¿Y tu que quieres de mi? [Svenar]

El día en Colina Cuerno pareció empezar antes costumbre cuando un emisario se acerco a nuestras puertas con un estandarte de paz y nos despertaron a mi y a mi hermano de nuestros aposentos para recibirlo ya que según nuestro Capitán de la Guardia eran noticias muy importantes que no podían esperar. Entre bostezando a la sala del trono donde Jason se sentó y yo me quede de pie a su derecha como sucedía siempre, entonces los guardias dejaron entrar al hombre, tenia una cota de mallas y un jubón con el faro Hightower -mala cosa- pensé para mis adentros al verlo. -Buenas tardes Lord Jason, Ser Athys mi nombre es Ser Guyard y vengo en nombre del Principe Svenar, señor de Antigua. Desea hablar con su señoría y me envió a decirles encuentra apostado en un prado a pocas millas de aqui con un pequeño séquito.- Solté un bufido y levante la voz. -Lord Svenar es el señor de Antigua y nada mas ¿con que derecho se hace llamar príncipe y robo las tierras que pertenecen al Rey Garlan?- Me acerque al oído de mi hermano y le susurre. -Cortale la cabeza hermano, cortasela y entreguemosla a Svenar para que entienda que opinamos de el.- El emisario esperaba la respuesta a la petición de su señor.

-Esa no es mi intención Athys, deseo saber que es lo que quiere decirme Svenar pero seria una locura ir por mi cuenta.- Respondió entre susurros sin apartar la vista del emisario. -Ser Guyard decidle a vuestro señor que asistiremos a aquella reunión, pero sera mi hermano el que asista en mi nombre. Hablara con mi voz y lo que diga debe ser tomado como lo que yo opine, dennos un momento para prepararnos y partirá con usted. Si así lo desea mis hombres lo acompañaran a que coma o beba algo, que no se diga que la cortesía se ha perdido en Colina Cuerno.- -Sera un placer Lord Jason.- Dijo haciendo una leve inclinación de la cabeza y retirándose junto a dos guardias. Cuando nos encontramos solos hice lo imposible por convencer a mi hermano que se niegue a ello, que Svenar era un traidor a Garlan que se alió con los leones y mil cosas mas, pero cuando una idea se le ponía en la cabeza a Jason no había forma de quitársela y se le había puesto entre ceja y ceja que queria hablar con Svenar y saber que era lo que tenia por decirle. A regañadientes acepte y jure que seria respetuoso y actuaria lo mas parecido que pudiera a como lo haría el.

Cuando estuvimos listos salimos por las puertas de Colina Cuerno con no menos de quince jinetes acompañándonos, Ser Guyard iba a la cabeza acompañado a sus lados por dos de mis hombres, todos eran guerreros probados, curtidos en la batalla y confiaba plenamente en ellos. Yo iba en el centro de la formación con una cota de mallas, un jubón con los colores verdes de los Tarly y en el pecho en grande el cazador de emblema, del lado izquierdo de mi montura colgaba un escudo y de mi espalda colgaba mi querido espadón Veneno de Corazon mientras en mi rostro llevaba un simple yelmo ya que Jason dijo que podría tomarse como un insulto asistir con una armadura de combate. Llegamos al lugar mas rápido de lo que había esperado y allí se encontraba el grupo que acompañaba a Lord Svenar. Vi a Guyard desmontar y yo hice lo mismo, quitándome el yelmo y dejándolo junto a montura con el resto de cosas que llevaba por excepción de Veneno de Corazón de la cual nunca me alejaba. Hice una seña a mis hombres para que se quedaran allí y seguí a Ser Guyard hasta el hombre en cuestión al cual mire desafiantemente pero tratando de mostrar respeto. -Lord Svenar, lamento decir que mi hermano no ha podido asistir pero me ha dado el poder para hablar con su nombre. Soy Ser Athys Tarly.- Salude haciendo una leve inclinación con la cabeza para después quedarme mirándolo fijamente, tratando de descubrir que estaba pensando o porque nos habia invitado a hablar con el, que cosa realmente desearía de mi hermano y de Colina Cuerno.

Había mandado a uno de mis caballeros a confraternizar con nuestros vecinos mas importantes: Los Tarly de Colina Cuerno. Fieles a los Tyrell y feroces en la batalla, su fama era renombrada por su capacidad de mantener sus fronteras a salvo y, por supuesto, por su espada de acero valyrio: Veneno de Corazón. Pero hoy no me traía ningún tema bélico a las fronteras de la Casa del Cazador. Hoy me traía la diplomacia. Había salido de Antigua en búsqueda de afianzar las fronteras entre el Principado y el Dominio. No me interesaba más tener tratos con ellos ni sus arbitrariedades, su yugo sobre las casas más Occidentales y su desinterés por sus fronteras, sus juramentos y promesas hechas en el aire y sin pruebas concretas de nada. No, hoy Antigua era libre y se mantendría así, pero los vasallos de los Tyrell podían entrar en razón y entender, así que estaba abierto a la charla con todos y cada uno de ellos.

Estaba montando las tiendas de campaña junto con mis caballeros de mas confianza. Un grupo de cincuenta hombres capaces de parar a mas de el doble de su cantidad y de desarmar o derrotarlos a todos y vivir para contarlo. El campamento estaba armado debajo de un pequeño grupo de árboles, por lo que no era complicado tener resguardo y, menos, durante la primavera corriente. Ser Robben Olrych, ademas de ser el Capitán de mi Guardia, era un excelente cocinero, y estaba haciendo un guisado en el centro de las tiendas, con un buen fuego encendido. Me reí con la broma de uno de los caballeros con respecto a la hombría de otro y terminé de atar mi tienda, cuando Ser Guyard Gibbens, un caballero de la compañía cuya característica más destacable era su impresionante nariz y su velocidad a la hora de montar un caballo, trajo consigo una banda de hombres de Colina Cuerno. Me sacudí las manos y miré atentamente a la comitiva, mientras me acercaba con mis ropas gastadas y mi frente sudada a nada mas ni nada menos que Ser Athys Tarly, heredero de Colina Cuerno y hermano de Lord Tarly.

Los soldados estaban un poco inquietos, pero ni bien me acerqué al joven caballero e hice una cordial reverencia, todo se tranquilizó. "Saludos Ser, entiendo que Lord Jason no haya asistido, los tiempos de post guerra son siempre de los mas turbulentos y ser precavido nunca está de más. Venga, justo estábamos dispuestos a almorzar." hice una señal para que me siguiera con sus soldados, mientras los escuderos amarraban los caballos. Ser Robben extendió platos de guisado a quien quisiera y, pronto, la cerveza y el vino corrieron de mano en mano mientras que chistes y anécdotas eran intercambiadas. No era de esperarse otra cosa, después de todo esos hombres eran hermanos de armas y sus padres habían vivido en el mismo reino una vez. Me senté en un tronco al lado de Ser Athys, alejados del resto mientras que comía de mi plato.

"Es extraño pensar que hacía sólo unos meses, éstos hombres luchaban del mismo bando, no cree Ser Athys? es una contradicción, porque mírelos ahora: hablando como si la guerra no se hubiera realizado en ningún momento. Obviamente, siempre habrá enemistades... pero así como las habrá, no las hubo en el pasado? y que? Marchábamos a la guerra unos sobre otros por causas a veces nobles y otras no tanto." decía entre bocado y bocado, comiendo despacio y reflexionando como si lo hiciera con un viejo amigo. "Mhh Excelente guisado..." dije sin más, como si de un comentario del tiempo se tratara. Miré a los ojos del joven caballero. "Mire Ser, yo no tengo ningún problema con los Tarly, es más, respeto vuestra casa y vuestras tierras. Sé que me veis como traidor y no pienso cambiar vuestra opinión con palabras, simplemente daros la versión del otro lado..." alegué, dejando de lado el plato y tomando el cuerno de vino y ofreciéndole uno al caballero.

"Desde que tengo memoria, los Tyrell no han hecho absolutamente nada por la casa Hightower o sus tierras. Nunca un premio, nunca una extensión de tierras por ser fieles y proveer de nuestra ciudad, nunca un apoyo para reconstruir la infraestructura o sus límites. Nunca. Solo palabras de agradecimiento... " exclamé tranquilamente, sin exaltarme, sin elevar la voz, simplemente diciendo la verdad. "En cambio, Antigua siempre proveyó sin chistar mientras que las Rosas hacían y deshacían como les venía en gana y, con Garlan Tyrell y sus supuesto "Verdadero Rey" el vaso rebalsó. Pretendía que diéramos nuestras vidas por un rey al que no vimos la cara jamás y que dejáramos nuestras tierras al descubierto porque se le cantó un buen día, listas para que los Greyjoy las tomaran, como bien pasó en el Rejo y en las Islas Escudo. Nadie nos asegura que lo siguiente era Antigua. Así que si, me levanté en su contra. Y no os voy a mentir, muchos de los Targaryen eran mis amigos, incluyendo Maekar y Baelor Targaryen. Que debía hacer? traicionar a el Señor Feudal o a mis principios? Sabeis que? elegí mi familia y mis convicciones." concluí, tranquilamente y con ojos entre divertidos y pensadores.

"No arrastré a nadie conmigo, todos los que me siguieron eligieron su camino a seguir. Ahora que tiene ambas versiones de lo ocurrido, Ser Athys, es completamente entendible que se forme la opinión que quiera. Yo vine aquí a ofrecer mi mano en amistad con Colina Cuerno, no para que cambien un tirano por otro, sino para que cambien un tirano por un amigo. Antigua tiene mucho más que ofrecer de lo que se imagina. Incluyendo su comercio y sus Maestres, además de mi agradecimiento y mi protección, suponiendo que consideren la propuesta que os hago..." añadí, sabiendo que el caballero no tenía nada de tonto. No quité mis ojos de los suyos, esperando que terminara de procesar lo que le ofrecía y lo que le había explicado.

Mire atentamente a los hombres que Lord Svenar habia llevado mientras calculaba para mis adentros cuantos serian, al menos cincuenta hombres de armas sin contar los escuderos es lo que conté aproximadamente mientras caminaba hacia el encuentro de aquel hombre. Me sorprendió un poco verlo con las prendas desgastadas y parecía algo cansado, tal vez el viaje había sido mas largo y complicado de lo que había pensado pero bueno, fue su decisión venir para hablar. Con un gesto indique a mis hombres para que me siguieran a la especie de campamento que había montado en un prado con arboles que allí había, sus hombres parecían ser experimentados y rudos, curtidos en el combate al igual que los míos. Asentí con la cabeza al escuchar sus palabras y observe como mis hombres se juntaban con los suyos a charlar y bromear, tal vez había congeniado en alguna batalla anterior y ya se conocían y llevaban bien a pesar de lo que sucedía en el Dominio.

-Hace no mucho esos hombres eran compañeros de armas, luchando hombro con hombro.- Asentí con la cabeza mientras confirmaba lo que aquel hombre decía, era verdad que en algunas campañas habíamos coincidido. Tome una copa de vino que había allí aunque moví la cabeza de forma horizontal para negar el guiso, había desayunado algo y tenia el estomago lleno aunque un buen vino siempre tiene muy lugar. -Buen vino, aunque tal vez dentro de poco sera difícil conseguir mas...- Comencé a decir con voz despistada, sabia muy bien que el problema de los hijos del hierro era muy complicado. -Yo tampoco tengo ningún problema con usted Lord Svenar, creo que los Tarly nunca tuvieron ningún problema con los Hightower ni viceversa.- Dije tras unos segundos de reflexión ya que era verdad que nuestras casas nunca tuvieron ningún tipo de conflicto ni discusión sobre nada. Escuche atentamente a sus palabras asintiendo levemente en algunas ocasiones y mostrando respeto en todo momento. -Entiendo sus palabras y puedo entender también como se siente dejado de lado por los Tyrell, pero nosotros somos sus vasallos juramentados y si los ayudamos es por deber y no por buscar favores.- Dije aunque ni yo mismo me encontraba seguro de lo que estaba diciendo ya que entendía muy bien que las recompensas por el trabajo fiel era algo a mi también me gustaba.

Continué escuchando sus palabras sobre Daemon Fuegoscuro y el levantamiento de gran parte de los reinos en contra del Rey Daeron Targaryen el que alguna vez fue el Rey legitimo de los Siete Reinos pero ahora los Siete Reinos se encontraban separado en varios tipos diferentes de Reinos que si la memoria no me fallaba eran al menos unos diez o doce. -Bueno admito que lo de Garlan con Daemon fue algo bastante peculiar, pero Daemon era un excelente guerrero y su yerno, ademas de que Daeron era...bueno supongo que le habrán llegado los asquerosos rumores de aquel hombre como lo sucedido con su hermana o con el antiguo Lord Lannister.- Fue lo único que se me ocurrió decir al respecto ya que no se me ocurría ninguna otra forma de justificar aquello mas que si ganábamos no tendríamos que rendir cuentas a nadie, y todos estábamos seguros de nuestra victoria. -Entiendo lo que me dice Lord Svenar, supongo que sabrá muy bien que Colina Cuerno es un lugar clave no solo para la frontera de su nuevo reino con el Dominio sino también que sirve como frontera para el recién formado Reino de las Marcas así que es muy importante que se encuentre bien cuidado.- Me gustaba ser directo, poner los puntos sobre las ies y decir las cosas como son y Colina Cuerno en aquel momento era ni mas ni menos que ello, ademas de que se encontraba lejos del mar y era difícil que fuese atacado por los hijos del hierro. -Así mismo también estoy seguro que a mi hermano le gustaría saber lo que tiene en mente, así que escucho atentamente lo que tenga que decir y decidiré como actuar.- Termine entonces con una sonrisa, estaba dispuesto a escuchar lo que ofrecía y aceptar o negar según si lo considere correcto o ventajoso para mi casa.

Escuché con atención sus palabras mientras que Ser Ulter, un caballero capaz de luchar tan bien como tocaba el laúd, se disponía a sacar unas cuantas canciones de taberna de sus cuerdas. Tenía sus razones el joven caballero. "Nunca fui amigo de Daeron y si te digo que no tenía razones para pelear por Garlan, menos tenía para pelear por el susodicho. Ninguno de ellos se ganó mi vasallaje." aclaré, estirando un poco las manos. "Oh... tiene razón, Ser Athys, los vasallos responden a sus señores por deber y juramento... pero el juramento de un Señor para con su vasallo? No es acaso que lo ayudará en todo momento también? que sufrirá sus guerras? que responderá a sus pedidos? Pues bien... vos sabéis mejor que yo que así no era como se comportaron los Tyrell. " dije sin recatos. No había porque mentir. De seguro que no era el único vasallo que había visto estas actitudes por parte de la casa de las Rosas.

Los acordes del instrumento de Ser Ulter se entremezclaban con el cantar potente de las voces masculinas de los allí reunidos. Di un largo trago al vino y miré el espectáculo con una leve sonrisa en el rostro. "Puede sonar como un cliche Ser y yo no soy un visionario ni un profeta, pero estamos viviendo tiempos distintos. Los Targaryen ya no se sientan en Desembarco, los Fuesgoscuro se han dispersado y quien sabe que es lo que pasa a futuro? las alianzas y vasallajes ya no funcionan de igual forma o se han olvidado por... accidente o conveniencia." añadí, haciendo girar el líquido en mi cuerno. "Y todos nosotros somos pasajeros, con ambiciones personales completamente inútiles porque, al fin y al cabo, lo único que queda es nuestro legado, y debemos pensar muy mucho cual será y trabajar sobre ello." di el último trabo de vino y dejé el cuerno a un lado, dejando que uno de mis escuderos se llevara el contenedor. "Por ésa razón voy directo al grano, Ser. Pretendo invitaros formalmente a anexarse al Principado de Antigua. Si decide no hacerlo, no habrá problemas entre nosotros ni vendré mañana a asediar Colina Cuerno, porque prefiero tener buenas relaciones y no cuchillos apuntando a mis espaldas... no mas de los que ya tengo." me reí levemente y me acomodé en el tronco. "Pero si se anexa y se transforma en mi aliado, Colina Cuerno recibirá todos los beneficios de Antigua, incluyendo una ruta comercial exclusiva, la asignación de un Maestre aprendiz además del que ya cuentan, un cargamento gratis de Carne, Pescado y Cerámica por mes, protección militar, acceso libre a los datos de la biblioteca de la Ciudadela y una posición privilegiada a mis ojos y en mi Consejo." dije, mirándolo a los ojos. No quería ofrecerle nada que no le sirviera y en lo que no se viera beneficiado. "Se que debéis charlarlo con vuestro hermano, pero quiero que considere ésto con cuidado y que piense si los Tyrell le pueden ofrecer algo similar." añadí, haciendo un gesto afirmativo con la cabeza.

Cerca de nosotros y nuestra conversación había un caballero que se encontraba tocando un laúd mientras Lord Svenar me explicaba que era lo que sentía respecto primero al bastardo legitimado y casi nuestro Rey Daemon y luego sobre nuestro señor juramentado como lo era Garlan, al parecer no tenia buena relación con ninguno de ellos y era una pena escuchar ello, se decía que Antigua y el Rejo eran el corazón del Dominio y Lord Garlan acababa de perder ambos. No sabia muy bien que pensar al respecto, Garlan siempre me había parecido un señor bastante respetuoso y capaz, pero si era verdad que en primera instancia dejo al descubierto el Rejo y encima resulta que no tenia relaciones amistosas con Lord Hightower, y eso no hablaba muy bien de él. -Tal vez Lord Garlan estaba demasiado ocupado en coronar a Daemon y de esa forma tener a su hermana menor como Reina que en preocuparse en sus propios territorios...- Comencé a decir, denotando en mi voz un dejo de duda al respecto, ya no sabia muy bien que pensar pues tanto yo como mis hombres habíamos luchado y sangrado por él y su causa que considerábamos justa.

-Espero que así sea Lord Svenar, espero que si llegara el día en el que Colina Cuerno deba necesitar ayuda sea Altojardin el primero en responder a nuestro lado.- Intente que no se volviera a notar el tono de duda sobre mis palabras pero no estaba seguro de haberlo logrado, Lord Svenar comenzaba a poner en mi mente pensamientos que nunca había tenido y que esperaba que no fueran reales, mi lealtad hacia los Tyrell nunca se había puesto en duda, siempre había creído en ellos y sus palabras pero Lord Svenar Hightower al igual que yo mismo y mi hermano y mis hombres era un vasallo de ellos, y tal vez no se había rebelado simplemente por avaricia y ambición. Sacudí la cabeza como si de esa forma estos nuevos pensamientos se fueran a borrar de mi mente pero como lo supuse no seria ni de cerca tan fácil como esperaba o deseaba. -Yo pienso lo mismo, ahora que se han ido los Fuegoscuro y los Targaryen de Poniente hemos vuelto a la misma situación a la de antes de la Conquista.- Suspire profundamente. -Eso es lo que me gustaría decir pero en realidad es mas complicado que ello. Los hijos del hierro nos invadieron y conquistaron en las Islas Escudo así como en el Rejo, la Fe ha ganado mucha influencia y parece que todos los Siete Reinos sangran.- Dije dejando salir de mis labios otro suspiro, esta vez no me esforcé en tratar de esconder la tristeza en mis palabras.

No pude evitar que en mi rostro se mostrara la sorpresa después de escuchar las ultimas palabras de Lord Svenar y mis ojos se abrieron levemente ¿anexarme a su nuevo reino? ¿esa fue la razón por la que nos haba mandado llamar? Era verdad que si me ponía a pensar era algo bastante obvio ya que aparte de ello no tendría otra razón para hablar con nosotros, exceptuando tal vez la idea de tener un pacto de no agresión, pero ese tipo de pactos no tendrían sentido si Lord Garlan me ordenara atacarlos. Pero esto cambiaba todo ¿o tal vez no? Ya no sabia que hacer ni que pensar, era todo demasiado nuevo y nunca había tenido que pensar en este tipo de cosas, esas decisiones siempre las dejaba a mi hermano ya que el era el verdadero señor de Colina Cuerno y yo me encargaba de manejar nuestras tropas.

-Creo que eso es lo correcto Lord Svenar, es un tema de suma importancia que debe tener en cuenta también la opinión de mi hermano.- Apure el resto de la copa y tras servirme otra la termine en tres tragos largos. -Debo confesarle Lord Svenar que no se que es lo que decidirá mi hermano ni cuanto tiempo podría pensarlo, así que para ahorrarle inconvenientes creo que una vez me retire usted haga lo mismo, a pesar de todos los posible problemas o no entre nuestras casas no quisiera que se quedara en este prado sin poder prometerle nada a corto plazo.- Termine diciendo, tal vez como simple cortesía al que alguna vez fue un gran señor o tal vez un consejo para un posible nuevo señor, pero ese tipo de decisiones no me correspondían a mi y mi hermano podia ser tan impredecible como testarudo con sus pensamientos y acciones o reacciones.

Asentí levemente ante su reflexión sobre tener que pensar la propuesta. No me había esperado otra cosa, ya que yo mismo habría hecho de igual forma si hubiera estado en su lugar. Los soldados entendían que la reunión estaba tocando su fin y comenzaban a levantar sus cosas y preparar los caballos, así como mis hombres estaban deshaciendo las tiendas de campaña y el campamento. Tanto charlar había hecho que el tiempo fuera efímero, y que el día tocara la tarde de forma inexorable. Así fue como me levanté despacio y me dispuse a decir las últimas palabras de ésa tarde. "Me parece correcto, Ser Athys. Piensen y mediten la oferta con vuestro hermano. Yo esperaré la misma en Antigua para recibiros personalmente. Espero que, cuando lo penséis, consideren las posibilidades que os estoy ofreciendo. Si la respuesta es positiva, me será en extremo grata la noticia de contar con el apoyo de tan dichosa casa, si es negativa... bueno, esperemos no tener que cruzar aceros, pues ni los Tarly, ni los Hightower merecen ser enemigos uno de otro." afirmé, señalando como nuestros hombres se despedían amigablemente.

Lo acompañé hasta el caballo e hice una leve inclinación con la cabeza. "Hoy no os saludo como hermano, pero sí como amigo, pues el hecho que se haya dispuesto a escuchar ya es muy importante. La próxima vez que nos veamos, espero poder estrecharos el brazo como verdaderos aliados" aseguré, para despues observar como la comitiva de Colina Cuerno se perdía en el ocaso color naranja y rojo, teniendo un muy buen presentimiento de aquella reunión.