El Sol y el Venado

A diferencia de otros Regentes Nathan siempre se encontraba al frente de sus hombres, desde que se había hecho el señor de la tormenta, no había esquivado sus compromisos, él aún era joven como la mayoría de los herederos y sus ímpetus de ir al frente aún no habían sido mitigados por el paso de los años o la comodidad de los castillos, Fue así como había llegado a las marcas dirigiendo un pequeño contingente de soldados de la tormenta, y trayendo consigo al grueso de los hombres Targaryen que habían permanecido apostados en Refugio Estival.

-Debemos ser cuidados… es probable que tengamos que sacar gente del refugio negro… no podemos dejar que los Dondarrion resistan tanto el peso, quiero que consigan quien me mantenga informado de lo que pasa en refugio negro, de ser necesario tomaremos cartas en el asunto- desde su llegada el joven venado se encontraba analizando la situación, había pasado horas con sus capitanes informándose de la situación y afinando los detalles de lo que vendría, aquella cacería parecía lejos de haber terminado, de hecho algo nuevo venía.

-Lord Baratheon… disculpad- de pronto un guardia de bastión de tormentas ingresaba en la sala a toda marcha, no era común que su guardia ingresara de ese modo, pero al parecer era algo urgente lo que tenía que decir -Tranquilizate y habla- respondió Nathan mientras apartaba la vista del mapa y volvía a tomar asiento, ya que había permanecido de pie moviendo figuras sobre un mapa de las marcas -Lord Baratheon… el príncipe Martell solicita audiencia con usted y aguarda su respuesta- ¿Principe Martell? Qué curioso, para ese momento los Targaryen ya deberían haber unido su sangre a ellos, era una sorpresa que conservaran su titulo, Nathan en realidad pensaba que pronto pasarían a ser Lord igual que todos los demás regentes -Decidle al Principe Martell, que es bienvenido y con gusto me reuniré con él… Escoltadlo hasta aquí-

Un Principe y además ahora familia de los Targaryen, sin lugar a dudas Nathan no estaba vestido para la ocasión, sobre su pecho un jubón de cuero endurecido remplazaba su habitual coraza negra con el ciervo dorado en el pecho, brazales del mismo amterial, botas de montar… en fin más un guerrero que un lord, pero no se preocuparía de eso ahora, estaba seguro que el príncipe lo comprendería -Bueno señores, dejamos esto por ahora… haced lo que hemos acordado, instruid a vuestros hombres, nos volveremos a reunir más tarde-

Con todo dispuesto, Nathan esperaba a quien parecía dirigir las tropas de Dorne, sabía bien que su hermano era amigo de los Martell y él no era su enemigo, pero tampoco lo unía una gran amistad, pero como el Lord que era debía dejar eso de lado por ahora y velar por la derrota de aquel Enemigo en común -Adelante- la puerta había sonado de la misma forma en que lo hacen sus guardias para anunciar su ingreso, de seguro ahí estaba el príncipe Martell.

Nathan se puso de pie de inmediato al verlo entrar, era una príncipe y además sus relaciones con los Martell no era de las más distendidas, por lo que se veía obligado a intentar cumplir con todas las reglas que el protocolo dictaba debía cumplir -Por el contrario Principe Olyvar, es un placer para mi recibirlo- En realidad el ciervo no daba mucha importancia a las vestiduras al menos, en su caso particular, él solía vestir de aquella forma cuando se encontraba lejos de bastión de tormentas, y en aquella particular situaciones no cambiaria, era fundamental estar preparado en caso de cualquier sorpresa. -La ropa es lo de menos Príncipe, el hecho relevante es que supongo se encuentra en las marcas por lo mismo que yo-

Nathan tomo asiento y le indico al príncipe que podía hacerlo también si era su deseo, todo mientras escuchaba lo que tenía que decir y es que en realidad era complejo aquello de dejarlo pasar a sus tierras, en especial con el contingente de hombres que él había llevado a las marcas -El tema de las patrullas siempre puede ser solucionado, somos pueblos que han intentado convivir de forma pacífica por años, no hay motivos para que sea de otra forma… sin embargo no os esconderé el hecho de que también he llegado a un acuerdo con las fuerzas del dominio para un patrullaje conjunto… no tengo problemas con vuestra casa, mas ¿podéis asegurarme que no os enfrascareis en disputas con los Tyrell en las tierras de la tormenta? Si creéis que eso es posible, existe una disposición total a llegar a acuerdos, para destruir a este enemigo común, mucho daño ha causado ya como para prologar más su existencia- aquel era el tema, Nathan no debía perder el norte, sabía muy bien que en aquel lugar no sólo se jugaban la cacería del rey buitre, también estaban los posibles conflictos futuros de poniente, y él no los arrastraría tan pronto a sus tierras.

El tema de las ropas era delicado, muy delicado en realidad, el joven Martell tenía toda la razón aquello era el comienzo de una peor situación y en realidad era difícil de manejar, no por el simple hecho de avisar las cosas disminuirían en gravedad, pero abría que intentarlo - Nosotros también hemos sufrido perdidas y por ende material nuestro puede estar en su poder, en especial de los Dondarrion, pero estoy seguro que con madures llegaremos a buen puerto en ese asunto… ¿Desea algo de beber Príncipe? Lamento no poder ofrecer tanto como quisiera ¿Pero quizás algo de vino?- Si bien Nathan bebía muy poco o casi nada, comprendía bien que no era eso el común en la gente de poniente y al parecer aquello podía tener muchas aristas por tratar aún.

- Por cierto, disculpad no haber respondido antes, mi esposa se encuentra perfectamente, muy agradecida por la hospitalidad recibida en vuestras tierras…- El regente desconocía el estado sentimental del príncipe y por ende no le pareció apropiado profundizar en eso, y a la vez poco atinado felicitarlo a él por la unión de los Martell y los Targaryen, lo mejor era salir de aquel tema de formalidad y regresar a aquello que unía ahora al príncipe y el venado -Cuénteme príncipe… cuales son las zonas en que ha sido tacado, quizás de ese modo podamos establecer algún patrón de ataque de este mal llamado rey-