Ghyera {Elite}

Ghyera, un mundo creado por dioses para su diversión. Todos y cada uno de los dioses aportaron algo de ellos a este hermoso “juguetito”, cada uno creó una criatura más o menos a su imagen y semejanza. De esta forma, Ghyera comenzó a poblarse, a llenarse de vida por doquier bajo la atenta mirada de los inmortales. Pronto se dieron cuenta de un problema, el mundo necesitaba constante poder para poder vivir por su cuenta y ello llevó a los dioses a crear unos vestigios que pudiesen introducir en el mundo, unos instrumentos cargados con su magia y que se encargarían de proporcionar a su juguete el poder necesario.
No les parecía justo un mundo sin magia, pero tampoco era justo que todos dispusiesen de ésta a placer. Dos dioses, el dios del sol y la diosa de la luna se encargarían de la magia. Uno sería la magia blanca y otro la magia oscura, pero pronto la vagancia de tener que vigilar el mundo constante se apoderó de ellos. Decidieron turnarse, uno saldría durante unas horas mortales y el otro durante las sobrantes. Sin quererlo, acababan de crear el día y la noche. También les resultaba complicado escoger a quienes dar su magia por lo que dos hermanas, completamente diferentes entre sí se encargarían de ello. Slavhery sería quien repartiese la magia oscura, la menos abundante en el mundo; su hermana Ykhavery repartiría la magia de la luz. Ambas se convirtieron en inmortales con esa tarea siendo el principal eje de sus vidas.
Ningún dios se dio cuenta de que otras criaturas habían sido creadas. Un niño, tan solo un niño diferente a cualquier otra criatura que poblase Ghyera. Los sabios le denominaron en su lengua como demonio. El muchacho, de nombre Ahesty creció convencido de que era diferente a los demás… una oscuridad le rodeaba, una oscuridad que le amaba y que le obedecía. Los dioses reaccionaron tarde, todos supieron que debían haber matado a aquél niño tras su nacimiento pero habían estado muy ocupados dándole retoques a su mundo. Ahesty era la oscuridad que le faltaba al mundo, era antinatural un mundo de luz y de alegría, Ghyera se encargó con los poderes que le suministraban los vestigios de los dioses de arreglar dicho problema.
Ahesty cambió su nombre a Afrenus sin que nadie conozca bien como, y debido al poder que el mismo mundo le había dado, los dioses se vieron en la obligación de aceptarlo entre ellos. Un dios del mundo, creado por el mundo. Como tal, tenía derecho a crear una criatura a su imagen y semejanza, que recibió aquel nombre de significado demonio que tanto había escuchado. Así los ghurks comenzaron a vivir también el mundo. Y por supuesto, el dios de la oscuridad debía tener su propio vestigio.
Habiendo ya un equilibro en el mundo los problemas no tardaron en llegar. Tres hermanas, enfrentadas por el vestigio de la oscuridad, comenzaron sus peleas que desencadenarían diversos sucesos en el mundo. Una batalla entre la luz y la oscuridad, en la que ganó la luz. Rushe, la hermana que poseía el vestigio mató a Cynthem y a Lhiu sin piedad alguna para luego arrepentirse y otorgarles a dos bebés el alma de sus hermanas. El vestigio de la oscuridad actuó entonces por sí mismo, condenó a que también el alma de Rushe entrase en un bebe. Y así surguieron los Descendientes.
Cynthem y Lhiu tuvieron diversos descendientes, Rushe solo uno… Hasta ahora. Por fin, tras varios siglos, tres descendientes se hallan en el mundo. La batalla final entre luz y oscuridad será llevada a cabo pero Ghyera no pasa por su mejor momento. Los dioses apenas son capaces de controlar su creación, un humano se ha alzado con el fin de conquistar el mundo y tres bandos han surgido. El bando de Vackor, el dictador que busca al descendiente de Rushe para lograr sus fines y que no dudará en ningún momento de acabar con quien sea; la Resistencia, escondida en los bosques son numerosos y plantan cara a Vackor sin miedo alguno pues tienen entre ellos a las que creen descendientes de Cynthem y Lhiu; y el bando de un antiguo seguidor de Vackor, el descendiente de Rushe, que luchará por que venza la oscuridad pues desea convertirse en inmortal. Pero ¿realmente las cosas son como todos creen? ¿De verdad el mundo conoce quienes son los verdaderos descendientes? Tal vez, los dioses intervengan más de lo que creamos para que esta sea la batalla final entre luz y oscuridad… ¿de qué lado estas?