Saliendo hacia el hogar

por Casiopea Rowan Jue Abr 11, 2013 11:56 am

Luego de que la estadía en Altojardín había sido extendida por una semanas más a causa de por menores, pensé que era el momento oportuno el de volver al hogar, a Sotodeoro.
Los avisos de mi partida habían sido dados, el señor del Dominio se le puso al tanto del abandono de su hogar por parte de mi persona y como era de esperar no se opuso a mi marcha.

Me despedí de toda persona que había llegado a conocer y estimar como, por supuesto que todos lo sabían, Anaís Fuegoscuro. Ella había sido para conmigo, desde el principio, amable y un modelo perfecto a seguir. Había sido su invitación lo que me trajo a Altojardín y su alma caritativa había procurado cuidarme estando allí.

Sabía que no podía de prolongar mi permanencia con mi actual estado. Debía de mantener el secreto hasta donde las capacidades del engaño podían llevarme, lamentablemente.
No estaba triste el saber que mis acciones habían tenido tales repercusiones. ¡Oh, que los siete me perdonaran por ello! No había remordimientos al amar a mi hermano mayor de aquel modo, pero sabía que no era bien visto por muchos en el Dominio,o fuera de el, por lo que debía permanecer con un bajo perfil.

Así cuando todo había estado listo, partí con una pequeña comitiva que consistía en solo algunos soldados proporcionados por Willem como escolta.
Subí al carruaje que, con presteza, se puso en marcha alejándose de aquel lugar, Altojardín hacia mi amado hogar, Sotodeoro.