No tuviste que hacerlo. [Tybolt Lannister]

La duda le corroía día y noche, no sabía si su plan retorcido había dado resultado y aguardaba el momento en que aquella rivalidad estallara de una vez, no le gustaban las cosas o los asuntos a medias y sentía un secreto regocijo de saber qué había destruido su sueño amoroso. Tybolt sonrió con frialdad a la joven que estaba en la cama con él y haciéndole un gesto de rechazo murmuró que se fuera, no le gustaba la mañana siguiente y tener que fingir un interés amoroso después del sexo. Prefería ahorrarse aquello por considerarlo innecesario pues les pagaba para que estuviesen con él y punto.

Cuando la rubia se fue sin proferir palabra él se estiró en la cama contemplando la claridad del alba sin tener idea de qué hora podía ser, desperezándose se acercó a la jofaina y se aseó para disipar el sopor y la modorra, estaba secándose el rostro con una tela limpia cuando oyó un toque algo imperioso en la puerta de su habitación, alzando una ceja se anudó las tirillas de la holgada camisa blanca que llevaba puesta y poniéndose unas calzas a tono fue a abrir descalzo.

Una ligera exclamación brotó de sus labios, fueron sólo un par de segundos en los que expresó genuino asombro al ver de quién se trataba y abriendo más la puerta le invitó a pasar con un suave ademán de su mano. No diría nada que pudiese empañar su perfecta actuación y aunque sospechaba qué hacia Orson ahí, mantendría su aire inocente.

-¿Que te trae por aquí? - le preguntó mientras se apartaba un mechón de cabello aún húmedo del rostro. Su tono era neutral pero por dentro,de sólo verle la cara,estaba disfrutando como un niño con juguete nuevo...Habían cosas que ni siquiera el dinero podía comprar y eso era mucho decir viniendo de él.

Los segundos transcurrían de manera pasmosamente lenta, algo percibió en los movimientos del Baratheon y en especial en su mirada dónde la furia era tan patente que en ese momento no tuvo dudas que su jugada había dado resultado. ¿Qué haría? estaba seguro que tendría que dejar esa actitud tan calmada que le había sacado de quicio cuando ambos estudiaban en Dorne, un hombre por muy frío que fuese tendría que reaccionar de algún modo cuando se robaba la honra de la mujer que se amaba.

Tybolt no alcanzó a seguir disfrutando de su momento de gloria ya que un golpe directo a su mandíbula lo aturdió por unos minutos y sintió como sangraba su labio inferior retrocediendo a raíz del golpe. Primero miró a Orson con furia nada disimulada y cuando éste lo tomó del cuello puso atención a su amenaza preparado para defenderse si llegaba un segundo golpe.

Cuando éste terminó de hablar se limpió con el dorso de la mano y arreglándose la camisa comprobó que unas gotas de sangre habían caido sobre ésta manchando el inmaculado blanco. Bufó y pensó que sería una camisa menos pero acto seguido apareció en su rostro una sonrisa de triunfo y decidió expresarlo sin refrenarse:

-¿Y eso cuando será según tú?...Orson - le dolía el labio inferior y estaba seguro que su mandíbula se hincharía pero más tarde se ocuparía de ello -Si no amas nada, no pierdes nada y hasta el momento mi corazón sigue completamente libre - hizo una pausa y chasqueando los dedos murmuró: - La virtud es algo tan volátil que desaparece con sólo chasquear los dedos, tu mujer nunca expresó ningún remordimiento e incluso: ni siquiera te nombró.

Se cruzó de brazos manteniéndose a cierta distancia de Orson, su mirada expresaba interés mientras su rostro mostraba una gélida indiferencia hacia los sentimientos heridos de su compañero de estudios, puede que no fuese un gran combatiente ya que no poseía mucha fuerza física, pero si se trataba de herir usando las palabras no tenía rival.

Le dolía el golpe pero no haría ni un gesto ni nada que pudiera delatarlo y para colmo Orson continuaba con eso de perder como si en lugar de estar hablándole estuviera repitiendo una letanía. Por unos segundos Tybolt creyó que tal vez éste se hubiera enajenado a raíz de la cólera o el despecho, aunque él nunca había amado a nadie sí era posesivo y podía imaginarse el que alguien llamara más la atención que él. Pedirle más que eso era demasiado, y mientras retrocedía para esquivar cualquier nuevo golpe que pudiese sobrevenir sintió que el Baratheon estaba muy cerca y eso le molestó porque invadía su espacio personal.

-Me estás hartando, ya te oí la primera vez y perro que ladra no muerde, Baratheon - murmuró mientras le escocía la herida y moviendo sólo unos centímetros su rostro agregó con sorna -No pareces tan enfadado, es casi como si quisieras aparentarlo...¿No será que no amabas tanto a esa mujer como pretendías? ¿No será que eres tú quién simula tener corazón y tu pecho está vacío? - Al terminar de pronunciar esas palabras golpeó con su dedo índice el pecho de Orson aprovechando para alejarlo un poco y se quedó mirándolo con la burla dibujada en su rostro,y en especial en sus ojos que no se despegaban de la silueta de su oponente.

Se preguntó si ese mismo odio que sentía por él no encerraría algún otro sentimiento que se negaba a aceptar, porque no recordaba haber querido joderle la vida a alguien con tanta intensidad como a Orson Baratheon desde que tenía memoria. Tybolt se perdió unos segundos en sus pensamientos y llegó a la conclusión que demasiado odio también podía ser peligroso para él ya que implicaría demostrar demasiadas pasiones e intereses.