You were the first face This face saw | 0.1

El día del nacimiento de Aimeé, cuando sus ojos se abrieron por primera vez, allí estaba él, tenia que significar algo. Muchos dicen que los gemelos al haber compartido vientre durante tanto tiempo crean entre ellos un vínculo que nunca se rompe, capaces de saber que esta el otro pensando, que siente el otro sin necesidad de palabras. Ellos tienen ese vínculo. Crecieron juntos, aún con la diferencia de edad allá donde iba uno iba el otro con paso ligero, él siempre la protegió, cuidó de ella hasta que las cosas se tornaron un poco más complicadas. Para él el cuerpo humano era un misterio que deseaba entender, sangre, heridas, curas y más curas ocupaban su cabeza, siempre quiso ser maestre en la corte y muy joven se fue a la ciudadela para formarse. Él y Aimeé se enviaban cuervos con mucha constancia, no querían perder el vínculo y esperaban volver a verse algún día y por que no, sentían dependencia el uno hacía el otro como buenos gemelos que sentían que eran.

Un día recibió un cuervo donde Aimeé le contaba todo lo sucedido con su padre y lo que su madre había hecho, como la había vendido a una casa de placer, tirada a la basura por la persona que se suponía debía cuidarla. Él abandonó la ciudadela con presteza para ir a buscarla, se negaba a que a la pelirroja le esperara ese futuro y decidió que iba a sacarla de allí aunque para ello tuviera que usar la fuerza bruta, de la que no iba sobrado, pero no por ello estaba asustado. Cuando llegó al lugar nadie sabía nada de la pelirroja y la familia de la muchacha tampoco residía en el mismo lugar, no podía volver a la ciudadela después de desaparecer de tal modo y se encontró en medio de Desembarco sin nada que hacer. Empleó los pocos contactos que había forjado en aquel entonces y sus dotes para el laúd y la lira y entró a trabajar como maestro de música de algunas damas menores, entre ellas, Lady Hoggs.