba y sonrió a su hija mostrando su orgullo por su exquisita educación - Adelante mi bella flor. - dijo levantándose para dar dos besos cálidos a su hija para saludarla ambos se sentarón cuando Garlan hizo gesto de que lo hiciera y Rose rápidamente le lanzo una pregunta.

Garlan arqueó uan ceja y mostrando una media sonrisa comanezó a sospechar que Rose escondía algo, ya sabía demasiado... en los castillos las paredes tenían ojos y oidos y había visto y escuchado cosas que no quería y que por el bien de su hija no deberían ocurrir. Se relacionaba demasiado con quién no debía. - De muchas cosas hija mia, pero ¿ocurre algo?. - Su tono sonaba tan cariñoso... tan protector... cualquiera podría sentirse seguro en su presencia aunque en realidad sólo le dedicase esas palabras a sus mujeres, su esposa y su hija. - Te noto algo tensa. - Evidentemente unos simples gestos la delataban, morderse el labio, esconder las manos... los años le habían dado la sabiduría para saber como actuaba su hija, si no fuese por ello... era increiblemente convincente, tenía un tono de voz que no se permutaba y aquella sonrisa hacía indicar que todo iba bien... si no fuese porque Garlan también tenía que mantener su apariencia de padre protector y preocupado habría inchado su pecho de orgullo al ver lo qeu su hija se parecía a él mismo.

por **Rose Tyrell** Jue Jul 26, 2012 6:49 pm

Una sonrisa tímida se posó en los labios de la pequeña de los Tyrell en el momento mismo en que tomó asiento frente a su padre, si bien siempre había estado de lo más orgullosa de él, también le temía como cualquiera de sus hombres. Sabía que era un hombre de convicciones, al que no le importaba nada si quería cumplir su palabra, lo admiraba incluso pero ante todo, mantenía un respeto inquebrantable por aquel hombre que le había dado la vida, por lo tanto, estar frente a él al mismo tiempo que le tranquilizaba, le aceleraba el corazón de una manera extraña que sencillamente no podía describir. -Supongo que no ocurre nada, es lo mismo que yo me pregunto cada mañana y todo sigue igual.- contestó con sinceridad, no le ocurría nada más alla de lo normal en ella desde hace años, ser demasiado abierta como para cerrarle la puerta a sus amistades.

"Demonios" fue lo que se le vino a la mente al escuchar las palabras de su padre, negó con la cabeza como si intentase aligerar las cosas, no se mostró en ningún momento aludida por la acusación, dejaría que las cosas cayeran por su propio peso. -¿Tensa?... Ha sido un día largo, la carrera y demás me tienen así, pero en un rato le pediré a una de mis damas un té, hacen maravillas.- comentó restandole importancia al asunto, delineando el bordado dorado de su falda con los dedos como si nada pasara, algo normal para ella, y esperaba que la misma imagen le diera a su padre, no quería entrar en conflictos innecesarios por sus nervios infundados. -¿Tu no estás tenso? Es decir, Antigua es precioso pero hay algo en el ambiente, odiaría decir que es culpa del tío Daemon pero no encuentro otra razón, hay algo...- dijo con sencillez, estaba siendo sincera con su padre, no había dicho nada en contra de su familia, pero si un hecho que a todos les era visible, los ánimos estaban demasiado caldeados incluso cuando era un campo "neutro".

por **Garlan Tyrell** Vie Jul 27, 2012 3:45 am

Parecía algo nerviosa, quizá se veía avecinar el tema de conversación y que sus idas y venidas con el Targaryen y con el Martell no eran bien vistas por su padre. Pero por el momento al escuchar sus palabras fingió y respiró aliviado como si le hubiesen quitado un peso de encima - Si sólo es eso parece que tiene fácil solución. ¿Quieres una copa de vino dulce? - le dijo señalando una jarra con un líquido rojizo que había encima de la mesa. Él por su parte tenía delante de sí una copa muy ornamentada con otro líquizo más rojo si cabía.

"¿Cómo?" pensó su padre para sus adentros mientras escuchaba a su hija y su sonrisa se convirtió en apenas una mueca sin sentido. - Si, lo cierto es que estoy algo preocupado estos días. Luchando por lo que es justo mi pequeña. Labrando un futuro para tí y para tu hermano. - bebió un trago de su copa y la depositó de nuevo en la mesa - De cualquier modo yo no he notado enrarecido el ambiente de Antigua, quizá si que haya gentes indeseadas pero desde luego ten claro que no es tu tío Daemon. Al contrario, es un orgullo para toda Antigua poder contar con su presencia. -.

Aún no había llegado el momento así que se limito a seguir preguntando - Cuéntame ¿cómo llevas los días de Antigua?. Se dice que el joven Maekar Targaryen participó en la carrera con una prenda de una Lannister y una prenda tuya... - dejó la palabra en el aire, aquella acción no le cayó bien y quería que lo notara, tenía la edad suficiente para saber que debía hacer y que no conociendo la situación actual. Pero de todos modos se encargaría de recordárselo - Y también esta ese otro... el Martell... - fingió hacer memoria lelvandose una mano a la frente -a sí, Ser Olyvar, un joven prometedor por lo que parece, todo lo contrario de Maekar Targaryen por lo que se dice. - Esperó a que su hija contestara, sabía que Maekar era un amigo de la infancia pero había situaciones indeseosas y necesitaba saber lo que su hija opinaba de todo aquello.

por **Rose Tyrell** Vie Jul 27, 2012 9:50 am

El asunto que estaban por tratar era tan delicado para la rosa que su mirada lo denotaba, si bien estaba confundida, tenía sus ideales muy bien planteados, el problema sería después si su padre consideraba aquello como un argumento válido. Sonrió cuando le ofreció vino como siempre se esperaba que hiciese. -Sería una buena idea, gracias papá.- aceptó, levantandose solamente para tomar una copa de las que descansaban en una de las mesas del despacho bajo un espejo, cuando volvió, dejó la copa frente a él así podría servirle un poco de aquel líquido rojizo del Rejo.

Y ahora comenzaba la plática de siempre, donde Garlan Tyrell llevaba siempre la razón de sus actos y no podría contradecirsele, sonrió mientras prestaba atención a sus palabras, ¿Cómo es que las cosas podían haber cambiado tanto?. -¿Un futuro? Pensé que a estas alturas mi futuro ya estaba decidido.- contestó Rose con una mirada baja, soñaba con el hecho de casarse por amor, no por ser una moneda de intercambio no le gustaba para nada la idea, pero igualmente estaba obligada a aceptarlo. -Si, es un orgullo para todos contar con la presencia de las grandes casas, eso dicen en todas las esquinas.- aceptó sin dar ninguna clase de corrección, había mucho más que eso entre la gente, y de todos, la única que había prestado la atención necesaria a los ciudadanos, era la rosa.

Así que de eso se trataba, una sonrisa leve bailo en sus labios al ver por donde le llevaban las palabras a su padre. -Pues han sido divertidos, aparte de Altojardín, Antigua es una de mis ciudades favoritas, Lord Hightower siempre me ha tratado con cariño y eso se nota en cada detalle cuidado en mis habitaciones. - comentó a lo primero, dando un sorbo a su vino para ocultar una sonrisa ante lo siguiente. -Si, compitió con ambas prendas ¿Tiene algo de malo? Somos amigos desde hace años, la amistad que comparto con ellos nos une más allá de nuestros colores, aparte teniendo una paz tan...ligera, pensé que si me lo pedía, no se le puede negar aquello a un príncipe, ¿Cómo se vería ante la Corona tal desaire de una Tyrell? Pensé que te estaría comprando tiempo, pero al parecer me equivoqué, tus ideales van más allá de lo que tu hija puede hacer por ti.- comentó, dando la verdad a sus palabras con una mirada clara, limpia, Rose Tyrell no mentía, ni siquiera lo intentaba menos con su padre, aquello que había hecho había sido por cariño, tanto hacia su amigo como hacia su familia.

Suspiró para recobrar el sentido de las palabras cuando aparte de Maekar, su padre habló de Ser Olyvar ¿Por qué no podía ver lo que la rosa estaba haciendo por él? ¿Sus planes de grandeza no le dejaban ver los pequeños detalles que había ganado?. - Ambos son realmente prometedores, Maekar siempre ha sido un gran caballero, mientras que Ser Olyvar es general del ejército de Dorne, dudo que tuvieran esos títulos si no lo fuesen.- contestó con ligereza, todo Poniente sabía aquello, no era nada nuevo oírlo de los labios de quién escucha a todos.

por **Garlan Tyrell** Vie Ago 03, 2012 4:08 am

Le sirvió la copa con cuidado y delicadeza como sólo un apdre lo haría, sin derramar una gota y sin llenarla demasiado, tampoco quería que a su hija se le subieran los colores y no pensase con claridad, lo mejor era siempre tener la mente despierta.

Le extendió al copa mientras seguía escuchando y sonreía ante la fingida incredulida e incertidumbre de su hija - El futuro es efímero hija mia. Una hoja en el viento por así decirlo, si el viento cambia de rumbo... puede ir a dar a un lugar indeseado. - la miraba a los ojos directamente, coenctándose con ella. - Por eso debemos asegurarnos de la dirección en la que sopla. -

No hacía falta explicar más, no era una metáfora rebuscada y su hija era demasiado lista para cosas tan nímias. Obvió el tema de lo que comentaba la gente de Antigua, por supuesto que estarían encantados de que tantas grandes casas y señores circularan por sus calles... quizá para ellos fuese una forma de salir de la pobreza o de engrandar su vida.

Siguió escuchando a su hija, parecía ofendida por lo que había dicho pero para Garlan no era nada más allá de lo que decía... él estaba orgulloso de como actuaba pero le preocupaba que pudiese sobrepasarse sabedor de la situación y de como el corazón actua en la boca de los jovenes... quizá llegase a ser peligroso, pero parecia que su hija tenía controlada la situación - Y es de agradecer hija mia, tiempo necesitamos. - parecía meditar las palabras, se llevó la mano al mentón de modo pensativo - No dudes que actúas como debes Rose, debes mostrar ese rostro, el más bello de todos los reinos y atraer a todo aquel que quiera admirarlo, pero debes saber cuando parar y por tus palabras eso es un hecho contrastado. -

Llevó su copa hasta su palabdar y saboreó un bun trago antes de continuar - Los amigos pueden ser un tesoro, pueden engrandecernos o ser nuestra perdición. Por nada del mundo querría separarte de ellos, pero la familia es en quién se puede confiar, la familia es la que no te hará daño, preciosa mia. Así que no dudes que yo estaré aquí para protegerte de todo el que quiera hacerte daño... amigo o no. - Eran palabras dulces saliendo con un acento de solemnidad y seriedad. Esperaba que así se sintiese mejor y no atacada u ofendida por sus palabras anteriores.

- Quizá lo llegue a ser. - dijo en referencia a Maekar - Pero tendrá que jugarse el cuello en demasiadas ocasiones si quiere estar a la altura, siendo el cuarto de su linaje jamás se le tendrá en la consideración oportuna. Pero Ser Olyvar... - entrecerró sus ojos - ya es un gran hombre para su edad. - quería saber más, en su mirada lo decía... ¿Qué más sabes Rose? ¿Qué más te han contado estos hombres?.

por **Rose Tyrell** Vie Ago 03, 2012 2:41 pm

OFF: Olvidaste el "oculto" a la próxima lo pones ^^

por **Garlan Tyrell** Vie Ago 10, 2012 11:01 am

por **Rose Tyrell** Vie Ago 10, 2012 6:14 pm

por **Garlan Tyrell** Jue Ago 16, 2012 4:05 am

Spoiler:

por **Rose Tyrell** Vie Ago 17, 2012 6:04 pm

Rose podía sentir la tensión en el ambiente disiparse, al fin su padre entendía el rol que ella jugaba en todo aquello, al fin no la creería más un instrumento para crear alienzas, por primera vez en su vida, Rose Tyrell estaba un paso más cerca de su magnánimo padre, por una sola vez que le sabía realmente a gloria, había conseguido destacar ante él, cosa que solo había logrado frente a su madre. Llevaba el puntero de cosas bien hechas y ella solamente podía sentirse alegre por eso, y eso se notaba en su mirada iluminada y su sonrisa. Dejó que su padre tomase sus manos, encontrandolas cálidas como siempre. -No lo dudaré, padre... por cierto, si escuchas algo entre Targaryen y Lannister, apoyalo, muestrate a favor, yo sé lo que te digo.- musitó la rosa con una sonrisa. Quizá con aquello matase dos pájaros de un tiro, teniendo una de las grandes familias detrás de la petición que Rose se podía imaginar, Damon Lannister no podría negarse, y eso seguramente le daría un alivio a Sofia y por otro lado, una idea un tanto distinta comenzaba a formarse en su mente poco a poco.

Separó sus manos de las de su padre un minuto después, levantandose al mismo tiempo que él como era esperado, mordiendose los labios, pues una sola pregunta le carcomía la cabeza. -No me preocuparé, padre, gracias.- contestó primero, decidiendose en el último minuto a hablar. -pero... solo quería saber... ¿Mi mano ya tiene dueño?.- preguntó con una voz temblorosa, con miedo de lo que le pudiese decir. ¿Por qué le preocupaba tanto? ¿No se había decidido ya a ser completamente fiel a lo que le dijesen? Había algo de todo aquello que Rose no quería aceptar pero no dijo absolutamente nada, solamente quería escuchar la respuesta para luego pensar cuál sería su reacción. A veces entre cenas y demás había escuchado propuestas por ella, pero nunca había prestado atención, no hasta ahora que sabía que sería crucial.

por **Garlan Tyrell** Mar Ago 28, 2012 12:25 pm

¿Entre Targaryen y Lannister? rondaba aquella frase por su cabeza pensando en que se podía referir y casi pudo frenar su ansia de curiosidad pero fue inevitable, necesitaba saber de que se trataba - ¿Y en qué podría estar yo de acuerdo, hija mía? - no dudaba de ella y si decía que aquello sería lo mejor así debía de ser, pero ahora mismo aquellas dos casas representaban más que una amenaza para el Dominio...

Al escuchar sus palabras le acarició la mejilla, debía ser duro esperar a que tu padre vendiese el lecho en el que compartir el resto de una vida junto a alguien, por eso Garlan buscaba lo mejor para su hija, una cama segura, fuerte y que la amara tanto como él amaba a su mujer. Era complicado, no quería casarla por un simple interés como hacían tantos, ella era su hija y la quería - No mi pequeña, tu mano aún no tiene dueño... pero debes estar preparada porque pronto lo tendrá y partirás de nuestro lado. No hay nada más que le pese a este viejo corazón que el separarte de mi mano. - Intentó sonreir pero apenas le salió una mueca, intentaba sonar seguro para que su hija siguiese confiando ciegamente en él, pero le entristecía el saber que no estaría siempre a su lado, para cuidarla y protegerla... aunque estuviese donde estuviese siempre sería su pequeña.

por **Rose Tyrell** Vie Ago 31, 2012 9:24 pm

Una sonrisa fue formándose en sus labios ante la curiosidad de su padre, no podía hacer más que maquillar sus palabras pues sabía que él las entendería y cualquiera que intentase tergiversar su mensaje, si es que alguien les escuchaba, se vería en un serio dilema pues la rosa nunca dejaba cabos sueltos, todo estaba escrito entre sus espinas. -Digamos que Antigua es una ciudad de caídas, muestra tu apoyo ante ellas, que el orgullo muchas veces tiene más filo que una espada.- comentó Rose con simpleza, como si fuese el tema más sencillo del mundo, no le dio información que sus amigos no querían desperdigada, pero tampoco le dejó en blanco sobre lo que podía consumir la amistad de Damon Lannister con el rey, el matrimonio de una hija con el segundo heredero al trono podía ser un poco... doloroso para su orgullo que siempre aspiraba a más.

Con esa sonrisa en los labios, cerró los ojos un segundo mientras la mano de su padre le acariciaba con ternura la mejilla, cuando detuvo aquel gesto, posó su mirada cristalina en la de su padre, intentando que comprendiese el miedo que le embargaba cada vez que ese tema tocaba a sus puertas. La rosa en sí estaba aterrorizada de que le casasen con cualquiera, el perder su honor ante un viejo por un gran ejército la hacía temblar pero sin embargo, internamente sabía que había decisiones que ella no podría tomar nunca. -Lo sé, y lo entiendo... gracias por al menos hacerme saber esto.- contestó acercándose a darle un beso en la mejilla a su padre en señal de despedida pues era lo suficientemente tarde como para que se retirase a descansar. -Si no hay nada más que debamos hablar, he de retirarme, padre.- soltó efectuando una última mínima reverencia, sonriéndole antes de salir por esa puerta de roble, dejando atrás su actitud de confianza, dejándose caer en el miedo que el último tema que habían tratado acumulaba entre sus hombros.

por **Garlan Tyrell** Mar Sep 04, 2012 3:15 pm

Asintió a las palabras de su hija y no tuvo nada más que decir, no tenía ánimo para seguir con aquello y su hija tampoco, lo único que quería para ella es que estuviese segura y a salvo y encontrar a alguien que la cuidase tanto como él lo había hecho. - Puedes retirarte hija. - del mismo modo se despidió y vió como Rose se marchaba... pronto la vería hacer ese gesto pero a traves de las puertas de Altojardín.

Ojala ese día tardara en llegar.

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