El Dragón y las dunas

Había recibido la invitación de su concuñada, una Consejera del Rey Targaryen, se preguntó a que era debido, había interés, pero si hubiera sido simple cortesía le habría llamado antes, si fuera otro tipo de interés, bueno era un poco demasiado mayor para él, y si era por otra cosa… si era por trabajo se cubriría un poco las espaldas y le daría algo de lo que preocuparse.

Se había vestido con ropa muy sencilla, ropa holgada de color azul, a la moda del desierto, con pantalones amplios, lo mismo que la camisa, que mostraba un escote que casi le llegaba al ombligo. Llevaba un par de espadas ciñéndole los costados.

El sitio era agradable, bastante fresco y estaba cuidado con esmero.

Buena tardes mi Señora, es un placer el volver a veros. Tengo varias cosas que solicitaros, como un baile durante la celebración de pasado mañana y que tengáis unas palabras con vuestro sobrino antes de que provoque una guerra y ponga en peligro las buenas relaciones con Dorne por su actitud, si sigue en ese plan provocará una revuelta antitargaryen en todo el Principado que será imposible de contener

Bueno ese movimiento puede que dejara un poco descolocada a Lady Shiera, vamos a ver como se comportaba. La tarde prometía bastante.

Mientras discutimos esto os aceptaré un vaso de vuestra limonada, se ha hecho famosa en toda Antigua en breve plazo de tiempo

Lady Shiera antes de explicaros los problemas que he tenido con nuestro común sobrino os contaré un poco de la historia de Dorne, o al menos como se cuenta la historia en Dorne. Sé que la sabéis, pero permitidme contárosla.

Durante muchos años, mientras el resto de territorios, reinos poderosos y orgullosos caían en las manos de los dragones, nosotros con las armas tradicionales resistíamos, guerra de guerrillas, emboscadas en los pasos, ataques en el desierto… Todo eso ocurrió hasta que el joven dragón consiguió reunir un gran ejército que pudo atravesar nuestras defensas, muchos dornienses perecieron defendiendo el territorio, además de miles de dragones. Todo inútil, finalmente la casa Martell y todo Dorne tuvo que claudicar. El joven dragón demasiado ufano de su victoria impuso un gobernador, un Tyrell, aunque poco importó la casa, lo que importó fue su actitud, prepotencia, desprecio a nuestras costumbres…. Olyvar hizo una pausa mientras se llevaba la copa a la boca Pronto exasperados por ese trato, todo Dorne se levantó en armas, clamando por el respeto a sus costumbres, por la vuelta a que los dornienses mandaran sobre los dornienses, por la independencia. Mi padre, así como muchos otros nobles combatieron en primera fila contra el opresor, hasta que finalmente triunfamos, matamos a más de cuarenta mil soldados enemigos, enemigos entonces y recuperamos la libertad

Eso era historia, ahora vendría la explicación de los acontecimientos, una explicación de soldados, algo que no tenía por qué saber.

Ahora mismo, en las hogueras de campamento, por las noches, se escuchan historias, de victorias y de derrotas, alegres o amargas de las guerras en las marcas contra venados y flores, pero sobretodo se escuchan las orgullosas voces de los más veteranos, de los sargentos que cuentan como combatieron contra las tropas Targaryen…. Y vencieron, como les hicieron retroceder, como han sido los únicos que lo han logrado jamás, no norteños ni occidentales ni nadie ha derrotado de esa manera a los dragones. Cuando se produzca la boda de mi hermano con Dany Olyvar usó el apelativo familia al fin y al cabo era la hermanastra de uno y la concuñada y futura cuñada del otro si deciden hacer un viaje por el territorio, los señores no tendrán problemas en adornar los castillos con los dragones, sólo tendrán que cambiar de lugar los pendones, cambiarlos de la sala de trofeos a un puesto de honor, y más de uno de esos señores, que lucharon en la guerra, o que lo hicieron sus padres, sus hermanos, y puede que muchos de ellos murieran, pensarán en la razón de unirnos ahora, pero mientras se nos trate bien permanecerán callados….

Oyvar apuró la copa y se sirvió un poco más de la limonada, estaba realmente dulce.

¿Sabéis la razón por la que la unión no se produjo hace años, la razón por la que mi hermana tuvo que renunciar al trono de Lanza en favor de Maron?, es un viejo relato de cuna. La casa Martell temía que el primer bebe de mi hermana fuera una niña. Como había pasado con ella misma. Si no hubiera tenido más hermanos no hubiera habido problemas, pero en el caso de que hubiera tenido un hermano menor…. Según las leyes de Dorne, la chiquilla sería la heredera de Dorne y del Trono de Hierro, de lo primero seguro, de lo segundo podía reclamarlo, según las leyes de los Targaryen el hijo sería el heredero legítimo tanto de Dorne como del Trono de Hierro y su hermana mayor una usurpadora. Dorne se hubiera alzado en armas para defender a su princesa de los intentos de usurpación por parte de su hermano menor. La cosa solo se hubiera frenado al morir uno de los hermanos…si es que no hubiera más hermanos, un hermano menor, o una hermana intermedia podría seguir reclamando derechos, dependiendo de que lado hablara. Para evitar eso, mi hermana renunció a sus derechos. Ese sacrificio es el que los Martell estamos dispuestos a hacer y a mantener. Casi todos los grandes señores saben esto y lo respetan y nos respetan.

Bueno ya estaba lo que quería contarle antes de explicarle la situación que habían pasado con Maekar.

En el día de ayer, antes de la carrera, estaba paseando cuando oí la voz de Maekar junto con las de Lady Rose y Lady Sofía, me pasé a saludarle y pude oir como les solicitaba un beso tras haber conseguido sus prendas para lucirlas durante la carrera, un juego peligroso el lucir los colores de dos damas tan importantes, pero eso poco importa ahora. Nada más saludar se acercó a mí me cogió del cuello para que lo agachara y poder revolverme el pelo, una chiquillada, una chiquillada que siendo escudero no me hubiera importado, o de estar solos, pero estaba ante dos de las más grandes damas de ponientes, de las casas más poderosas y ante todo su sequito, todas sus damas de compañía. Como caballero y como príncipe de Dorne no podía tolerarlo, si hubiera sido cualquier otro le hubiera retado a muerte y no hubiera retirado ese reto por nada, pero simplemente le lancé un duelo a primera sangre y ante su disculpa retiré el guante gustoso, seguro de que había aprendido la lección. Esa misma tarde hablé con Lady Rose para explicarle lo sucedido, mi postura, la razón por la que tuve que hacerlo, lo mismo que he hecho esta mañana con Lady Sofía, y por mi parte todo estaría olvidado…

Ahora venía lo grave, lo sucedido esa misma mañana que si no hubiera sido por su templanza habría podido ocasionar una guerra, tras un previo baño de sangre en Antigua.

Ahora viene lo peor, lo sucedido esta mañana, y por lo que os pido que intervengáis. Había ido a visitar a Ser Mance Blackwood, un caballero que resultó herido durante el incidente de la carrera, al poco llegó mi sobrino, estuvimos charlando un rato y entonces Ser Maekar se ofreció a realizar con él el viaje a los ríos en el que partirían en un par de días. Me ofrecí a acompañarlos. En ese momento Olyvar esbozó una sonrisa, recordando ese momento de lo ocurrido Maekar contestó que no sabía cuando partiría a lo que le respondí que tenía que ir a Desembarco a tratar ciertos aspectos de la boda con su padre. Aquello debió de molestarle ya que me respondió con desprecio diciéndome que no sabía que iba a hacer allí siendo quinto hijo y que esperaban de mí que casi no tenía barba, que el solo estaría para asentir. En un principio me lo tomé con cierta filosofía, casi con humor, por lo que le respondí que en Dorne con diecinueve años ya se tienen responsabilidades, que ya soy general y que ya había acordado el ir para discutir algunos temas y le aclaré que me afeito todos los días porque considero que estoy más atractivo. La cosa podía haber quedado ahí, pero me ordeno marchar que tenía que tratar ciertos temas con el caballero, a la vez que seguía repartiendo ordenes. En ese momento Olyvar soltó un suspiro de pesadumbre, no se sentía cómodo contando lo que pasó a continuación pero tenía que hacerlo En ese momento le recordé que Dorne era un principado, por ahora independiente, que si ese era el trato antes de la unión que no quería saber como sería después, que estaba ante otro caballero y que me sería mejor que me lo pidiera amablemente. Llegué a afirmar que si ese era el trato que nos esperaba en el futuro, no doblegaría la rodilla ante Targaryen con esa actitud. En ese momento me amenazó con usar a sus guardias blancos para que amablemente me expulsaran de la tienda y que como volviera a escuchar una palabra de desobediencia no sería tan condescendiente. En ese momento Olyvar hizo una pausa para beber un sorbo, la verdad es que estaba con la garganta seca tras la larga perorata, pero aún no había terminado Le pedí disculpas y le recordé que efectivamente esas eran sus tierras, pero que las de Dorne eran mi casa. en ese momento Olyvar buscó los ojos de Shiera En ese momento me respondió, diciéndome que en esas tierras él era el señor absoluto, solo por debajo de su padre y su hermano, recordándome que lleva la sangre de mi padre en sus venas y que de no haber renunciado mi hermana a sus derechos, los de él estarían por encima de los míos, que renunció pero que recuerde que sus derechos están por encima de los míos y que ya decidiría si nos veíamos esta noche, que lo vería y si lo consideraría oportuno, cuando antes habíamos quedado en vernos para tratar de solventar estos asuntos. Shiera, en ese momento para evitar males mayores me fui. Si por mi hubiera sido no lo hubiera hecho, mi honor de caballero me lo impediría, de la misma manera que si los guardias blancos me hubieran expulsado no hubiera necesitado llamar a la decena de guardias dornienses que estaban en las inmediaciones, habrían acudido espada en mano para protegerme y matar a los guardias reales, y me las hubiera tendido que ver con mi sobrino, espada contra espada. Por el cariño que le tengo a mi hermana y para evitar la guerra entre Dorne y Poniente me fui, pero esto se acabará sabiendo y soliviantará a Dorne, esa actitud, esa prepotencia son malas. Tienes que hablar con Maekar y hacerle comprender que no puede comportarse así con sus súbditos, son sus vasallos pero no son esclavos, no somos esclavos. Será mejor que lo comprenda o ensangrentará desde el muro hasta Lanza.

Olyvar volvió a vaciar su copa y la rellenó, tendría que pedirle la receta a Shiera, la verdad es que tenía un pequeño toque que la hacía estar deliciosa.

Por cierto Lady Shiera, cuando finalice el baile tengo previsto partir hacía desembarco, por mucho que diga Maekar tengo que tratar ciertos asuntos, tal vez vos, como consejera podríais empezar las negociaciones, la verdad es que hay de todo, desde impuestos, mantener el título de príncipe para Maron, el futuro de las monedas dornienses o el reparto de nuevas tierras conquistadas tras la unión…. Para mi sería un placer que viajarais en mi barco….