Casting Harrald Greyjoy

Nombre del Cannon Elegido:Harrald Greyjoy "El Kraken de Hierro"

¿Porque lo has elegido?: Desde hace algún tiempo en los foros que llevo transitando los personajes normalmente buscaban dos cosas en concreto: Ganar en sus respectivos campos sin demasiada dificultad, y que sus personajes no sufrieran demasiado. Con Harrald Greyjoy veo la posibilidad de algo nuevo. Un personaje que busque simplemente traer la desolación al mundo que le ha arrebatado lo que en su desquiciada mente cree que le pertenece. Un pirata con un ejercito detrás, gobernando los mares con mano de hierro, sin piedad y sin mas honor que el que él mismo quiera mostrar, y solo cuando eso le beneficie de alguna manera. Busco crear un personaje taimado y calculador, pero que no rehuya una buena pelea cuando se presenta, que no tema ensuciarse las manos si ha de desollar a alguien para conseguir la información que desea. Busco que sea un personaje que firmará inmediatamente si puede eliminar a un poderoso rival perdiendo un brazo o una pierna. Un rey del mar, no de un castillo. Alguien que librará sus propias batallas para recordarle al mundo que está ahí y que tiene hambre. Alguien de quien los grandes se escondan en sus castillos de piedra, mientras su tierra es saqueada a voluntad.

Casting:

El Dragón Marino surcaba las olas como si una espada trazase una linea en la arena de una playa. Un barcoluengo grande sin duda. Probablemente el mas grande de las islas del hierro. Con un enorme espolón de hierro negro en la proa, al nivel de la quilla, oculto a la vista al estar bajo el agua. Cuando ensartaba a sus victimas, que eran todo tipo de embarcaciones, no las dejaba escapar hasta que el Kraken de Hierro ordenaba quemar el navío en cuestión. Gran parte de la proa era de metal para resistir esas embestidas y para no prenderse con el fuego que Lord Greyjoy mandaba prender en sus desdichadas victimas.

Harrald Greyjoy estaba en cubierta, cerca de su timonel, el señor Hapkins, Un hombre rudo, de barba canosa y completa calva, con los ojos grises y una cicatriz en la parte inferior de la mandíbula.

-Mi señor, hemos capturado bastante botín, ¿De verdad que no dejareis nada para vuestros hijos? Tal vez se merezcan una motivación que...

-Hapkins. Cuando quiera tu opinión sobre como educar a mis hijos, recuerdame que no te la pida. Mis hijos no merecen nada de este oro. Mi hijo es un putero pusilánime y ambos sabemos que acabará muriendo de sífilis algún día. Mi hija, aunque intenta parecer fuerte, en realidad es un gatito que se ablanda en cuanto su tío le hace alguna carantoña. La pobre piensa que no sé como es. Mi hermano sería el único digo de sucederme, pero ni siquiera su propio hijo estaría a la altura. Un fanatico no piensa bien en la posición de un rey, y traería la ruina a las islas.

-De un Lord.

-¿Cómo dices?

-Que sois un Lord, Mi señor Greyjoy, no un rey.

-Si... vaya, eso es algo que está por verse, señor Hapkins.

Hapkins conocía en gran medida los delirios de su señor. Pero tras tantos años siguiéndole, viéndole obtener victorias, saqueos y botines de todas partes del mundo, empezaba a pensar que tal vez no fueran solo ensoñaciones. Tal vez, aquel ser, que para el resto de Poniente era un monstruo, podría llegar a convertirse en rey de pleno derecho. Tal vez podría empezar una nueva época de gloriosa conquista para poniente.

-Ah... llegamos a Puerto Noble. - Hapkins guardó silencio, sabía lo que venía a continuación. la tripulación tambien estaba casi toda en cubierta. Preparando los cabos, sacando los toneles de comida y los fardos del botin, guardando los arpones de las balistas en la bodega de carga y demás menesteres - ¡Caballeros! - cuando Harrald gritó esto, los hombres se giraron hacia él sorprendidos. Lord Greyjoy se rió entonces con una sonora carcajada, que dio pie a la risa general de la tripulación- Caballeros... perdón por el insulto, puñado de ratas. - unos cuantos vitoreos por el apelativo- Llegamos a casa, después de un mes saqueando como comadrejas. ¡Vamos a tener tantos bastardos en las costas del Dominio y en occidente que nuestros herederos van a echarse a temblar! Y hemos traido suficiente oro como como para llenar media torre de un castillo con el.

Los gritos de júbilo no se hicieron de rogar. la recompensa iba a dar para mucho tiempo a aquellos cien hombres. Los de los otros barcos que seguían a Harrald tras el Dragón Marino no pudieron oírle, pero poco importaba. Sus propios hombres levantarían la moral de los demás cuando llegaran a tierra.

-Los Stark dicen que se acerca el Invierno. Espero que sea verdad. ¡Porque mientras que todos estén resguardados en sus castillos de arena, vendremos nosotros del mar, para seguir saqueando, robando y violando cuanto nos plazca! ¿Y quien sabe? ¡Puede que hasta conquistando!

Media flota, entre Pyke, Viejo Wyk y Gran Wyk. El resto se había quedado a cargo de Bjorn, para cuidar las Islas y mantener el orden. Las bodegas de los barcos llegaban llenas de esclavos de casi todas partes del mundo. Islas del verano, el Dominio, Braavos, Pentos y algunas ciudades libres mas. Todo era parte del plan de Harrald. Mas gente a las islas. Mas bocas que alimentar, pero también mas soldados para saquar y alimentar esas bocas. Pronto la fruta estaría madura para recogerla. Solo había que esperar a que los dragones, leones y lobos se pelearan con toda su alma. Entonces, Harrald Greyjoy recogería la fruta, y esa fruta, era Poniente.