En la mazmorra

No sabía si lo que había hecho Keira y Gerald era una locura o una genialidad. Se lo habían explicado, y no es que pudiera decir que él hubiese hecho lo contrario, pero esto clamaría venganza. Ahora el reino de las Islas estaba enemistado con casi todos los territorios de Poniente. Algo peligroso, a la par que interesante.

Se acercó a la zona de las celdas. Sentía curiosidad por el Martell. Había hecho enfurecer a su hija, pero en su opinión se había pasado en su reacción. Harrald le habría dado un bote con remos en la frontera y así no podrían echarle en cara los Martell su traición, o al menos no una tan flagrante. Hubieran venido bien unos cuantos guerreros de tierra para los malos tiempos. una pena.

Cuando llegó a la celda dió una patada a uno de los carceleros que estaba durmiendo en una silla. Tirándolo de ésta, el carcelero se levantó furioso dispuesto a matar a quien fuera, salvo al Rey, que estaba ante él, cogiendo la silla en la que se estaba dormido. La colocó tranquilamente delante de la celda del Martell. No tenía tan mal aspecto. Esa mirada de odio... Cuanto dramatismo.

-Saludos, Principe Olyvar. Espero que mis hombres os estén tratando bien. Tienen órdenes de manteneros limpio y bien alimentado. Espero que estén cumpliendo sus obligaciones. Creo que ya iba siendo hora de conocer a mi huésped. Perdonad que haya tardado en venir a veros, pero tenía una guerra civil que sofocar... Os sienta bien vuestro nuevo aspecto. Parecéis un auténtico hijo del Hierro... aunque algo más moreno.

 

-Es Harrald, con dos erres. Con fuerza.- le corrigió al oir mal pronunciado su nombre. No le dio más importancia.

Asintió serio ante las palabras del Martell. Sus órdenes no se habían cumplido. Lo quería en buen estado por si tenían que intercambiarlo. No les valía un hombre enfermo, o famélico que podría morir en cualquier momento. Lo haría alojar en una de las torres de prisioneros políticos de Pyke. Estaría vigilado y la única escapatoria serían las rocas de los acantilados. Pero al menos se le daría el trato que merece alguien de la familia real.

-Desde luego no es el trato que debería haber recibido un príncipe de Dorne. Esta noche haré que os trasladen a unos aposentos en la torre Sur. No os confundáis, seguiréis siendo nuestro prisionero. Llegados a este punto no puedo liberaros así como así. Supongo que tendré que llegar a algún acuerdo con vuestros hermanos.

El Martell era graciosete. Bien. Aún con esos meses en la celda no había perdido su sentido del humor. Tal vez era más fuerte de lo que Keira creía.

-¿Treinta? ¿Mataste a treinta hombres del Hierro tú solo? - Imposible. Su guardia debía de estar con él. Nadie puede matar a tantos estando solo.

Ante la pregunta sobre su hogar Harrald entendió que era algo necesario. Si él estuviera preso tambié querría noticias sobre su familia y sus tierras. El chico merecía saber al menos eso. Los marineros eran una valiosa fuente de información. Te enterabas de todo en seguida. Un marinero Dorniense hablaba con uno de los ríos o un occidental, y a la semana éste hablaba con uno del hierro. Una buena red de informadores.

-Por lo que se oye, tu familia esta bien. Eres el único Martell que no está en Lanza del Sol sano y salvo. Los de Volantis, al final, parece que se han asentado en las Marcas de Dorne. Creo que están con el famoso Rey Buitre. Palosanto y Tor están arrasadas... Creo que eran esas dos ciudades, además de las que ya sabías que saquearon. ¡Oh! Y tu hermano... el marinero... Mors. Si, Mors, ese venció a la flota de los volantis en Rocagris. Tampoco es que haya ido demasiado mal... Salvo por haber perdido las Marcas.

Había pronunciado mal su nombre, aunque el hombre no parecía ofendido, era una suerte, puede que el tratamiento de rey que le había dado le hubiera gustado Mis disculpas rey Harrald por la confusión, el fallo ha sido entero mío No quiso añadir nada sobre una posible implicación del tiempo pasado en soledad en la celda, no era el momento de provocarle.

Olyvar esbozó una sonrisa que pronto se amplió cuando le anunciaron que le trasladarían, era un verdadero alivio Lo entiendo perfectamente y os lo agradezco, sigo siendo vuestro prisionero Aunque lo interesante era lo que había dicho a continuación, que no podía liberarle, pero había dicho en este momento y que abriría negociaciones, pensaba que eso ya no era posible, que pasado este tiempo ya sería imposible, puede que hubiera ocurrido algo más. Pocos planes podía hacer estando en una celda, alguno más fuera pero de todos modos su capacidad de maniobra era escasa, necesitaba más información. Si necesitáis que escriba un cuervo a Lanza del Sol, estoy a vuestro servicio

Se dio cuenta de que estaba pisando terreno pantanoso, una vez más lengua le jugaba malas pasadas y eso que no había hablado de su hija ni de que su hombre de confianza no había aceptado el desafío, decidió recular un poco, no era momento de molestarlo, más teniendo en cuenta las recientes concesiones. Puede que fueran algunos menos, o puede que ayudara que según me comentaron vuestros hombres tuvieran la orden de capturarme vivo y yo estuviera dispuesto a morir matando, además mi cota de monedas era de la mejor calidad, lo mismo que el casco y el escudo, aunque los de vuestros hombres no son malos. Tanto yo como mis hombres nos defendimos hasta el último aliento….

Olyvar no pudo salvo dejar escapar un suspiro de alivio cuando se enteró que su familia estaba bien ¿en la marcas?, ¿qué quieren de las marcas? No lo comprendía la costa tenía cierta lógica, no demasiada pero si podía comprenderse, pero la Marcas… Se le heló la sangre cuando hablaron de otras dos ciudades destruidas, el coste había sido terrible y se preguntó si no hubiera caído en la emboscada la cosa hubiera sido diferente. Entonces una cosa que había dicho volvió a su cabeza ¿El rey buitre? ¿qué hacen los volantianos con el rey buitre? Preguntó casi para sí Si, mi hermano es un buen marinero, siempre lo ha sido… Ahora decía que no le había ido demasiado mal, cinco ciudades arrasadas y no les había ido mal la cosa, la única explicación que tenía cierta lógica es que comparativamente no fuera tan malo, ¿no acababa de decir que acababan de salir de una guerra civil?, aquello era interesante sin duda. Ya tendría tiempo sin duda de pensar en ello y de recibir más información, puede que hasta saliera con bien de esto… o relativamente bien. Mis hermanos recuperaran las marcas, tarde o temprano lo harán, los volantianos pueden que sean fuertes en el mar, pero en tierra y en las marcas estarán en inferioridad…..

-¿Un cuervo a Lanza? Si... Sin duda tendremos que llegar a eso. Vuestros hermanos debes estar ciertamente furiosos. Yo también lo estaría... pero a decir verdad, tampoco enviaría a toda mi nación a la guerra por un solo hombre. Aunque ese hombre fuera mi hermano. Pero tal vez aquí las cosas se hagan las cosas de otra manera que en el resto del mundo.

Si... Aún lo necesitaba vivo. Lo que no sabía muy bien era para qué. No era muy del estilo de pedir rescates, y no podía intercambiarlo. Y por supuesto su hermano no lo intercambiaría por barcos, no cuando su país estaba tan debilitado y había perdido territorios. Lo que dijo el Martell tuvo gracia. Cuanta confianza cuando has sido vencido, pero no aniquilado.

-Qué pueden querer... ¿Nuevas tierras para vivir? ¿Conquistar? ¿Asentarse?

Si le preguntaran a Harrald, el apostaría por un asentamiento seguro desde el que traer refuerzos y tomar todo Dorne. Y despues de eso... extenderse como una plaga por todo el Dominio y más al Norte.

-Si se han metido en las Marcas ¿Qué os hace pensar que los sacaréis de allí? El Rey Buitre lleva esquivandoos más de un año. Ahora cuenta con más tropas y más recursos, además de algunos señores se le han unido. Eso sin contar a otro compañero, uno que ha conseguido conquistar y saquear varias ciudades. Tiene un ejército conquistador veterano bajo sus órdenes ese volanti, y a su lado el Rey Buitre, un guerrillero que conoce la zona y sabe como golpearos donde más os puede doler... Yo no lo veo tan sencillo para vosotros... Y no les veo tan inferiores ¿Pero qué sabré yo?

De una bolsa que llevaba al cinto extrajo un par de manzanas amarillas. Típicas de Dorne, de los Jardines del Agua, tenía entendido. O eso le había dicho Shiera.

-Toma, un pequeño bocado, hasta que os trasladen a vuestros aposentos.. Y un consejo gratis, joven Martell. Deja de subestimar a tus enemigos. Por ese motivo estás encerrado aquí. Aprende una valiosa lección de todo ésto y puede que salgas vivo de situaciones más peligrosas que ésta.

Las primeras palabra le dejaron conmocionado, parecía que estaba dando a entender que no se había comunicado aún con su familia, eso no era precisamente bueno. Las siguientes palabras fueron un shock, no se las esperaba. ¿De verdad pensaba eso? Decidme rey Harrald, si unos supuestos aliados os traicionaran, mataran a un millar de vuestros hombres, hubieran o tomaran una parte de vuestra flota y capturaran a vuestro hermano… ¿os quedaríais quieto o mandarías a toda vuestra nación a combatir?. Estoy seguro que mis hermanos se lo pensarían dos veces antes de empezar una guerra, incluso por mí, pero esta vez la guerra la declaró vuestra hija, atacando la flota dorniens. Está claro que fue algo premeditado, incluso se podría considerar una brillante estrategia iniciar la guerra. No hay otra explicación. Volvía con la flota a Lanza, si hubiera querido cualquier otra cosa, como apoderarse de la flota dragona, solo habría tenido que esperar un día para dar la orden de partida, la flota Targaryen la hubiera seguido, al fin y al cabo llevábamos casi dos semanas listos para ir al combate contra la cincuenta naves enemigas, esperando que la princesa Keira diera la orden de atacar, hasta se había aprobado el plan de ataque y solo faltaba la orden. Todas las naves de Limonar, si hubiera dado la orden de partir tras mi marcha la hubieran seguido. En cambio atacaron a mi flota, mataron a mis hombres y hundieron y capturaron a mis barcos. Decidme rey Harrald, si todo esto os lo hubieran hecho ¿continuaríais la guerra u olvidaríais?

Estaba casi seguro de la respuesta, los hombres de hierro no eran especialmente conocidos por pasar por alto esas cosas, ellos combatirían y lo mismo harían sus hermanos, sobretodo estando Sarella implicada, su hermana no pararía hasta obtener venganza.

La fuerza de los volantis en un principio fue la sorpresa, tenían movilidad y por mar podían desplazarse donde quisieran, golpear y retirarse. Ahora ya no es tan fácil, no van a poder recibir tropas de refresco ni suministros de su patria, la mayoría no hablará el idioma lo que le dificultará contactar con la población, que los verá como invasores, puede que algunos señores marqueños se les unan, no lo niego, pero creo que va más con el Rey Buitre que con los volantís. Es cierto que el Rey Buitre lleva un año escapando, ocultándose, pero también es cierto que en la anterior rebelión le aplastamos, nos unimos Targaryen, Fuegoscuro, Tyrell, Baratheon y Martell para combatirlos. Ahora no estaremos todos, pero ni Tyrell ni Baratheon darán sus Marcas tan fácilmente al pajarraco y a los volantís. Las relaciones con los Baratheon eran buenas, la última vez que tuve noticias, y había rumores de un enlace entre las casas Baratheon y Tyrrell. No me extrañaría que se volviera a montar una acción conjunta, al fin y al cabo es un enemigo común, y ante eso… es mejor combatir juntos.
Olyvar hizo una pausa, durante los últimos días antes de su captura le habían llegado rumores, quién sabe si ciertos o no, de un ataque Greyjoy a el Dominio, si era así se preocuparía, Dorne, el Dominio, puede que incluso los ríos y la Roca se unieran contra ellos, siempre habían sido molestos y si estaban debilitados por la guerra civil…aunque no sabía cómo de débil estaban en el continente, si había estallado la guerra, si esta duraba todavía o si había ya un vencedor, de todas maneras, pasara lo que pasara confiaba en que quisiera ganarse el favor de Dorne.

Olyvar prosiguió tras la pausa y deglutir un poco de saliva, tenía la boca seca. Aunque hace tiempo que no me llegan noticias y puede que alguna cosas hayan cambiado, pero si Baratheon, y Tyrell tienen ejércitos disponibles se unirán contra el enemigo común.

Olyvar vió las manzanas y se le hizo la boca agua, desde su captura no había visto fruta de esa calidad, por no decir que había visto fruta a secas, puede que algún corazón de pera o de manzana medio podrida y llena de gusanos le hubieran dado… de todas maneras no supo en ese momento si era una burla o una esperanza de que pronto le liberarían de las manos para poder cogerla y comérsela. Tras la conversación parecía lo más probable lo segundo.

Os lo agradezco Rey Harrald, lo tendré en cuenta Si, lo tendría en cuenta, no te puedes fiar de los Greyjoy, ni siquiera como aliados