Conectarse
Últimos temas
Este foro está basado en la saga de George R.R. Martin titulada "Canción de Hielo y Fuego", además sacamos contenido de diversas webs relacionadas como Asshai.com o de Hielo y Fuego Wikia. También traducimos expresamente artículos relacionados de Westeros.org para utilizarlos en Valar Morghulis. Los gráficos, plantillas, reglas y personajes cannon fueron creados por los miembros del Staff por lo que poseemos derechos reservados. No intentes plagiar o tomar algo sin habernos notificado o nos veremos forzados a tomar las medidas necesarias y a efectuar las denuncias correspondientes a Foroactivo.
Anaís Fuegoscuro
Página 1 de 1.
Anaís Fuegoscuro
Anaís Fuegoscuro
La autocompasión es el veneno al que ningún hombre sobrevive
Datos Básicos
Nombre completo: Anaís Fuegoscuro {Tyrell de nacimiento}.
Apodos: Rosa de Seda, en tono gentil; Septo de Hierro por otros menos simpatizantes.
Edad: 35 días del nombre
Lugar de Nacimiento: Altojardín, El Dominio.
Clase Social: Noble; “Alta Bastarda” por adopción del apellido..
Ocupación: Lady
Orientación Sexual:Heterosexual
Armas:No posee más armas que su mente y su corazón de mujer.
Descripción Psicológica
Descripción Psicológica:
Se podría decir que la palabra que mejor define a Anaís como personaje público es solemnidad. Fue instruida desde pequeña en el cumplimiento del protocolo y, por encima de todo, en el principio de lealtad. Tiene unos ideales férreos e inquebrantables, por los que estaría dispuesta a morir, y se enorgullece de no esconderlos por ser mujer, pues ha llevado su posición de lady a un plano mucho más útil que el de simple adorno o compañía. Se concibe a sí misma como una guerrera que han puesto al servicio de un señor, Daemon, y tiene con él una deuda que cumplir en la corte, allí donde su señor esposo no puede alcanzar con su espada y escudo. Tiene un fuerte carácter que deja entrever en momentos de mayor necesidad, es pasional, pero no por ello imprudente. Ha aprendido a encerrar sus sentimientos en lo más profundo de su corazón, y los ha rodeado de una muralla infranqueable que ni a ella misma se permite sobrepasar. Solo de este modo se puede explicar que una persona tan enamorada de la vida como es Anaís duerma cada noche junto a un hombre que no la ama. Y no le es desconocido que Daemon no siente nada hacia ella, pues no hace falta ser vidente para leerlo en los ojos del Fuegoscuro.
Nunca se permite flaquear de cara al público, siempre tiene una sonrisa y la mente fresca para afrontar cualquier cuestión que se le cruce; incluso a solas, es incapaz de sacar sus peores sentimientos a flote pues sabe que la autocompasión no serviría más que para consumirla como persona, y volverla inútil como madre de una importante familia. Tan solo en contadas ocasiones se concede unas horas de debilidad, a sabiendas de que cuando éstas terminen, se secará las lágrimas, alzará la frente, y su voz no se volverá a quebrar. Es una dama activa, no le gusta pasar su tiempo en vano y siempre hay tareas pendientes en su agenda. Atiende asuntos de la corte como si de una castellana se tratase, le gusta que se le tenga en cuenta como dirigente, siempre buscando el bien para Daemon y para sus hijos, los pilares que le impiden caer. Como madre es comprensiva, tierna y consejera; no es partidaria de sobreproteger a sus hijos, pues cree que solo ellos mismos con sus experiencias pueden aprender el camino correcto, aunque siempre tiene un consejo a mano para ayudarles a crecer como hombres buenos. Como esposa es siempre atenta a las necesidades de su marido, guarda para él toda la calma que el propio Daemon por su sangre de dragón no puede tener. Consejera, amiga... pero no amor, y quizás sea eso lo que la corroa en su fuero interno, algo que nadie, ni siquiera ella, sabe.
En cuanto a sus principios, la lealtad y el honor son indiscutibles bases de su diplomacia, pero estos no serían nada sin su inquebrantable fe a los Siete. Acostumbra a vérsela en el septo mínimo dos veces al día, y aun sin estar allí tiene siempre un rezo en mente para los Dioses. Cree que solo a ellos se puede encomendar, pues su posición le impide ser sincera con nadie sin que ello tenga consecuencias. La Fe es su escudo, su bálsamo y sus fuerzas; no se comprende a Anaís Fuegoscuro sin su devoción hacia los Siete, en especial a la Madre, pues ella la que con su compasión hace del sufrimiento de Anaís una vida plena y satisfecha junto a un buen hombre y unos mejores hijos.
Habilidades de Combate:Su combate es la diplomacia. Nunca se ha dejado llevar a un segundo plano en cuanto a alianzas y tratados se refiere, por lo que está más que cualificada como para actuar de embajadora de su Casa.Nunca se permite flaquear de cara al público, siempre tiene una sonrisa y la mente fresca para afrontar cualquier cuestión que se le cruce; incluso a solas, es incapaz de sacar sus peores sentimientos a flote pues sabe que la autocompasión no serviría más que para consumirla como persona, y volverla inútil como madre de una importante familia. Tan solo en contadas ocasiones se concede unas horas de debilidad, a sabiendas de que cuando éstas terminen, se secará las lágrimas, alzará la frente, y su voz no se volverá a quebrar. Es una dama activa, no le gusta pasar su tiempo en vano y siempre hay tareas pendientes en su agenda. Atiende asuntos de la corte como si de una castellana se tratase, le gusta que se le tenga en cuenta como dirigente, siempre buscando el bien para Daemon y para sus hijos, los pilares que le impiden caer. Como madre es comprensiva, tierna y consejera; no es partidaria de sobreproteger a sus hijos, pues cree que solo ellos mismos con sus experiencias pueden aprender el camino correcto, aunque siempre tiene un consejo a mano para ayudarles a crecer como hombres buenos. Como esposa es siempre atenta a las necesidades de su marido, guarda para él toda la calma que el propio Daemon por su sangre de dragón no puede tener. Consejera, amiga... pero no amor, y quizás sea eso lo que la corroa en su fuero interno, algo que nadie, ni siquiera ella, sabe.
En cuanto a sus principios, la lealtad y el honor son indiscutibles bases de su diplomacia, pero estos no serían nada sin su inquebrantable fe a los Siete. Acostumbra a vérsela en el septo mínimo dos veces al día, y aun sin estar allí tiene siempre un rezo en mente para los Dioses. Cree que solo a ellos se puede encomendar, pues su posición le impide ser sincera con nadie sin que ello tenga consecuencias. La Fe es su escudo, su bálsamo y sus fuerzas; no se comprende a Anaís Fuegoscuro sin su devoción hacia los Siete, en especial a la Madre, pues ella la que con su compasión hace del sufrimiento de Anaís una vida plena y satisfecha junto a un buen hombre y unos mejores hijos.
Virtudes:
- Es sensible hasta la fragilidad, su empatía con las personas le hacen cercana y amistosa para los desconocidos.
- Templanza. Pocas veces se deja llevar por su carácter en momentos críticos
- Fortaleza. Quizás su cualidad más admirable. Nunca se derrumba, no ante los ojos del mundo.
- Precavida. Sabe ver mas allá del momento que vive y poder actuar de tal modo que los días venideros sean aún mejor.
- Alma de líder. Es decisiva, y siempre sabe qué hacer cuando otros se dejan llevar por la inquietud.
- Como toda dama ha sido educada en los quehaceres de la corte, destacando especialmente en el bordado de tapices y adornos.
Defectos:
- Testaruda hasta la saciedad
- Una constante insatisfacción hacia sí misma
- Es tan prudente que no se deja llevar por los impulsos, siempre quiere controlar la situación.
- Ella considera su belleza un defecto, pues mientras la sigan considerando solo una cara bonita nadie tendrá en cuenta sus méritos como mujer y diplomática.
- Aunque ella no se lo admita, es terriblemente celosa.
Gustos:
- Las tormentas de verano en el Dominio
- Ver a sus hijos tan unidos y verlos crecer como hombres valientes y honrados.
- El ambiente de solemnidad que inspiran los septos vacíos
- Que tengan en cuenta sus esfuerzos; la aprobación de Daemon.
- Los paseos a caballo un día de brisa.
Disgustos:
- La debilidad de las mujeres nobles
- Que se reconozca de ella solo su belleza
- Estar demasiado tiempo cerca de Aceroamargo
- Que la humillen, y del mismo modo mancillar sus apellidos, de soltera y de casada.
- Ser sobreestimada
Manías,Fobias u Enfermedades:
- Teme que su marido engendre algún bastardo fruto de su amor hacia otra mujer.
- Que sus hijos sean heridos en alguna batalla o torneo.
- Perder la vida de sus seres queridos en el intento de Daemon por conquistar el Trono de Hierro.
- Enfermedad: tiene una jaqueca crónica que aparece sobretodo los días nublados.
Datos Biográficos
Familiares:
- Garlan Tyrell: Siempre ha querido y respetado a su hermano, a pesar de que su niñez este llena de conflictos por el fuerte carácter y cabezonería de ambos. No le guarda rencor por haberla casado con Daemon, se siente orgullosa de él como líder de su Casa y del Dominio y cree que fue la decisión más acertada.
- Daemon Fuegoscuro: Su señor, su protegido número uno, aquel al que le debe toda su dedicación ahora que sus hijos son adultos. Siente hacia él respeto y admiración, lo cree un perfecto líder que pronto llegará a lo más alto. No tiene duda alguna de que Daemon conseguirá todo aquello que se proponga. Sin embargo, ese abismo que él ha creado entre ambos Anaís lo ha llenado de amargura, y le impide ir mas allá de su papel.
- Aegor Ríos, Aceroamargo: Lo respeta como guerrero y cree que su apoyo es indispensable para su marido. Pero es incapaz de confiar en él por completo, no porque no crea en la palabra de Aegor, sino porque una persona movida únicamente por el odio nunca es del todo previsible. Cuando está junto a él tiende a ser más directa con las palabras, sabedora de que la conversación no es de los fuertes de su medio cuñado.
- Aemon Fuegoscuro: para Anaís Aemon no es ni nunca ha sido el mayor por edad, sino por actitud. Ve en su primogénito la viva imagen de su padre, impulsivo y valiente, con don de líder y virtuoso en el campo de batalla. Quizás por eso se vea un poco más alejada de él, pues a pesar de estar siempre dispuesta a ayudarle, siente que no le es tan necesaria su mano para caminar.
- Aegon Fuegoscuro: Aunque a los ojos del mundo los gemelos sean idénticos, solo una madre podría ver entre ellos todas las diferencias que realmente tienen. Si Aemon es la imagen de su padre, Aegon tiene dentro el alma de su madre; a menudo Anaís se sorprende pensando que, de haber nacido varón, habría sido exactamente igual que Aegon. Esa similitud de carácter es lo que le hace cercanos, pues puede llegar a comprender de un modo especial los miedos e inquietudes de su hijo menor, al igual que sus deslices de pasión irreprimible.
- Familia Targaryen: No siente odio hacia nadie más que el actual rey, por poder vivir tranquilo sabiendo la injusticia que cometió al coronarse. Siente respeto hacia su familia, pues sabe que de haber sido ella esposa de Daeron lo defendería hasta el final; sin embargo sus medio hermanos, medio hermanos también de Daemon, no tienen excusa por haberse posicionado así junto al más deshonrado de los propósitos.
Historia:
Nació como la única hija de la descendencia Tyrell, y quizás por ello su personalidad se vio marcada desde su nacimiento. A pesar de cumplir las expectativas de su madre como dama, siempre estaba deseosa de jugar y correr junto a su hermano mayor, queriendo igualarse a él. Su infancia está llena de recuerdos de peleas y travesuras contra Garlan, mientras que el pequeño Arys sacaba su lado más femenino y protector. Era hasta cierto punto impertinente, indómita y bastante aguda con la lengua, si bien nunca llegó a ganarse la enemistad de la corte de su padre. Su doncellez fue un puente entre esa impulsiva niñez y la vida que le esperaba al contraer matrimonio. Su rebeldía dejó de ser de puertas para fuera, y era su mente la que se oponía a ser adoctrinada para ser tan solo una dama más de Poniente. Su curiosidad por el conocimiento le hizo estudiar mas allá de lo que como lady se le instruía; sin el claro consentimiento de su padre jamás habría podido aprender disciplinas tales como la estrategia o la equitación en su más viril variante. En Altojardín fue una joven querida y admirada al mismo tiempo.
Sin esa etapa de maduración, le habría sido imposible concebir su casamiento con alguien tan ajeno a la Casa Tyrell como era ese Alto Bastardo de pelo plateado y ojos amatista que se refugiaba en las tierras de su hermano, al ser nombrado éste Lord. Al contrario de lo que ella misma creería que sucedería, no lloró ni se lamentó en ningún momento por su suerte, sino que se revistió de coraza y se enfrentó a esa batalla para la que los hombres no habían sido destinados. Aceptó su papel y lo ejerce tan bien como puede, gracias a esa voluntad de hierro que siempre la ha caracterizado. Encontró una persona sorprendente en el desconocido con el que había sido desposada; inteligente, divertido, carismático y atento. Llegó a creer que Daemon sería el amor de su vida. Y sin embargo, cuando la miraba no había amor, ni siquiera el deseo banal que cualquier hombre puede sentir hacia cualquier mujer, y ese descubrimiento quedó marcado en Anaís, quien decidió guardarlo tan dentro de sí misma como fuese posible, para que no le estorbase en su función de esposa y consejera. Fue un tiempo áspero entre ambos, pues cuanto más se alejaba Daemon de ella, más se encerraba en sí misma Anaís. Hasta que nacieron los gemelos.
Ser madre dio a la antigua Tyrell un nuevo motivo por el que ser fuerte y demostrar al mundo de qué era capaz. Sus hijos se convirtieron en su principal punto de apoyo, y al mismo tiempo su más codiciado tesoro, eran suyos y eso nadie, ni siquiera la indiferencia de su marido, podría quitárselo jamás. Durante la niñez de ambos Anaís dio a conocer su lado más tierno y sentimental, aquel que durante su niñez no había siquiera atisbado. Comenzó a tomar parte en los asuntos de la corte Fuegoscuro, convirtiéndose en la principal aliada de su marido, dispuesta a hacer todo lo que estuviese en su mano para alzarlo hasta la gloria que por derecho de nacimiento le correspondía. A medida que los pequeños Aemon y Aegon crecían, se iba llenando un vacío que hasta ahora ocupaba el pecho de la joven. Llegó a creer que podría ser plenamente feliz. Pero ahora sus pequeños han crecido, son hombres que saben valerse por sí mismos, y vuelve a quedar a solas con un esposo al que pertenece, pero que no le pertenece a ella.
Otros:
- En el fondo de su corazón, Anaís desearía poder tener un hijo con Daemon antes de que sea demasiado mayor para concebir. Sin embargo, prefiere olvidar su sueño antes de traer al mundo a otro hijo que no haya sido concebido por amor.
- Daemon Fuegoscuro: Su señor, su protegido número uno, aquel al que le debe toda su dedicación ahora que sus hijos son adultos. Siente hacia él respeto y admiración, lo cree un perfecto líder que pronto llegará a lo más alto. No tiene duda alguna de que Daemon conseguirá todo aquello que se proponga. Sin embargo, ese abismo que él ha creado entre ambos Anaís lo ha llenado de amargura, y le impide ir mas allá de su papel.
- Aegor Ríos, Aceroamargo: Lo respeta como guerrero y cree que su apoyo es indispensable para su marido. Pero es incapaz de confiar en él por completo, no porque no crea en la palabra de Aegor, sino porque una persona movida únicamente por el odio nunca es del todo previsible. Cuando está junto a él tiende a ser más directa con las palabras, sabedora de que la conversación no es de los fuertes de su medio cuñado.
- Aemon Fuegoscuro: para Anaís Aemon no es ni nunca ha sido el mayor por edad, sino por actitud. Ve en su primogénito la viva imagen de su padre, impulsivo y valiente, con don de líder y virtuoso en el campo de batalla. Quizás por eso se vea un poco más alejada de él, pues a pesar de estar siempre dispuesta a ayudarle, siente que no le es tan necesaria su mano para caminar.
- Aegon Fuegoscuro: Aunque a los ojos del mundo los gemelos sean idénticos, solo una madre podría ver entre ellos todas las diferencias que realmente tienen. Si Aemon es la imagen de su padre, Aegon tiene dentro el alma de su madre; a menudo Anaís se sorprende pensando que, de haber nacido varón, habría sido exactamente igual que Aegon. Esa similitud de carácter es lo que le hace cercanos, pues puede llegar a comprender de un modo especial los miedos e inquietudes de su hijo menor, al igual que sus deslices de pasión irreprimible.
- Familia Targaryen: No siente odio hacia nadie más que el actual rey, por poder vivir tranquilo sabiendo la injusticia que cometió al coronarse. Siente respeto hacia su familia, pues sabe que de haber sido ella esposa de Daeron lo defendería hasta el final; sin embargo sus medio hermanos, medio hermanos también de Daemon, no tienen excusa por haberse posicionado así junto al más deshonrado de los propósitos.
Historia:
Nació como la única hija de la descendencia Tyrell, y quizás por ello su personalidad se vio marcada desde su nacimiento. A pesar de cumplir las expectativas de su madre como dama, siempre estaba deseosa de jugar y correr junto a su hermano mayor, queriendo igualarse a él. Su infancia está llena de recuerdos de peleas y travesuras contra Garlan, mientras que el pequeño Arys sacaba su lado más femenino y protector. Era hasta cierto punto impertinente, indómita y bastante aguda con la lengua, si bien nunca llegó a ganarse la enemistad de la corte de su padre. Su doncellez fue un puente entre esa impulsiva niñez y la vida que le esperaba al contraer matrimonio. Su rebeldía dejó de ser de puertas para fuera, y era su mente la que se oponía a ser adoctrinada para ser tan solo una dama más de Poniente. Su curiosidad por el conocimiento le hizo estudiar mas allá de lo que como lady se le instruía; sin el claro consentimiento de su padre jamás habría podido aprender disciplinas tales como la estrategia o la equitación en su más viril variante. En Altojardín fue una joven querida y admirada al mismo tiempo.
Sin esa etapa de maduración, le habría sido imposible concebir su casamiento con alguien tan ajeno a la Casa Tyrell como era ese Alto Bastardo de pelo plateado y ojos amatista que se refugiaba en las tierras de su hermano, al ser nombrado éste Lord. Al contrario de lo que ella misma creería que sucedería, no lloró ni se lamentó en ningún momento por su suerte, sino que se revistió de coraza y se enfrentó a esa batalla para la que los hombres no habían sido destinados. Aceptó su papel y lo ejerce tan bien como puede, gracias a esa voluntad de hierro que siempre la ha caracterizado. Encontró una persona sorprendente en el desconocido con el que había sido desposada; inteligente, divertido, carismático y atento. Llegó a creer que Daemon sería el amor de su vida. Y sin embargo, cuando la miraba no había amor, ni siquiera el deseo banal que cualquier hombre puede sentir hacia cualquier mujer, y ese descubrimiento quedó marcado en Anaís, quien decidió guardarlo tan dentro de sí misma como fuese posible, para que no le estorbase en su función de esposa y consejera. Fue un tiempo áspero entre ambos, pues cuanto más se alejaba Daemon de ella, más se encerraba en sí misma Anaís. Hasta que nacieron los gemelos.
Ser madre dio a la antigua Tyrell un nuevo motivo por el que ser fuerte y demostrar al mundo de qué era capaz. Sus hijos se convirtieron en su principal punto de apoyo, y al mismo tiempo su más codiciado tesoro, eran suyos y eso nadie, ni siquiera la indiferencia de su marido, podría quitárselo jamás. Durante la niñez de ambos Anaís dio a conocer su lado más tierno y sentimental, aquel que durante su niñez no había siquiera atisbado. Comenzó a tomar parte en los asuntos de la corte Fuegoscuro, convirtiéndose en la principal aliada de su marido, dispuesta a hacer todo lo que estuviese en su mano para alzarlo hasta la gloria que por derecho de nacimiento le correspondía. A medida que los pequeños Aemon y Aegon crecían, se iba llenando un vacío que hasta ahora ocupaba el pecho de la joven. Llegó a creer que podría ser plenamente feliz. Pero ahora sus pequeños han crecido, son hombres que saben valerse por sí mismos, y vuelve a quedar a solas con un esposo al que pertenece, pero que no le pertenece a ella.
Otros:
- En el fondo de su corazón, Anaís desearía poder tener un hijo con Daemon antes de que sea demasiado mayor para concebir. Sin embargo, prefiere olvidar su sueño antes de traer al mundo a otro hijo que no haya sido concebido por amor.
Anaís Fuegoscuro- Nobleza
Re: Anaís Fuegoscuro
Siento el doble post, pero es para avisar que mi ficha ya esta terminada
Anaís Fuegoscuro- Nobleza
Temas similares
» Aemon Fuegoscuro
» Cosas de familia (Anais)
» El camino a seguir [Anaís]
» Ficha de Haegon Fuegoscuro
» Aemon Fuegoscuro
» Cosas de familia (Anais)
» El camino a seguir [Anaís]
» Ficha de Haegon Fuegoscuro
» Aemon Fuegoscuro
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Vie Mar 20, 2015 10:13 pm por Invitado
» SONS OF ANARCHY | NORMAL
Lun Oct 13, 2014 8:57 am por Invitado
» University of Cambridgre +18 # Nuevo
Mar Abr 08, 2014 11:45 pm por Invitado
» Spelling a Spell - Nuevo! {Afiliación Elite}
Vie Ene 24, 2014 4:39 pm por Invitado
» Life in NEW YORK +18 - Tumblr Promocional
Sáb Ene 04, 2014 11:07 pm por Invitado
» Naruto New World (A.Élite)
Lun Dic 09, 2013 2:37 pm por Invitado
» Looking For You
Dom Dic 08, 2013 12:26 pm por Invitado
» Anime Rol [Élite]
Miér Nov 13, 2013 10:10 pm por Invitado
» O.W. {Foro rol Naruto/Inuyasha-Yaoi/Yuri/Hetero} normal
Vie Oct 25, 2013 3:16 pm por Invitado