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He descubierto que no hay forma más segura de saber si amas u odias a alguien... viaja hacia sus tierras.[Keira, Milah]
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He descubierto que no hay forma más segura de saber si amas u odias a alguien... viaja hacia sus tierras.[Keira, Milah]
Thorey estaba medio adormilada, ya comenzaba a agarrar todo lo que se le venía a la mano, estaba casi desarropada en su cuna en forma de dragón marino, sus ojos y sus manitas intentaban capturar un tímido rayo de sol que se colaba por los cristales.
Había hecho llamar a dos mujeres, primero a Kei, su joven amiga, que andaba como un gato enjaulado desde su vuelta, quería hacerle una proposición, había una serie de notas sobre la mesa, y el despacho, otrora un caos de cajas, estaba pulcramente ordenado, personalizado con los objetos más queridos de la bastarda, y algunos nuevos que Keira y su esposo le había ido regalando, objetos del precio del Hierro que ella comenzaba a aceptar como un acto cotidiano.
Estando Harrald en Pike, había decidido no instalarse como un huésped molesto, en el despacho de su esposo, ya tenía su espacio propio, y su esposo la había instalado orientando las ventanas al este, con lo cual la luz del amanecer le daba más luminosidad, algunos de esos pequeños detalles la habían enamorado del gruñón pirata, detalles simples, como encender la chimenea, sabiendo lo friolera que era reina, y ahora su hija, cosa que la servía de excusa, pues en verdad, la que tenia frío era ella, ya se sabe, -¡abrígate niño que tengo frío!.
Había dejando sendos mensajes, uno para Kiera, otro para Millah, las iba a comunicar que saldría de viaje en breve, pues ya estaba recuperada totalmente del parto, miró a su hijita, iba a ser muy duro separarse de ella, sería más de un mes, pero no podía llevarla tan pequeña, su esposo, sin que sirviera de precedente, tenía razón,cedió, no sin gruñir.
Había mandado un cuervo al señor de la Roca, no le conocía como sucedía con Tybolt, apenas había intercambiado alguna frase protocolaria no pudo más que sentir un pinchazo en su corazón, ¡pobre cachorro de león!, con la preciosa pareja que hacía con la lysena, se entristeció de repente pensando en su joven sobrino, en sus niños, y en su propia hija, y en lo endeble que era todo.
-Kei, se levantó para darle un abrazo, tu hermanita te estaba esperando, la niña ya completamente despierta la miró, -¿he de recordarte que no pica?, la cría estaba entretenida mirando sus pies, inquisitiva, intentando morder el dedo gordo de uno de ellos, que se escapaba continuamente, decidida, insistente no cejó en su empeño, un sonido triunfal siguió a la consecución del objetivo, abrió los ojos mirando a su hermana y sonrió, lo que ocasiono que perdiera su trofeo, seguido de un leve gemido, se volvió a concentrar para procede a su captura.
-Me temo Kei, que no solo seducirá a los hombres de su generación, sino que los dominará. Toma asiento, quiero pedirte un favor, en realidad dos
Había hecho llamar a dos mujeres, primero a Kei, su joven amiga, que andaba como un gato enjaulado desde su vuelta, quería hacerle una proposición, había una serie de notas sobre la mesa, y el despacho, otrora un caos de cajas, estaba pulcramente ordenado, personalizado con los objetos más queridos de la bastarda, y algunos nuevos que Keira y su esposo le había ido regalando, objetos del precio del Hierro que ella comenzaba a aceptar como un acto cotidiano.
Estando Harrald en Pike, había decidido no instalarse como un huésped molesto, en el despacho de su esposo, ya tenía su espacio propio, y su esposo la había instalado orientando las ventanas al este, con lo cual la luz del amanecer le daba más luminosidad, algunos de esos pequeños detalles la habían enamorado del gruñón pirata, detalles simples, como encender la chimenea, sabiendo lo friolera que era reina, y ahora su hija, cosa que la servía de excusa, pues en verdad, la que tenia frío era ella, ya se sabe, -¡abrígate niño que tengo frío!.
Había dejando sendos mensajes, uno para Kiera, otro para Millah, las iba a comunicar que saldría de viaje en breve, pues ya estaba recuperada totalmente del parto, miró a su hijita, iba a ser muy duro separarse de ella, sería más de un mes, pero no podía llevarla tan pequeña, su esposo, sin que sirviera de precedente, tenía razón,cedió, no sin gruñir.
Había mandado un cuervo al señor de la Roca, no le conocía como sucedía con Tybolt, apenas había intercambiado alguna frase protocolaria no pudo más que sentir un pinchazo en su corazón, ¡pobre cachorro de león!, con la preciosa pareja que hacía con la lysena, se entristeció de repente pensando en su joven sobrino, en sus niños, y en su propia hija, y en lo endeble que era todo.
-Kei, se levantó para darle un abrazo, tu hermanita te estaba esperando, la niña ya completamente despierta la miró, -¿he de recordarte que no pica?, la cría estaba entretenida mirando sus pies, inquisitiva, intentando morder el dedo gordo de uno de ellos, que se escapaba continuamente, decidida, insistente no cejó en su empeño, un sonido triunfal siguió a la consecución del objetivo, abrió los ojos mirando a su hermana y sonrió, lo que ocasiono que perdiera su trofeo, seguido de un leve gemido, se volvió a concentrar para procede a su captura.
-Me temo Kei, que no solo seducirá a los hombres de su generación, sino que los dominará. Toma asiento, quiero pedirte un favor, en realidad dos
Shiera Greyjoy- Nobleza
Re: He descubierto que no hay forma más segura de saber si amas u odias a alguien... viaja hacia sus tierras.[Keira, Milah]
Shiera le había enviado un mensaje para que acudiera a su despacho. Keira se preguntó que estaría tramando. Si solo desease verla, hubiera ido a buscarla sencillamente. Fuera lo que fuera Keira quería saberlo. Necesitaba aire y cualquier plan de la bastarda la mantendría ocupada. Estaba algo molesta por el asunto del dorniense, quería zanjarlo lo antes posible. Pero sobre todo estaba molesta por la ausencia de Gerald. Desde que acabó la guerra lo notaba distante y más frío de lo habitual. No sabía exactamente qué era, pero no le gustaba. Además tampoco había podido hablar con él para intentar descubrirlo. Había pasado una larga temporada en Castroferro para poner en orden sus tierra y después había partido de las islas. No sabía adonde ni a qué, pero conforme pasaba el tiempo más molesta se sentía. Se sentía humillada en cierta medida, pero sobre todo se recriminaba a si misma que le importara tanto.
Cada vez que pensaba que había llegado a admitirse a si misma que le amaba, sentía el impulso de abofetearse. Cada vez que recordaba que había barajado la posibilidad de un futuro con él se reía a carcajadas. Era un mecanismo de defensa, lo sabía. Pero no le quedaba otra. Y lo peor de todo era que cada vez que hablaba sobre el dorniense, no podía evitar pensar inevitablemente en Skuller. Pero la voluntad es capaz de doblegar el corazón si se tiene una fortaleza como la de la princesa de Hierro. No iba a permitirse vagar melancólica como una mujer despechada. Y si Shiera le facilitaba mantenerse ocupada, bienvenido sea.
Llegó a las dependencias de la reina del Hierro y entró sin llamar. No eran necesario esas precauciones entre ambas. Sonrió al verla y respondió a su abrazo. Aquella mujer había conseguido lo impensable, que no se sintiera incómoda con las demostraciones de afecto. La bastarda era como el mar en calma, solía pensar. Acariciaba suavemente la roca con sus olas con tanta delicadeza que no oponías resistencia alguna. Y cuando te querías dar cuenta, había horadado la piedra y trasformado definitivamente el paisaje. Eso había hecho con ella, con su padre, con todo Pyke. Era admirable. La miró fingiendo un enojo que no sentía y se inclinó sobre la cuna de su hermana. - No pica, pero babea. - protestó - No seas tonta, este saco de berreos y yo ya nos hemos hecho amigas. -La sirena sonrió a Thorey y le acarició la cabeza. Era tan despierta y tan bonita que te ganaba el corazón aunque quisieras. - No lo dudo, su vieja tía le enseñará a tener tantos cojones qué los hombres del hierro olvidarán que no tiene verga. - keira le dio un bwso wn la mejilla antes de separarse de la cuna y tomar asiento.
Al parecer estaba en lo cierto y Shiera tenía planes. Esa plateada cabecita no paraba nunca. - Pues soy toda oídos Shiera, ¿qué necesitas?. Aunque ya sabes que si está en mi mano, cuenta con ello.
Cada vez que pensaba que había llegado a admitirse a si misma que le amaba, sentía el impulso de abofetearse. Cada vez que recordaba que había barajado la posibilidad de un futuro con él se reía a carcajadas. Era un mecanismo de defensa, lo sabía. Pero no le quedaba otra. Y lo peor de todo era que cada vez que hablaba sobre el dorniense, no podía evitar pensar inevitablemente en Skuller. Pero la voluntad es capaz de doblegar el corazón si se tiene una fortaleza como la de la princesa de Hierro. No iba a permitirse vagar melancólica como una mujer despechada. Y si Shiera le facilitaba mantenerse ocupada, bienvenido sea.
Llegó a las dependencias de la reina del Hierro y entró sin llamar. No eran necesario esas precauciones entre ambas. Sonrió al verla y respondió a su abrazo. Aquella mujer había conseguido lo impensable, que no se sintiera incómoda con las demostraciones de afecto. La bastarda era como el mar en calma, solía pensar. Acariciaba suavemente la roca con sus olas con tanta delicadeza que no oponías resistencia alguna. Y cuando te querías dar cuenta, había horadado la piedra y trasformado definitivamente el paisaje. Eso había hecho con ella, con su padre, con todo Pyke. Era admirable. La miró fingiendo un enojo que no sentía y se inclinó sobre la cuna de su hermana. - No pica, pero babea. - protestó - No seas tonta, este saco de berreos y yo ya nos hemos hecho amigas. -La sirena sonrió a Thorey y le acarició la cabeza. Era tan despierta y tan bonita que te ganaba el corazón aunque quisieras. - No lo dudo, su vieja tía le enseñará a tener tantos cojones qué los hombres del hierro olvidarán que no tiene verga. - keira le dio un bwso wn la mejilla antes de separarse de la cuna y tomar asiento.
Al parecer estaba en lo cierto y Shiera tenía planes. Esa plateada cabecita no paraba nunca. - Pues soy toda oídos Shiera, ¿qué necesitas?. Aunque ya sabes que si está en mi mano, cuenta con ello.
Keira Greyjoy- Nobleza
Re: He descubierto que no hay forma más segura de saber si amas u odias a alguien... viaja hacia sus tierras.[Keira, Milah]
Adoraba a esa criatura hija de su marido, solo esperaba que su hijita fuera como ella en un futuro próximo, - bien, anciana y decrepita hermana mayor de mi hija. Le sonrió, intuía que algo iba mal ente la joven y el idiota que se tiraba últimamente, y sabía perfectamente lo que era la indiferencia de los hombres, la había sufrido, pero también que también, a la vuelta del camino, cuando todo se daba por perdido, se encontraba la felicidad, aunque fuera con un gruñón pirata de agrio carácter, y que amaba profundamente, pese a que todo podría haberse convertido en un drama épico.
-Debemos tomar el toro por los cuernos, y hacer algo con nuestro molesto huésped, eso sería lo primero que quería comentarte, en la entrevista que tuve con él, y en los días que le he ido visitando, le pregunto para ver por donde cojeaban los hombres de arena. Le comentó que ella conocía poco a su excuñado, solo en contadas ocasiones habían conocido, no podría decirle como era Maron y por donde tirar de él. Si como le había comentado la muchacha, su flota estaba seriamente dañada, no críe que en sus planes estuviera comenzar una guerra contra los piratas, por muchas ganas y deseo de liberar a su hijo.
-Tu prisionero, dice, y sonrió por su poca habilidad, - nos propone que nos dará la paz, no es necesario que te arrojes al suelo, y te destroces riéndote, incluso ha dejado caer una velada amenaza, en la cual Tyrell, Baratheon y Martell se unirían para reconquistar los terrenos perdidos, ¡de verdad!, dijo con sorna, -puedes cerrar la boca, yo también pensé lo mismo, ¿hasta dónde es importante el Martell para que pacten una paz duradera? Nada, no veo por donde cogerlo, y después de su cobardía seguro que emplearán la traición como método de pago una vez que este a salvo el pequeño de sus príncipes.
Se encogió de hombros, -no veo que ese sea el camino para liberarlo, hay que encontrar un opción que nos favorezca, algo que nos dé una seguridad, por otra parte, tu padre, considera que ya he vagueado demasiados meses, necesitamos aliados. La muerte de Lannister, nos deja con su primito, al que conocí en la boda, un jovencito al que necesitamos, proclamado como rey de la Roca, así que si no tienes a quien tirarte, si la vida de tranquilidad, y tedio, está haciendo que engorde tu culo, nos vamos juntas en tu barco, porque el tacaño de tu padre me debe uno, que no termina de regalarme, nos vamos a la Roca, y de paso, para alargar el crucero de placer, nos daremos un paseo por Antigua, para tomar el pulso a Svenar. ¿Qué te parece?
-Debemos tomar el toro por los cuernos, y hacer algo con nuestro molesto huésped, eso sería lo primero que quería comentarte, en la entrevista que tuve con él, y en los días que le he ido visitando, le pregunto para ver por donde cojeaban los hombres de arena. Le comentó que ella conocía poco a su excuñado, solo en contadas ocasiones habían conocido, no podría decirle como era Maron y por donde tirar de él. Si como le había comentado la muchacha, su flota estaba seriamente dañada, no críe que en sus planes estuviera comenzar una guerra contra los piratas, por muchas ganas y deseo de liberar a su hijo.
-Tu prisionero, dice, y sonrió por su poca habilidad, - nos propone que nos dará la paz, no es necesario que te arrojes al suelo, y te destroces riéndote, incluso ha dejado caer una velada amenaza, en la cual Tyrell, Baratheon y Martell se unirían para reconquistar los terrenos perdidos, ¡de verdad!, dijo con sorna, -puedes cerrar la boca, yo también pensé lo mismo, ¿hasta dónde es importante el Martell para que pacten una paz duradera? Nada, no veo por donde cogerlo, y después de su cobardía seguro que emplearán la traición como método de pago una vez que este a salvo el pequeño de sus príncipes.
Se encogió de hombros, -no veo que ese sea el camino para liberarlo, hay que encontrar un opción que nos favorezca, algo que nos dé una seguridad, por otra parte, tu padre, considera que ya he vagueado demasiados meses, necesitamos aliados. La muerte de Lannister, nos deja con su primito, al que conocí en la boda, un jovencito al que necesitamos, proclamado como rey de la Roca, así que si no tienes a quien tirarte, si la vida de tranquilidad, y tedio, está haciendo que engorde tu culo, nos vamos juntas en tu barco, porque el tacaño de tu padre me debe uno, que no termina de regalarme, nos vamos a la Roca, y de paso, para alargar el crucero de placer, nos daremos un paseo por Antigua, para tomar el pulso a Svenar. ¿Qué te parece?
Shiera Greyjoy- Nobleza
Re: He descubierto que no hay forma más segura de saber si amas u odias a alguien... viaja hacia sus tierras.[Keira, Milah]
Se repantigó en la silla y pidió que le trajeran cerveza floja. Asintió mostrando su acuerdo con la resolución de Shiera. Ya habían pasado muchos meses desde la captura del dorniense y nadie quería tenerlo en las Islas más tiempo del deseado. Y ella menos que nadie. No soportaba tratar con el Martell, pero mientras estuviera bajo su custodia era inevitable. - Estoy de acuerdo contigo, Shiera. Nadie más que yo quiere acabar con todo esto. Debería degollarlo y acabar con el asunto, pero sé que no es lo más inteligente. aunque sin duda alguno, si lo más satisfactorio y lo más divertido. - bromeó. - Cuéntame si has sacado algo en claro de esas entrevistas.- Keira sabía que la lengua del dorniense se soltaría con mayor facilidad ante Shiera que ante ella misma. por eso organizaron las visitas de la reina. Aunque hubiera negado los lazos familiares que les unían a ambos ante Olyvar, sabía que éstos inspirarían cierta confianza en él. El hecho de insistir en negar los esperaba que los hubiera afianzado. Ahora era el momento de ver si su estrategia había dado sus frutos.
Keira no se sorprendió por la noticia pero si sonrió de medio lado. Con cada acción el dorniense dejaba más clara su prepotencia y su insensatez. - Hay algunos que no aprenden ¿verdad? No es muy inteligente por su parte ir largando amenazas. Pero no debemos cometer su mismo error al subestimarlas. Dorne y el Dominio nos tienen ganas, no lo dudo. Lo de los Baratheon ya es harina de otro costal. Si fuera cierto nos superarían ampliamente en número. Pero tal y como han quedado tras la guerra y con los enfrentamientos que aún sufren, no sería nada sensato enfrentarse a nosostros. Claro que nadie nos dice que sean sensatos.
Shiera tenía razón. No confiaba en la palabra de los hombres de las arenas. No confiaba que mantuvieran la paz por el bienestar de Olyvar, pero tampoco como pago a su liberación. - Olyvar buscará venganza, no lo dudo. Pero sólo no es nadie. Todo depende de Maron Martell. No quiero una guerra con Dorne. a nadie le importan esas tierras arenosas arrasadas por el sol. Hay bocados mucho más suculentos y cercanos que tomar. Si hubiera garantías, les entregaría a Olyvar. Nos traicionó, pero es solo un niño malcriado jugando a un juego que le queda grande. - La Kraken miró a Shiera inquisitiva. ¿Acaso su plateada cabecita había pensado en algo? - ¿Qué propones entonces? ¿En que garantía piensas?
No era mala idea la propuesta de la bastarda. Su aliado natural era el león. No conocía al nuevo rey pero era lo mejor ir a tentarlo. Sonrió divertida por la puya de Shiera. - Esta bien marinera, te acompañaré a la roca. No se para qué demonios quieres un barco si te mareas como una cesta. Pero es lo mismo, quiero conocer al nuevo león. Y espero, mi reina que lo atraigas a nuestra causa con tus famosos encantos. En cuanto a lo de Antigua, ¿que te parece el tal Svenar? ¿Crees que podría ponerse de nuestro lado?
Keira no se sorprendió por la noticia pero si sonrió de medio lado. Con cada acción el dorniense dejaba más clara su prepotencia y su insensatez. - Hay algunos que no aprenden ¿verdad? No es muy inteligente por su parte ir largando amenazas. Pero no debemos cometer su mismo error al subestimarlas. Dorne y el Dominio nos tienen ganas, no lo dudo. Lo de los Baratheon ya es harina de otro costal. Si fuera cierto nos superarían ampliamente en número. Pero tal y como han quedado tras la guerra y con los enfrentamientos que aún sufren, no sería nada sensato enfrentarse a nosostros. Claro que nadie nos dice que sean sensatos.
Shiera tenía razón. No confiaba en la palabra de los hombres de las arenas. No confiaba que mantuvieran la paz por el bienestar de Olyvar, pero tampoco como pago a su liberación. - Olyvar buscará venganza, no lo dudo. Pero sólo no es nadie. Todo depende de Maron Martell. No quiero una guerra con Dorne. a nadie le importan esas tierras arenosas arrasadas por el sol. Hay bocados mucho más suculentos y cercanos que tomar. Si hubiera garantías, les entregaría a Olyvar. Nos traicionó, pero es solo un niño malcriado jugando a un juego que le queda grande. - La Kraken miró a Shiera inquisitiva. ¿Acaso su plateada cabecita había pensado en algo? - ¿Qué propones entonces? ¿En que garantía piensas?
No era mala idea la propuesta de la bastarda. Su aliado natural era el león. No conocía al nuevo rey pero era lo mejor ir a tentarlo. Sonrió divertida por la puya de Shiera. - Esta bien marinera, te acompañaré a la roca. No se para qué demonios quieres un barco si te mareas como una cesta. Pero es lo mismo, quiero conocer al nuevo león. Y espero, mi reina que lo atraigas a nuestra causa con tus famosos encantos. En cuanto a lo de Antigua, ¿que te parece el tal Svenar? ¿Crees que podría ponerse de nuestro lado?
Keira Greyjoy- Nobleza
Re: He descubierto que no hay forma más segura de saber si amas u odias a alguien... viaja hacia sus tierras.[Keira, Milah]
- Mi plateada cabecita está aburrida, la inactividad puede conmigo, es hora de movernos. No sé que pueden querer los Martel a cambio de su hermano pequeño, o si tras la batalla, siguen pensando que es un grano en el culo de la familia, pero algo si está claro, debemos sacarlo de Pike, casi cuatro meses son demasiados para tener a un miembro de una gran casa, estamos dando tiempo a que se rearmen, hagan alianzas y vengan a por él.
La reina se levantó, mirando a su hijita que seguía empeñada en atrapar su píe con una técnica infalible, y una obstinación Greyjoy. Desde luego esa niña sería un enemigo implacable, si heredaba la forma de ser de los piratas, y ella conseguía que su inteligencia se potenciase a límites no conocidos en esos tiempos. Se agachó frotando la naricilla de la pequeña con la suya, y pensó en otros niños, niños perdidos, con una madre viuda… En Maekar.
-Yo… vaciló, era un petición egoísta, y no sabía cómo enfocarla, si era posible que sacaran alguna ventaja, -Kei las últimas noticias que he tenido de mi familia fue un cuervo de la Reina, de la esposa de mi hermano, permanecían en Lanza, junto a ella mi sobrina pequeña, Sophia, y los hijos de ella, ignoro el paradero de ellos, pero, su cara reflejó la tristeza, miró a su hija, no sabía qué haría si la pequeña corriera peligro, y esos niños eran frágiles criaturas, ignoraba como los vería Maron, no sabía cómo eran sus relaciones familiares, como estaría tratando a su hermana, un peligro potencial en Dorne, si hacía valer su derecho al trono, al que renunció al casarse con Daron, pero esos niños eran los herederos de Tyblot, legitimados, con sangre de reyes, una piedra en el camino de Daven Lannister, hacia la seguridad total, de no tener obstáculos para él y sus descendientes, incluida la posición de la madre de Tybolt y su tía, mujeres de las cual ignoraba paradero y suerte corrida.
- No sé qué ha ocurrido con ellos, no sé si serían un precio aceptable de rescate por Oly, y hasta qué punto le aprecian, para darnos dos joyas tan interesantes, pero sería una buena opción, la reina, sentada de nuevo, prosiguió - la observación de tu prisionero no es mala idea nos aseguraría la paz, aunque no creo que los Martell la mantengan, tras recupérale, por lo cual aunque firmemos un pacto de no agresión, necesitamos una garantía, que no los incite a atacarnos, cuando recuperado, pese a su contienda con el rey Buitre, vuelvan los ojos a nosotros, que aunque lejos, la venganza es un dulce para almas que no saben, que se han de cavar dos tumbas.
Le comentó que había hecho llamar a Milah, una mujer en la cual comenzaba a confiar, se había aportado bien en la batalla, la había ayudado durante la guerra civil, una hábil marinera y también tenía ese punto de audacia, que no encontró en otras mujeres.
- Milah vendrá con nosotros, mi idea, tras desembarcar en Antigua, si ella acepta, es mandarla a Dorne, que busque el paradero de mi familia, pero…, lo que iba a decir era algo, realmente osado, pero... Necesitaban amigos, aliados, -¿tú crees que sería posible una reunión con el Rey Buitre?, pactar con él una ayuda para que se mantenga incordiando en las Marcas, los venados, flores y arenitas estarían entretenidos, nosotros no tendríamos incordios en Rejo… y tu padre, me mataría por pensar estas cosas, aunque en otro tiempo en otro lugar, ya hubo un intento, de pensamiento, de hablar con ese hombre…, ella estaría dispuesta a ir, pero ni a Keira ni a ella, Harrald les permitiría acercarse a esa campamento, su instinto protector... Pero tal vez.. y pensaba tal vez...MIlah..
La reina se levantó, mirando a su hijita que seguía empeñada en atrapar su píe con una técnica infalible, y una obstinación Greyjoy. Desde luego esa niña sería un enemigo implacable, si heredaba la forma de ser de los piratas, y ella conseguía que su inteligencia se potenciase a límites no conocidos en esos tiempos. Se agachó frotando la naricilla de la pequeña con la suya, y pensó en otros niños, niños perdidos, con una madre viuda… En Maekar.
-Yo… vaciló, era un petición egoísta, y no sabía cómo enfocarla, si era posible que sacaran alguna ventaja, -Kei las últimas noticias que he tenido de mi familia fue un cuervo de la Reina, de la esposa de mi hermano, permanecían en Lanza, junto a ella mi sobrina pequeña, Sophia, y los hijos de ella, ignoro el paradero de ellos, pero, su cara reflejó la tristeza, miró a su hija, no sabía qué haría si la pequeña corriera peligro, y esos niños eran frágiles criaturas, ignoraba como los vería Maron, no sabía cómo eran sus relaciones familiares, como estaría tratando a su hermana, un peligro potencial en Dorne, si hacía valer su derecho al trono, al que renunció al casarse con Daron, pero esos niños eran los herederos de Tyblot, legitimados, con sangre de reyes, una piedra en el camino de Daven Lannister, hacia la seguridad total, de no tener obstáculos para él y sus descendientes, incluida la posición de la madre de Tybolt y su tía, mujeres de las cual ignoraba paradero y suerte corrida.
- No sé qué ha ocurrido con ellos, no sé si serían un precio aceptable de rescate por Oly, y hasta qué punto le aprecian, para darnos dos joyas tan interesantes, pero sería una buena opción, la reina, sentada de nuevo, prosiguió - la observación de tu prisionero no es mala idea nos aseguraría la paz, aunque no creo que los Martell la mantengan, tras recupérale, por lo cual aunque firmemos un pacto de no agresión, necesitamos una garantía, que no los incite a atacarnos, cuando recuperado, pese a su contienda con el rey Buitre, vuelvan los ojos a nosotros, que aunque lejos, la venganza es un dulce para almas que no saben, que se han de cavar dos tumbas.
Le comentó que había hecho llamar a Milah, una mujer en la cual comenzaba a confiar, se había aportado bien en la batalla, la había ayudado durante la guerra civil, una hábil marinera y también tenía ese punto de audacia, que no encontró en otras mujeres.
- Milah vendrá con nosotros, mi idea, tras desembarcar en Antigua, si ella acepta, es mandarla a Dorne, que busque el paradero de mi familia, pero…, lo que iba a decir era algo, realmente osado, pero... Necesitaban amigos, aliados, -¿tú crees que sería posible una reunión con el Rey Buitre?, pactar con él una ayuda para que se mantenga incordiando en las Marcas, los venados, flores y arenitas estarían entretenidos, nosotros no tendríamos incordios en Rejo… y tu padre, me mataría por pensar estas cosas, aunque en otro tiempo en otro lugar, ya hubo un intento, de pensamiento, de hablar con ese hombre…, ella estaría dispuesta a ir, pero ni a Keira ni a ella, Harrald les permitiría acercarse a esa campamento, su instinto protector... Pero tal vez.. y pensaba tal vez...MIlah..
Shiera Greyjoy- Nobleza
Re: He descubierto que no hay forma más segura de saber si amas u odias a alguien... viaja hacia sus tierras.[Keira, Milah]
Ella había sido solicitada por la reina, sabia que las cosas últimamente habían estado turbias, el fin de la guerra, el comienzo de alguna clase de alianza de paz ¿Acaso eso seria posible?
Ella salto nuevamente por unos de los balcones de aquel lugar, ya no le quedaba tanto para llegar a donde estaba Shiera y su acompañante, la había mandado a llamar pero por supuesto, sabia que ella no era la única y ademas tenia un poco de conocimiento del viaje que planeaba esta misma, pero realmente no estaba segura de cuales eran sus verdaderos planes o motivos de la reina para dejar a su pequeña y poner sus pies sobre un barco, aunque a ella esa idea de navegar, sentir su cuerpo danzar al compás de las olas contra la popa, le fascinaba e incluso le hacia erizar la piel de emoción, habían cosas que una pirata por mas retirada o en pausa que este no se olvidaba, su verdadero hogar seria y sera el mar.
Logro encontrar el lugar donde estaba la reina, y claro su acompañante, entro sutilmente por la ventana sin ser vista, y se quedo allí, no escondida, pero quieta y silenciosa para no interrumpir. Hasta que ella misma fue nombrada y fue ahí donde realmente presto más atención a la charla...
"-Sabes muy bien que estaré encantada de ir, mi lealtad es a ti... solo dilo y lo haré "- Dijo ella dejándose ver, ya siendo visible junto a la ventana
"-Buenas tardes a ambas, lamento haberlas interrumpido de esta manera, pero mi señora sabe usted que es demasiado arriesgado para cualquiera de ustedes dos... Supongo que es una misión para una chica arriesgada y esa estoy segura que seria yo ... "- Dijo ella mientras se acercaba a las dos mujeres y a la bebes, asintiendo en forma de saludo para las damas, y para la pequeña sonriendo le con dulzura, esa pequeña le robaba el alma a cualquiera e incluso a una mujer sin alma y sin corazón como ella..
Ella salto nuevamente por unos de los balcones de aquel lugar, ya no le quedaba tanto para llegar a donde estaba Shiera y su acompañante, la había mandado a llamar pero por supuesto, sabia que ella no era la única y ademas tenia un poco de conocimiento del viaje que planeaba esta misma, pero realmente no estaba segura de cuales eran sus verdaderos planes o motivos de la reina para dejar a su pequeña y poner sus pies sobre un barco, aunque a ella esa idea de navegar, sentir su cuerpo danzar al compás de las olas contra la popa, le fascinaba e incluso le hacia erizar la piel de emoción, habían cosas que una pirata por mas retirada o en pausa que este no se olvidaba, su verdadero hogar seria y sera el mar.
Logro encontrar el lugar donde estaba la reina, y claro su acompañante, entro sutilmente por la ventana sin ser vista, y se quedo allí, no escondida, pero quieta y silenciosa para no interrumpir. Hasta que ella misma fue nombrada y fue ahí donde realmente presto más atención a la charla...
"-Sabes muy bien que estaré encantada de ir, mi lealtad es a ti... solo dilo y lo haré "- Dijo ella dejándose ver, ya siendo visible junto a la ventana
"-Buenas tardes a ambas, lamento haberlas interrumpido de esta manera, pero mi señora sabe usted que es demasiado arriesgado para cualquiera de ustedes dos... Supongo que es una misión para una chica arriesgada y esa estoy segura que seria yo ... "- Dijo ella mientras se acercaba a las dos mujeres y a la bebes, asintiendo en forma de saludo para las damas, y para la pequeña sonriendo le con dulzura, esa pequeña le robaba el alma a cualquiera e incluso a una mujer sin alma y sin corazón como ella..
Milah Valenciano- Ciudadano
Re: He descubierto que no hay forma más segura de saber si amas u odias a alguien... viaja hacia sus tierras.[Keira, Milah]
- Si Maron Martell fuera inteligente, nos pagaría para que nos lo quedáramos para siempre. No tengo ni idea de que relación hay entre los hermanos, pero si se que los dornienses son orgullosos como pavos. Aunque no lo tenga en gran estima, Maron querrá recuperar lo sólo por satisfacer su orgullo. La pregunta es si querrá hacerlo por las buenas o por las malas. Me inclino a pensar que si les damos una salida satisfactoria lo preferirán a iniciar otra guerra. Sea como sea, debemos agilizar el asunto. Cuanto antes me libre de él, mejor. Es como un grano en el culo. - bufó.
Escuchó a Shiera con atención. Era una idea sorprendente y se tomó un minuto para meditarla. Nunca había pensado intercambiar a Olyvar por unos niños por muy nobles que fueran. Sabía que el amor de su amiga por su familia la influía en su petición, pero también sabía que no lo hubiera sugerido si no fuera de igual modo provechoso para las islas. Eran herederos de los dragones y de los leones. Pero además eran familia de los dornienses. Dudaba que fueran freno suficiente para garantizar el juramento de Maron, al fin y al cabo solo eran los hijos de su sobrino. Pero puestos a liberar a Olyvar por la paz, mejor tener esa carta que ninguna.
- No había pensado en ello. Sé que son tu familia y querría complacerte. Sin embargo dudo que Maron se detuviera por ellos. Claro que menos da una piedra como se suele decir. Además de tener una pequeña garantía les daríamos a esos niños la oportunidad de crecer como hombres y mujeres del hierro como lo era su padre. Y no como hombres de las arenas maricones y cobardes. - le sonrió. Sabía que su amiga disfrutaría de tener a esos niños junto a ella. - Juguemos al bueno y al malo. Escribiré a Maron diciendo que tenemos a su hermano por su traición. Que exigimos una satisfacción a cambio de su liberación y un juramento de paz. Tu le escribirás como su familia diciendo que nos has convencido de intercambiarlo por los niños. Porque así Olyvar puede volver con su familia y a su hogar. En cambio los niños no tienen a nadie y tu los querrías como a tus hijos. Habla de la memoria de su padre que era un hombre del Hierro y hubiera querido que crecieran donde él creció. Dile que tu lo conocías mejor que nadie. Ya sabes a lo que me refiero.
Keira torció el gesto al oír la segunda parte del plan de su amiga. ¿El rey buitre? No estaba por la labor de buscar de nuevo la alianza con gentes extrañas. - Yo creo que piensa seguir atacando en las marcas independientemente de nosotros. Pero es cierto que nos beneficia en gran medida que distraiga a nuestros enemigos. Hablemos con Harrald a ver que opina. Pero por el Ahogado, no deseo volver a Dorne ni por todo el oro del mundo. Si mi padre accede irá otro para hacer de recadero. - Keira se interrumpió al presentir como alguien entraba en la habitación. Una mujer que permaneció callada hasta que Shiera la nombró. No la conocía demasiado bien, solo su nombre. Pero confiaría en el juicio de su amiga. La mujer se ofreció para ir a Dorne, aunque la estupidez de decir que algo era demasiado arriesgado para Keira, no le hizo confiar en ella precisamente.
- Bien, Milah ya veremos que pasa. De momento nos vamos a Lannisport. - el viaje le serviría para conocerla y ver de que pasta estaba hecha. Ya decidirían más adelante si era digna de la empresa.
Escuchó a Shiera con atención. Era una idea sorprendente y se tomó un minuto para meditarla. Nunca había pensado intercambiar a Olyvar por unos niños por muy nobles que fueran. Sabía que el amor de su amiga por su familia la influía en su petición, pero también sabía que no lo hubiera sugerido si no fuera de igual modo provechoso para las islas. Eran herederos de los dragones y de los leones. Pero además eran familia de los dornienses. Dudaba que fueran freno suficiente para garantizar el juramento de Maron, al fin y al cabo solo eran los hijos de su sobrino. Pero puestos a liberar a Olyvar por la paz, mejor tener esa carta que ninguna.
- No había pensado en ello. Sé que son tu familia y querría complacerte. Sin embargo dudo que Maron se detuviera por ellos. Claro que menos da una piedra como se suele decir. Además de tener una pequeña garantía les daríamos a esos niños la oportunidad de crecer como hombres y mujeres del hierro como lo era su padre. Y no como hombres de las arenas maricones y cobardes. - le sonrió. Sabía que su amiga disfrutaría de tener a esos niños junto a ella. - Juguemos al bueno y al malo. Escribiré a Maron diciendo que tenemos a su hermano por su traición. Que exigimos una satisfacción a cambio de su liberación y un juramento de paz. Tu le escribirás como su familia diciendo que nos has convencido de intercambiarlo por los niños. Porque así Olyvar puede volver con su familia y a su hogar. En cambio los niños no tienen a nadie y tu los querrías como a tus hijos. Habla de la memoria de su padre que era un hombre del Hierro y hubiera querido que crecieran donde él creció. Dile que tu lo conocías mejor que nadie. Ya sabes a lo que me refiero.
Keira torció el gesto al oír la segunda parte del plan de su amiga. ¿El rey buitre? No estaba por la labor de buscar de nuevo la alianza con gentes extrañas. - Yo creo que piensa seguir atacando en las marcas independientemente de nosotros. Pero es cierto que nos beneficia en gran medida que distraiga a nuestros enemigos. Hablemos con Harrald a ver que opina. Pero por el Ahogado, no deseo volver a Dorne ni por todo el oro del mundo. Si mi padre accede irá otro para hacer de recadero. - Keira se interrumpió al presentir como alguien entraba en la habitación. Una mujer que permaneció callada hasta que Shiera la nombró. No la conocía demasiado bien, solo su nombre. Pero confiaría en el juicio de su amiga. La mujer se ofreció para ir a Dorne, aunque la estupidez de decir que algo era demasiado arriesgado para Keira, no le hizo confiar en ella precisamente.
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Keira Greyjoy- Nobleza
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