El rayo precede al trueno

Claudia Dondarrion

Soy el rayo que deslumbra

Datos Básicos

Nombre completo:Claudia Dondarrion.
Apodos: Lady Centella.
Edad: 24 años
Lugar de Nacimiento:Refugionegro.
Clase Social:Vasallo.
Ocupación:Lady de Fuertenegro
Orientación Sexual:Heterosexual
Armas:Su espada Rayo

Descripción Psicológica

Descripción Psicológica:
Fiera, indomable, terca… ésos son los apelativos que se escuchan en los pasillos de Refugionegro cuando se habla de Claudia Dondarrion. Decidida, valiente y segura, desde niña demostró tener muy claras sus ideas y prioridades, y por más que septas y maestres tratasen de templar su carácter, aquello fue una tarea imposible. No es mujer a la que se le pueda replicar fácilmente, no al menos sin arriesgarse a recibir una respuesta tan cortante como el filo de su espada, aunque ella no duda en protestar y alzar la voz si cree que debe hacerlo o si algo a su alrededor no está a su gusto. Hay quien podría considerarla algo malhumorada, especialmente en el trato a los de baja estofa, pero tan sólo es severa, exigente y autoritaria, el vivo retrato de su padre pero con larga melena negra.

No es paciente y tampoco reflexiva, siendo los impulsos los que suelen dominarla tanto para lo bueno como para lo malo, pero por suerte para Lord Dondarrion y todos los que la rodean, es bastante disciplinada, por lo que la única forma de que se controla es apelando al orden y a las cosas bien hechas. Sus relaciones con los demás suelen ser frías y distantes debido a su tremendo orgullo y soberbia; tan sólo con su padre, único miembro de la familia Dondarrion conocido que queda vivo, puede llegar a mostrarse cálida y cariñosa... siempre que la tormenta no estalle entre ambos en forma de una de sus discusiones, que parecen hacer temblar los muros de la fortaleza. En cuanto al amor, su dedicación al aprendizaje de la estrategia y el manejo de la espada le han hecho distraer los asuntos del flirteo y el cortejo, pese a lo cual y para disgusto de su padre, no duda en conseguir que un hombre la siga hasta su lecho si así lo desea.

Habilidades de Combate:Tiene un hábil manejo de la espada, aunque radica más en la velocidad y en la perfección de la ejecución que en la fuerza.
Virtudes:
- Es una gran estratega militar
- Nunca abandona un propósito cuando está decidida a conseguirlo
- Es profundamente inteligente y analítica
- Sabe aprovechar las buenas ocasiones para lograr aquello que quiere
- La lealtad a su familia es inquebrantable
Defectos:
- Es testaruda hasta límites insospechados
- El orgullo le hace no admitir sus errores
- Es desdeñosa con el servicio y todo el que no sea noble
- No atiende a consejos
- Le cuesta controlar sus impulsos
Gustos:
- Intrigar, planear, ejecutar
- Escandalizar a su padre acostándose con miembros de su guardia
- Montar a caballo
- Estudiar mapas de Poniente
- Las espadas y otras armas filosas
Disgustos:
- La pasividad
- La gente tibia y moderada
- Ser menospreciada por ser mujer
- Discutir con su padre
- Las limitaciones de su sexo
Manías,Fobias u Enfermedades:
- Tiene fobia a estar o sentirse encerrada
- Le tiene miedo a la oscuridad y por eso apenas consigue dormir; cuando lo hace, suele tener pesadillas
- Gusto mucho del vino. Quizá demasiado.

Datos Biográficos

Familiares:
Robert Dondarrion / Abuelo / Fallecido
Gisselle (Caron) Dondarrion / Abuela / Fallecida
Vengard Dondarrion / Tío / Fallecido
Osmar Dondarrion / Tío / Fallecido
Cloris (Connigton) Dondarrion / Madre / Fallecida
Arthur Dondarrion / Padre / 65 años
Historia:
Claudia perdió a su madre en el mismo momento en que tomó la primera bocanada de aire por lo que su crianza nunca tuvo un referente femenino más allá de las nodrizas y septas que la rodearon siempre. Quizá por eso tuvo desde el principio tendencia a las armas y a la guerra, disfrutando cuando su padre le dejaba sentarse en sus rodillas para ver los mapas de Poniente y mucho más en aquellas ocasiones en las que algún niño de la fortaleza le prestaba su espada de madera. Sin embargo, pronto se la intentó conducir por la senda que toda mujer noble debía seguir y se la trató de recluir en salas femeninas para enseñarla a bordar y a tocar la lira. La pequeña Claudia se rebeló desde el primer momento, haciendo gala de su carácter mediante lloros, gritos y rabietas con los que consiguió que a veces incluso fuese su propio padre quien se encargarse de atenderla, quitándole las agujas de las manos para poner espadas en ellas.

Creció siempre a la sombra de su padre, empapándose de su misma fortaleza y orgullo y tomándole como referente prácticamente en cualquier ámbito de su vida. Al no haber conocido nunca a su madre, nunca le extrañó ni se sintió mal porque su padre buscase el calor en otras mujeres, y también aprendió de esa promiscuidad, seduciendo a los hombres de Refugionegro desde muy joven y siendo éste uno de los primeros motivos por los que padre e hija discutían a voz en grito. La vida en Refugionegro, a pesar de todo, era apacible hasta que hace unos años años estalló la guerra contra los Baratheon. Claudia se ofreció a cabalgar junto a su padre pero éste se lo impidió aduciendo a su juventud y poca experiencia, por lo que la joven tuvo que esperar en el castillo hasta que la noticia de las muertes de sus tíos y la consecuente retirada de su padre llegó hasta ella. Lamiéndose las heridas, padre e hija se replegaron en Fuertenegro, fortaleza en la que la venganza se cultiva en un cuarto oscuro mientras se ofrece la mejor parte de la cosecha a los venados...